«Quien se pronuncia por el camino reformista en lugar de y en oposición a la conquista del poder político y a la revolución social no elige en realidad un camino más tranquilo, seguro y lento hacia el mismo objetivo, sino un objetivo diferente: en lugar de la implantación de una nueva sociedad, elige unas modificaciones […]
«Quien se pronuncia por el camino reformista en lugar de y en oposición a la conquista del poder político y a la revolución social no elige en realidad un camino más tranquilo, seguro y lento hacia el mismo objetivo, sino un objetivo diferente: en lugar de la implantación de una nueva sociedad, elige unas modificaciones insustanciales de la antigua» (Rosa Luxemburgo)
«Nuestro objetivo no es reducir deuda sino incrementar el gasto social», asegura el concejal de Economía y Hacienda de Madrid, Carlos Sánchez Mato, en esta entrevista realizada en el contexto del I Encuentro Municipalista contra la Deuda Ilegítima y los Recortes que tuvo lugar del 24 al 27 de noviembre (2016) en Oviedo.
Para Mato, la batalla contra la austeridad impuesta por Cristobal Montoro no es sólo de Madrid, «debía ser del conjunto de los municipios y de todo el Estado español, también del resto de Administraciones Públicas». Ante las amenazas del ministro de Hacienda, el concejal sostiene que «no habrá capacidad ni legitimidad para destituir a los ayuntamientos». Y en esta entrevista plantea diferentes opciones para ofrecer servicios públicos sin necesidad de hacer recortes, como la posible modificación de la austeritaria Ley de Estabilidad Presupuestaria.
¿En qué ha quedado la batalla de Madrid con Montoro?
Llamarlo batalla de Madrid yo creo que es quitarle importancia. Es una batalla, sí, tiene tal nombre que debía ser del conjunto de los municipios y de todo el Estado español y me atrevo a ir más allá, también del resto de Administraciones Públicas (AAPP). Entonces estamos hablando de algo que la dimensión no debe ser sólo con Madrid. Debe ser una cosa más amplia. Y, por supuesto, estamos hablando de una diferencia clara de criterio desde el punto de vista político acerca de cómo se debe gestionar la Administración Pública y que estamos en el inicio de esa divergencia. Todavía queda mucho.
Has comentado que esta batalla, aunque la perdamos, la vamos a ganar. Explica por qué.
Es evidente que en el caso de Madrid hemos aprobado presupuestos ya en 2016 que no se ciñen a la idea que tiene el PP a la hora de aprobar cuentas de AAPP. O sea, no hemos aprobado presupuestos de recorte. Y evidentemente, en ese sentido, la importancia mediática que se le ha dado a esa importancia ideológica nos ha ayudado a explicarle a la gente de forma clara algo que si no habría quedado en términos técnicos, muy alejados de la gente. La gente tiene que entender que estas leyes que se simplifican con la denominación del ministro Montoro, las leyes de Montoro, generan enormes problemas a la vida diaria de la gente. Sobre todo a la gente que tiene enormes dificultades para llegar a final de mes. Las AAPP, solemos decirlo en muchas ocasiones, tenemos que ser las garantes de los ciudadanos y ciudadanas. Si cuando llueve, les quitamos el paraguas, evidentemente dejamos de hacer nuestra función. Cualquiera podría pensar entonces para qué estamos las AAPP. Por lo tanto, en esa línea, creemos que este debate público ayuda a que se cambie la forma de actuar.
¿Hasta qué punto tiene poder Montoro, cuya ley ha sido declarada inconstitucional incluso dos veces, para destituirte, como ha planteado?
Uno de los problemas que atentan claramente contra la autonomía local es que determinados planteamientos de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de las Administraciones Locales (LRSAL) pueden derivar en destituciones. Evidentemente, nosotros no compartimos que estemos en una situación de incumplimiento de la Ley. Simplemente estamos interpretando de otra forma la regla de gasto. Estamos diciendo que una situación como la que tiene Madrid de un elevadísimo superávit en la que estamos reduciendo deuda, lógicamente en ningún caso nos puede suponer un castigo a la hora de realizar recortes. Y eso es algo que la gente entiende perfectamente. Por lo tanto, nosotros estamos actuando sabiendo que existe ese poder por parte de la Ley de Racionalización (Ley Montoro), pero con absoluta seguridad de que, en primer lugar, estamos haciendo lo correcto, estamos haciendo lo que tenemos que hacer para lo que la gente nos votó, que es algo fundamental, y en segundo lugar, pensando que no habrá capacidad ni legitimidad para destituir a los ayuntamientos que estamos haciendo además una gestión muy brillante de las finanzas públicas.
Al respecto del superávit, ¿de dónde viene?
El superávit, hay una parte, que es evidente, que tiene que ver bastante con unos profundos recortes que se hicieron en años precedentes. Si nosotros no hacemos lo mismo, no hacemos bajadas de impuestos, no es nuestra política, ese superávit es muy elevado. Pero en el caso de Madrid es muy peculiar. Tenemos una enorme capacidad recaudatoria, de obtener ingresos. Y eso, en vez de suponer una enorme oportunidad para darle mejores servicios públicos a la gente, se convierte en un enorme obstáculo si lo que se quiere es, al mismo tiempo que se tiene esa situación, obligar a hacer recortes.
Has comentado que hay muchos municipios que se saltan la Ley Montoro ¿por qué con Madrid tiene esta batalla el señor Montoro?
No solamente municipios. Quince de las dieciocho Comunidades Autónomas (CCAA) y la propia Administración Central incumplieron la regla de gasto en 2015. No lo digo yo, lo dice el Informe de Estabilidad Financiera publicado por el Ministerio de Hacienda. Entonces, el número de municipios exacto no lo sabemos, porque no se ha publicado, lo que sí sabemos es que muchos municipios se han saltado la regla de gasto, obligados por las circunstancias, y no han recibido el mismo trato que Madrid. ¿Por qué? Es evidente, estoy seguro que no es un tema personal, estamos hablando de algo puramente ideológico y político. Y como tal lo entendemos. Batalla política e ideológica.
¿Cuáles son esas circunstancias que obligan a que otros municipios se lo salten pero a Montoro no le importa?
Tampoco todos los municipios tienen el mismo nivel de supervisión. Un municipio pequeño puede estar supervisado por su propia CCAA, con lo cual no estamos hablando del mismo organismo a la hora de la supervisión. Pero en este caso, parece bastante evidente que hay ciertas gestiones por parte de equipos de gobierno que hemos accedido a ayuntamientos importantes que no pueden salir bien. Ésa es su posición política. No nos puede salir bien esto. Desde luego, en el primer año y medio de gobierno lo que hemos demostrado es que se puede incrementar las prestaciones sociales, mejorar la gestión, sobre todo resolviendo enormes problemas de desequilibrios territoriales en nuestros ayuntamientos y se puede hacer eso además no disparando el gasto público a costa del déficit, sino disparando el gasto público y recaudando dinero para poder hacer frente a esas políticas. Y eso es muy duro, porque le toca en la línea de flotación a los postulados neoliberales. De alguna manera, lo que demuestra es que quizá, y es irónico, podríamos haber gestionado de otra manera la crisis a partir de 2007.
¿Crees que el Ministerio de Hacienda tiene suficiente capacidad para intervenir el Ayuntamiento de Madrid?
No. No estamos en esa situación. Se tiene que dar cuenta la gente que aunque se haya puesto tan absolutamente espectacular el Ministerio de Hacienda, el Ayuntamiento de Madrid está cumpliendo escrupulosamente los elementos que dice la Ley de Estabilidad Presupuestaria cuando se produce un incumplimiento de la regla del gasto. Lo que dice la Ley de Estabilidad Presupuestaria en una situación así es que inmovilices crédito, no que pagues multa. Y he de decir que en nuestra estrategia estaba la posibilidad de que se nos aplicara la ley en esa circunstancia. Pensábamos, a lo mejor por qué no se le inmoviliza crédito a la Comunidad de Madrid, que incumplió, el mismo año que nosotros hemos incumplido 16 millones, más de 500 millones de euros. Sin embargo, a ellos no les han podido inmovilizar crédito y a nosotros sí. Pero nosotros teníamos previsto que a lo mejor nos lo pedían, precisamente por esa posición ideológica diferente y lo hemos inmovilizado. Además lo hemos inmovilizado sin necesidad de quitarlo de partidas presupuestarias que supongan gasto o inversión y que podría causarnos daño. Lo que hemos hecho ha sido, partidas que ya teníamos previsto que podrían acabar así, se han inmovilizado. Inmovilizado quiere decir que siguen estando en el Ayuntamiento de Madrid, pero que no nos las gastamos.
Por ese cálculo ¿En próximos años tendrás que inmovilizar unos 600 millones?
Ese escenario no lo contemplamos, porque para esta primera parte tenemos capacidad de inmovilizar crédito. No estamos planteando que nuestra forma de solucionar este enorme problema vaya a ser inmovilizando crédito.
Entonces prevés que esta batalla se solucione de alguna otra manera
Por supuesto. Tenemos diferentes opciones. Y hay algunos planos que no son nuestros. Que suponen la modificación de la normativa a nivel estatal. En el mes de diciembre el PP presentó una modificación de la Ley para dar un mínimo oxígeno a las Comunidades Autónomas en cuestión del déficit. Desde Unidos Podemos se presentó una enmienda a la totalidad con un texto alternativo que planteaba una Ley de Estabilidad que pintaba un escenario totalmente opuesto al actual. Este texto contaba con la aprobación de un montón de municipios, incluso por algunos que no lo pueden decir porque están gobernados por el PP o el PSOE, pero el partido socialista votó, junto a PP y Ciudadanos, para rechazar el texto. Habrá una segunda vuelta, porque el PP tiene un gobierno en minoría que no va a ser capaz de sostener esta situación y creemos que, igual que hemos hecho en Madrid, podamos contar con la ayuda del PSOE a nivel estatal para modificar esta Ley. La otra opción es que desde el Ayuntamiento de Madrid, buceando en la Ley de Estabilidad Presupuestaria y de Sostenibilidad Financiera y en las mismas interpretaciones del techo de gasto de la Autoridad Fiscal Independiente (AIREF) y la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) podamos encontrar la manera de no renunciar a seguir realizando políticas de gasto que nos permitan seguir ofreciendo los mejores servicios públicos y sin necesidad de hacer recortes. Existen las fórmulas y las vamos a usar si es necesario.
En la línea de lo que indica el Manifiesto de Oviedo
Eso es. Madrid estuvo presente en la presentación del Manifiesto y como tantos otros municipios sabemos que existen otras maneras de hacer políticas y otras maneras de utilizar nuestros presupuestos. Está claro que los municipios grandes como Madrid tenemos una mayor responsabilidad por la visibilidad de nuestras acciones, pero esta es una batalla en la que estamos implicadas muchas personas de muchos municipios y debemos lucharla hasta el final.
Se ha publicado que los ayuntamientos del cambio están reduciendo su deuda a una media de 160.000 euros por hora ¿se están planteando otras políticas de gasto, más allá de la reducción de deuda?
Es cierto, pero aunque esos sean unos datos que parecen importar mucho, lo cierto es que reducir deuda no es nuestro objetivo principal. Lo que pretendemos es cumplir el programa electoral con el que llegamos a la alcaldía y eso supone incrementar de manera radical los gastos sociales. En el caso de Madrid hemos incrementado este gasto un 56% en sólo dos años. Y no hablo sólo de ayudas de emergencia social o la ayuda a los refugiados, también me refiero a gastos que intentan equilibrar las desigualdades entre barrios. En 2017 vamos a gastar casi 800 millones de euros en gasto social y lo que sobra es lo que dedicamos a reducir deuda. Al ayuntamiento de Madrid no le sale rentable desde el punto de vista económico reducir deuda, porque gran parte de esa deuda va ligada a productos financieros perversos como los SWAPS, contratados anteriormente por el PP, que hacen que reducir deuda anticipadamente no sea rentable en términos de ahorro en pago de intereses. Por lo tanto, hemos sido capaces de hacer las dos cosas, pero nuestro objetivo no es reducir deuda sino incrementar el gasto social.
¿Qué parte del presupuesto de Madrid se dedica a pagar deuda?
Pues ese es un dato del que nos sentimos muy orgullosos. Independientemente de que todos los días estamos pagando deudas ilegítimas, porque si la ciudadanía viera y comprobara por qué hemos llegado a estos niveles de deuda y lo que pagamos por los SWAPS seguramente les parecería vergonzoso que las estemos pagando, en 2017 va a suponer el 10% de nuestro presupuesto. Parece mucho pero es que cuando llegamos nosotros al ayuntamiento era del 33%, uno de cada 3 euros del presupuesto de los madrileños y madrileñas se iba a pagar deudas. El año que viene pagaremos entre intereses y capital unos 500 millones de euros, pero es que hemos llegado a pagar 1.500 millones. De esa diferencia y de nuestras reformas fiscales sale el dinero para que podamos incrementar el gasto social.
¿Qué opinas sobre el frente municipalista contra la deuda ilegítima y los recortes resultante del encuentro celebrado en Oviedo?
Me parece una gran iniciativa, porque esto no es un problema de Madrid, Barcelona o de los municipios pequeños. Es un problema que atañe a la mayoría de la población de este país. Yo creo que las mejores cosas salen con el trabajo colectivo y por lo tanto de este frente de municipios pueden salir cosas maravillosas, seguro que vamos a dar mucha guerra juntos.
Esta entrevista fue hecha de manera colectiva durante el I Encuentro Municipalista contra la deuda ilegítima y los recortes de Oviedo en noviembre de 2016 por: Jérôme Duval del Comité para la Abolición de las Deudas Ilegítimas (CADTM), Fátima Martín de Femenino Rural, Yago Álvarez de El Salmón Contracorriente, Irene Fornés de Radio Malva.