Según un estudio pionero con datos de la década de los 2000, España es uno de los tres países europeos donde la evasión de capital provoca más desigualdad
Un estudio del Nacional Bureau of Economic Research (NBER) ha logrado sortear los obstáculos de la estructura financiera global para conocer cuánta riqueza esconde cada país en paraísos fiscales, de forma que las cantidades desagregadas puedan explicar las consecuencias de que el 0.01% más rico no esté pagando por su parte del pastel.
Ha sido posible gracias a que los principales paraísos fiscales del mundo permitieron en 2016 al Banco de Pagos Internacionales (BPI) publicar estadísticas «país por país» sobre datos que el propio organismo ha recopilado durante varias décadas.
Con ello, el estudio ofrece dos contribuciones a lo que hasta ahora conocíamos sobre el capital offshore de los más ricos: el cálculo de la riqueza total que los ciudadanos de cada país ocultan en paraísos fiscales de todo el planeta y su implicación en los niveles de desigualdad en esos mismos estados.
Sobre lo primero, los datos arrojan «resultados sorprendes» para los propios autores: alrededor del 10% del PIB mundial se encuentra en paraísos fiscales. Pero esa media oculta grandes desequilibrios según el país de referencia. Por ejemplo, se estima que los países escandinavos mantienen en suelo offshore un pequeño porcentaje de su capital nacional, mientras la mayoría de la Europa continental esconde en paraísos fiscales hasta el 15% de su riqueza. En el otro extremo, Rusia, los países del Golfo y varios estados latinoamericanos atesoran en territorios propicios para la evasión fiscal hasta el 60% de su PIB.
En España, por encima de la media mundial (que se sitúa en el 9,8% del PIB), las grandes fortunas envían a paraísos fiscales un capital que ronda el 12% del PIB nacional:
En segundo lugar, los autores del ENBR analizan la relación de estos datos con la tendencia a la concentración de la riqueza, enfocando a diez países (uno de ellos España) que suman alrededor de la mitad del PIB mundial.
Junto a Reino Unido y Francia, España es uno de los tres estados donde la evasión de capital provoca mayor desigualdad. Se trata de tres países en los que entre el 30% y el 40% de la fortuna de los más ricos (el 0,01% de la población) permanece oculta en paraísos fiscales. «En todos los casos, el aumento de la riqueza offshore provoca un crecimiento de la desigualdad», indican los autores, resaltando el «caso dramático» de Rusia, cuya cúspide más rica mantiene fuera del país la mayor parte de su fortuna.
«Nuestro objetivo es estudiar el tamaño y distribución de la evasión fiscal y su implicación en la desigualdad», explican los autores, confirmando a cada paso que la riqueza oculta en el extranjero está en muy pocas manos: el 0,1% de los hogares más ricos son los dueños del 80% del capital offshore de todo el país. Cerrando el círculo, el 0,01% de los más ricos poseen el 50%.
Dibujo de los paraísos fiscales en vísperas de la crisis mundial
El estudio se centra en la distribución de la riqueza en paraísos fiscales en los años 2006 y 2007, por lo que supone una instantánea del capital que no paga impuestos en la víspera de la crisis financiera global. «En los datos macroeconómicos que utilizamos, una cantidad creciente de riqueza se asigna a las Islas Vírgenes Británicas, Panamá y paraísos fiscales similares donde la mayoría de las corporaciones mundiales están domiciliadas». En este gráfico se observa el crecimiento de nuevos paraísos fiscales frente a territorios tradicionalmente propicios para la evasión fiscal como Suiza:
En varios gráficos, el estudio mide la distribución de la riqueza offshore de cada país en función de ciertos elementos que influyen en ese reparto. Se trata de una primera aproximación a los datos aportados por el Banco de Pagos Internacional y por tanto solo un adelante del cuadro total sobre quién, a escala planetaria, está evadiendo impuestos, en qué país y con qué consecuencias.
Uno de los condicionantes es la cercanía a Suiza: España, junto a otros países de la Europa continental como Francia y Bélgica, posee una proporción de la riqueza suiza mayor de la que su participación en el PIB mundial implicaría, a diferencia de los países nórdicos (que también son próximos al país helvético) o estados como China o India.
En cuanto a los efectos en la desigualdad que produce la evasión de impuestos (en la década de los 2000), el gráfico confirma una relación obvia: hay más desigualdad derivada de evadir impuestos en aquellos países en los que las grandes fortunas ocultan más porcentaje de su riqueza en el extranjero. Por eso se entiende que en Estados Unidos, donde la riqueza evadida incide de manera relevante en la desigualdad, lo hace de forma más moderada que en Europa, ya que las fortunas de los estadounidenses superan por mucho a los patrimonios europeos, y siguen guardando en suelo nacional mucho más capital que los más ricos del viejo continente.