Miquel Ramos ha investigado a la organización ultracatólica cuya influencia crece en el Estado español a través de Vox y de entidades como Abogados Cristianos y Hazte Oír. Explica el origen y «modus operandi», las «captaciones» de jóvenes y la posición del Episcopado.
En ‘Dios, Patria, Yunque’, una investigación de Podium Podcast, Miquel Ramos (guionista y quien lo locuta) desenmascara en cinco episodios las conexiones políticas e internacionales de la secta El Yunque, que ha ganado notoriedad en los últimos tiempos por haber alcanzado niveles de penetración en ámbitos institucionales en el Estado español hasta ahora inéditos.
Denunciada por «captar» jóvenes e intentar abducir sus vidas para aprovecharse de sus familias y redes de contactos, El Yunque (un nombre que deriva de explicaciones bíblicas y metáforas), funciona como un lobby ultracatólico integrista, inmerso en la guerra cultural contra derechos feministas, LGBTi y todo lo que huela a progresismo.
El periodista valenciano, autor de varios libros sobre grupos de
ultraderecha, señala en entrevista con GARA los orígenes y la esencia de
El Yunque, hasta dónde están llegando sus tentáculos (especialmente
gracias a Vox y entidades afines) y habla del peligro actual que implica
que su corpus ideológico esté pasando por el «mejor momento» histórico.
El Yunque parece que no existiese. Nadie dice que pertenece a él, ¿cómo es eso?
No
existe porque es una organización secreta, se basa en la discreción
absoluta y en operar tras bastidores. Entre ellos se reconocen como
miembros del Yunque y elaboran toda la parafernalia y todo lo que
envuelve a esta organización. Eso es de puertas hacia dentro. De puertas
hacia fuera no admiten que existe. Han cometido algún error que ha
acabado demostrado que sí existe, por exmiembros que han contado lo que
han vivido pero también por cómo se registra una organización en España,
que en sus estatutos figura que es la representante de El Yunque en
España. Me refiero a la Organización del Bien Común. Luego corrigen eso y
eliminan ese apartado que presentan ante Interior.
Para
quien no sabe nada del tema, ¿qué son? ¿Una secta, una organización
política integrista, una banda que se lucra disfrazada de cristianos?
A
ver… es un lobby integrista católico multimillonario con múltiples
tentáculos y cuyos objetivos ellos dicen que es instaurar el reinado de
Dios en la Tierra, pero sus objetivos son políticos más allá de lo
religioso. Utilizan la religión para fines políticos, aparte de que los
dirigentes de El Yunque en España viven muy bien, es un modo de vida
para ellos. Es un lobby internacional que trata de someter a la
democracia a su ideología integrista ultraderechista y acabar con los
derechos humanos que, al menos en el terreno retórico, son pilares de
nuestra sociedad.
¿Su origen es México?
Sí,
nace en México con la excusa de defender a los católicos de los ataques
del Gobierno mexicano, son autodefensas cristianas. En la Guerra Fría,
ante la revolución cubana y otros hechos históricos, se configuran como
un grupo que ejerce la violencia en muchos casos y trata de frenar la
expansión del comunismo en algunos países.
Llegan a España cuando Franco agoniza y tratan de aprovechar ese pozo
nacional católico que dejó la dictadura y aprovechar canales abiertos.
Le hacen la competencia al Opus Dei. Son un grupo profundamente
antidemocrático. quiere vaciar de contenido la democracia, rema a
contracorriente en materia de derechos, su batalla principalmente es
contra los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y del
colectivo LGBTI. En España sus campañas han estado muy influenciadas por
el nacionalismo español. En lo económico son ultraliberales, una
corriente que viene mucho del neoconservadurismo estadounidense. Son
anti Estado social, en línea con las ideas expansionistas de George W.
Bush.
¿Cómo han logrado expandirse?
Ya en
México tenían una organización y se aprovechan de los contactos.
Empiezan en la Universidad de Puebla y tienen una cierta oligarquía que
les es es favorable y les sustenta. No hay que olvidar que miembros de
El Yunque acceden a órganos de poder con el presidente Vicente Fox. Su
objetivo es estar cerca del poder, si no dentro del poder. Como todo
grupo de presión mueve hilos, tiene contactos.
Actualmente miembros de El Yunque están dentro de órganos de poder en
España: una de las personas que figura como miembro de esta
organización, Liberto Cinderos, es concejal de Vox en Barcelona. Otros
que fueron señalados como miembros actualmente trabajan como asesores y
militantes activos de Vox en Madrid, en el entorno de Rocío Monasterio.
Varias personas que forman parte de Vox han formado parte de las
organizaciones que se ha demostrado que sirven a los intereses de El
Yunque, como Hazte Oír, entre ellas la presidenta de Les Corts
valencianas. El Yunque tiene estructuras que no son físicas, no se
traduce en una sede o en un organigrama.
Tras el fin del franquismo, ¿cómo ha sido su actividad hasta ahora?
Ellos
los primeros años han sido muy discretos, me atrevo a decir que hasta
que llega Zapatero se dedican poco a poco a formar líderes, configurar
el grupo. Cuando gobierna Zapatero con leyes como el matrimonio
igualitario, la ley del aborto o el Estatut catalán y el fin de ETA, hay
un magma que estimula a las derechas. Las plataformas en las que se
meten, que sirven de pantalla para El Yunque, empiezan a actuar,
instrumentalizar determinadas campañas. Se les escapa la liebre por otra
gente del ámbito conservador que ven que están captando a sus hijos,
que están siendo utilizados.
¿Captando?
Sí,
es que buscan perfiles concretos, familias con poder y contactos con el
poder, hacen fichas de gente a la que quieren acercarse y captar.
Fichas literalmente, de quiénes son, con quién se mueven, sus aficiones y
pensamiento político, para captar a familias y sacar información de sus
padres. Hay todo un proceso de captación de menores, que casi todos son
activistas de ultraderecha, de causas conservadoras, de estamentos
judiciales, políticos y empresariales. Estas son las presas. Como una
secta, te captan, te hacen sentirte elegido y que el mundo está contra
ti, y que tienen una labor heróica y que se deben a una organización con
obediencia.
¿Ahora es más fuerte que nunca? ¿Se manifiestan en acción política a través de organizaciones como Abogados Cristianos?
Atribuir
mayor o menor fortaleza a una organización de la cual no tenemos nada
objetivo con que acreditarlo es muy osado. Sí podemos decir que lo que
promueve El Yunque se encuentra hoy en su mejor momento, las ideas que
promueve y que son las que promueve mucha otra gente. Hoy en día,
echando un vistazo están en su mejor momento. Las ultraderechas tienen
90% de coincidencias, tienen contradicciones sí, pero que ellos son
capaces de gestionar a su manera. El quid son los pilares básicos y su
guerra contra los derechos humanos y la izquierda.
Sobre Abogados Cristianos, sí, están en sintonía, a su presidenta se
le ha preguntado si pertenece a El Yunque y siempre responde con
evasivas, nunca dice que no, ni admite ni desmiente. Ellos se mueven en
esa ambigüedad.
¿Al documentarse ha podido ver qué tipo de presencia tienen en Euskal Herria?
No
lo sé decir, sé que hay una persona señalada en una investigación, que
ha estado haciendo campaña por Vox en Donostia. Pero más allá de esto,
no podría decir. Donde más actúan son en los centros de poder, Madrid y
Barcelona.
Que uno de los primeros en denunciar la
penetración de El Yunque en Vox haya sido alguien como Jiménez Losantos,
¿a qué lo atribuye?
Creo que es porque Jiménez Losantos
no es ultraconservador, es un ultraliberal radical, hay cierta
diferencia ideológica. Y también es verdad que hay otros motivos, de
competencia, a nivel empresarial, pero eso entra en el terreno de las
especulaciones. Es verdad que hay un sector de Vox más favorable a dejar
un espacio a El Yunque en su propio seno. Vox no deja de ser un
instrumento para ellos, van navegando.
En el podcast
comenta el caso de una persona religiosa que cuenta las ceremonias y el
entrenamiento paramilitar y que ha declarado en un juicio.
Sí,
a El Yunque lo denuncia el padre de unos chavales que han captado y
denuncia a determinadas personas y organizaciones, pero la denuncia es
archivada. Luego el juicio que pone sobre la mesa y acredita la relación
de algunas personas con El Yunque es el que surge a partir de una
denuncia de Hazte Oír contra el autor de un informe privado y secreto de
la Conferencia Episcopal, en donde aparecen varios testimonios de gente
que estuvo en El Yunque. Denunciaron al autor de informe y la jueza le
dio credibilidad, hubo testimonios pero la causa simplemente se archivó
en 2010. Desde entonces no ha habido más denuncias.
¿La Conferencia Episcopal está al tanto de esto? ¿Le preocupa o conviene?
La
mayoría… todos saben que existe pero muchos miran hacia otro lado.
Simplemente porque en primer lugar es muy difícil averiguar quién es El
Yunque, quién pertenece, y en segundo lugar tampoco les hace gracia a
muchos de ellos. No quieren levantar mucho polvo.
¿Qué cree que pasará con esta secta?
Va
a sobrevivir, continuará haciendo su trabajo. Han abandonado ciertos
comportamientos como el reclutamiento de menores, ahora parece que ya no
lo hacen. En momentos de viento a favor encontrarán su manera de
sobrevivir y de tener cada vez más influencia. Aquí caben muchas
transformaciones pero sin ninguna duda es un buen momento ahora.
Una de sus exmiembros con quien hablé me dijo que con El Yunque vio
la relación tóxica que tenía con sus creencias. ‘Empecé a ser católica
de verdad cuando salí de El Yunque’, me dijo. La relación con Dios que
tenía era tóxica, no era real, la que se corresponde. Hay que agradecer
que fueron los propios católicos quienes dieron la voz de alarma, se
dieron cuenta de que utilizaban la religión y el nombre de Dios y Cristo
para otros fines y que, aunque pueden tener afinidad ideológica, esto
era una banda conspiradora que compromete los valores democráticos.
Está
especializado en el estudio de grupos de ultraderecha. ¿Cree que en el
Estado español se toma suficientemente en serio su crecimiento y la
amenaza que representan?
Creo que hay una ofensiva
reaccionaria brutal, un momento histórico en el que la derecha no
solamente esta ocupando plazas muy importantes, sino que tiene una
batalla cultural en marcha que está pasando como una apisonadora por
todo el relato público mediático. Las izquierdas están tratando de
contrarrestar todo esto como pueden.
Creo que estamos en un momento muy delicado, los consensos que creíamos que no se iban a mover, temas de igualdades y libertades, se están tambaleando a través de estas batallas culturales por tierra, mar y aire. Es momento de mantener la posición en unos parámetros éticos filosóficos que deberían ser intrínsecos de cualquier democracia. Están intentando vaciar las democracias de contenidos, hacerlas iliberales, que los derechos se vean prescindibles y que el sentido común cambie.
Creo que en parte del Estado español sí hay gente que está remando a contracorriente para que esto no avance pero hay un terreno habitual donde se mueven los equidistantes, ese patio de recreo de los equidistantes, que tienen una posición que ellos creen neutral y lo que hacen es contribuir a normalizar cosas que cualquier demócrata no debería normalizar. Por eso hay que hacer mucha pedagogía. Más allá de ir contra los difusores del odio, hay que hacer pedagogía.
La batalla cultural sirve de pantalla para apuntalar el sistema económico y no tocar los privilegios. La retórica de Vox y Milei y todos ellos es apelar a fantasmas pero los problemas reales no han venido a solucionarlos, sino a desviar el foco.