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Cronopiando

La verdadera historia universal (I)

Fuentes: Rebelión

De cara a ilustrar a las nuevas generaciones en los valores de la tolerancia y la no violencia, mi habitual equipo de investigación ha reescrito la historia universal de manera que pueda servir al fin propuesto.

Capítulo 1
«La Reconquista»

Transcurridos muchos años sin que el entonces Rey de España, Aznarín el Grande, hubiera recibido disculpas de las huestes musulmanas por haberle invadido el país antes de que lo inaugurara, montó en cólera exclamando una y otra vez: «¡Y van a ir presos todos, todos, todos…!» Sin embargo, luego de serenarse como corresponde a un hombre de conciliador talante y, no obstante seguir manteniendo como primera línea de investigación la autoría de ETA, comprendió que la tolerancia y el respeto eran el camino hacia la paz y decidió negociar, sin negociar, con el Movimiento de Liberación Nacional que ocupaba la península. Tras no negociar la negociación, Aznarín el Grande, habiéndose dejado llevar nuevamente por la ira exclamó: ¡Déjenme en paz!

Sin embargo, ya más calmado, advirtió de nuevo que sólo la tolerancia y el respeto haría posible la convivencia pacífica y, decidido a acabar de una vez para siempre con la larga presencia musulmana en su país, que ya tenía ocho siglos, gracias al esfuerzo y entrega de todos sus hombres, acólitos y asociaciones de víctimas, logró recoger millones de adhesiones, de firmas solicitando la inmediata salida de las hordas musulmanas.

Como no se dieran por enterados los sarracenos del éxito de tan cívica protesta y luego de que Aznarín el Grande renunciara al trono por no haber sido tan listo en favor de su valido Rajoy I El Menso, llamó éste al rey de Navarrrra para que sus huestes, conjuntamente con las suyas, manifestaran su repudio al sarraceno en las dos capitales de sus reinos. Fueron tantos los aldeanos y nobles que secundaron las tolerantes manifestaciones que algunos historiadores han llegado a apuntar el hecho de que hasta los mismos moros se apuntaron a la protesta al ser, entre otras bondades, conducidos gratis, dietas incluidas, a las respectivas citas.

Una vez enterados los altos mandos musulmanes de lo inaceptable que resultaba su presencia, retiraron compungidos sus fuerzas desocupando el país.

Así fue que tuvo lugar la famosa reconquista que algunos historiadores sin escrúpulos han querido llenar de bélicos episodios, batallas, batallitas y escaramuzas varias cuando, como ha quedado demostrado, fue una cívica y tolerante manifestación la causa de que, abochornados, se retiraran los musulmanes, sin que se registrara una sola víctima, con la sola excepción del vizconde Aguirre de Ermua al que le impactó un aplauso en el bajo vientre.