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Intervención en el Seminario Ideológico Internacional. Universidad Bolivariana de Venezuela el día 19 de julio de 2006

Las mujeres estamos enamoradas de la revolución bolivariana

Fuentes: Rebelión

Ante todo un abrazo solidario y revolucionario para nuestros delegados de todos los países hermanos, y para todas y todos los presentes los abrazo fuertemente. También quiero recordar que hoy 19 de julio cumpliría ¿cuántos años?, nuestro camarada Gustavo Machado fundador del Partido Comunista de Venezuela. Hace muchos años que nuestro camarada se fue, lo […]

Ante todo un abrazo solidario y revolucionario para nuestros delegados de todos los países hermanos, y para todas y todos los presentes los abrazo fuertemente.

También quiero recordar que hoy 19 de julio cumpliría ¿cuántos años?, nuestro camarada Gustavo Machado fundador del Partido Comunista de Venezuela. Hace muchos años que nuestro camarada se fue, lo sembramos como se dice ahora, pero está presente en nosotros, porque no solamente es fundador de nuestro partido, sino que fue un verdadero educador, formador de cuadros y de todo eso que nosotros siempre soñamos que debe ser un dirigente comunista. Entonces un recuerdo a nuestro querido camarada Gustavo Machado.

Bueno, quiero expresar también mi solidaridad y el apoyo a las acciones que se están llevando actualmente. La invitación que hizo nuestro Secretario General Oscar Figuera para la actividad del 25 en repudio a los ataques al Líbano y el sufrimiento a que somete el imperialismo norteamericano a los pueblos de Irak, al pueblo palestino y a todos los pueblos; yo digo a todos los pueblos del mundo; pero en este momento hay una situación muy especial con nuestros hermanos en Iraq y en el Líbano y en Palestina y nosotras desde aquí queremos expresarle nuestro amor, nuestra solidaridad y nuestra confianza en que tarde o temprano echarán de su tierra al imperialismo norteamericano para siempre.
Bueno, como es mi costumbre, yo voy a hablar de las mujeres. Nuestro partido me dio la oportunidad que le agradezco muchísimo de participar en este seminario, no he preparado una ponencia camaradas, solamente traigo algunas ideas, algunas reflexiones, algunas propuestas.

Quiero comenzar diciendo que que Lenín dice que la experiencia de todos los movimientos revolucionarios confirma que el éxito de la revolución depende del grado en que participen en ella las mujeres. Si, Lenín tenía razón, quiero decirles que el éxito de la revolución Bolivariana está plenamente garantizado porque aquí la participación de las mujeres es mayoritaria, decisiva en todos los aspectos de la lucha de la Revolución Bolivariana.

Destacar quiero la participación de nuestras mujeres en el 11, 12 y 13 de abril, cuando la reacción intentó detener nuestro proceso revolucionario, secuestró a nuestro Presidente y las mujeres se fueron a los cuarteles. Yo no tengo conocimiento de una experiencia igual, que las mujeres se fueran corriendo a los cuarteles y le exigieran a los soldados: ustedes tienen que unirse con nosotras: Yo creo que sintieron a nuestras mujeres a sus madres, a sus novias, a sus abuelitas; a todas sus mujeres y los soldados se vinieron con nosotros y pudimos juntos con nuestro pueblo armado, el pueblo desarmado, pero armado de fe, confianza, revolución pudimos rescatar a nuestro Presidente.

Yo quiero saludar especialmente esa presencia y esa participación de nuestras mujeres y decirles a nuestras hermanas y a nuestros hermanos que nos visitan de todos los países y de todos los partidos Comunistas que están presentes, y a nuestros hermanas y hermanos que este ejemplo y esa iniciativa y esa creatividad de nuestras mujeres el 11, 12 y 13 de abril se ha extendido por toda la patria venezolana de una manera verdaderamente extraordinaria.

Hay 18 Misiones: la Misión Barrio Adentro I, II y III que estamos desarrollando con el apoyo y la solidaridad de nuestros hermanos cubanos a quienes una vez más le agradecemos de todo nuestro corazón. También la Misión Robinsón cuando con una propuesta de una revolucionaria cubana enseñamos a leer y a escribir a millón y medio de venezolanas y venezolanos en un año. Estamos en la Misión Sucre de Educación Superior, en la Mercal dando de comer a millones de venezolanas y venezolanos, en la Misión Vuelvan Caras que es una Misión que nuestro Presidente dice que es decisiva, porque quienes aprenden a leer y a escribir no pueden luego salir sin ninguna opción de trabajo. La Misión Vuelvan Caras es para incorporar al trabajo a quienes van aprendiendo bien sea la lectura o la escritura o que siguen hasta el sexto grado o siguen en el bachillerato, etcétera. La Misión Hábitat, la Misión Guaicaipuro que es una misión destinada al rescate de nuestros indígenas. La Misión Zamora por la tierra. Porque aquí todavía existe un feroz latifundio. La Misión Piar, la Misión Identidad, porque la mayoría de los venezolanos no tenían identidad, se desconocía en donde estaban y quienes eran. La Misión Miranda con los Reservistas. La Misión Cultura. La Misión Ciencia. Pero les menciono estas Misiones para decirles que hasta el 70% de quienes integran muchas de estas Misiones son mujeres, mujeres de nuestro pueblo.

Quería explicarles también, que hemos alcanzado un alto grado de participación en los Poderes Públicos. En las Magistradas somos el 31% en alto cargo. En el Poder Ejecutivo el 29%. En el Poder Legislativo el 20% -yo tenía 25 pero aquí me escribieron el 20 ¡bueno! En el Poder Electoral el 57%. Estamos verdaderamente ascendiendo día a día en la participación en los Poderes Públicos.

Pero lo fundamental que quisiera reflexionar con ustedes en esta tarde, es ¿por qué ese enamoramiento, porque yo lo llamo así, las mujeres están enamoradas del proceso bolivariano ¿Por qué ese amor? ¿Por qué esa decisión? Por qué no se cansan, ni siquiera las que tenemos unos cuantos años encima de lucha, de revolución, de trabajo y de tener hijos, nietos y bisnietos y no nos cansamos, estamos en pie de lucha todos los días ¿qué es lo que llena nuestro corazón? Y es que podemos afirmar, dándole crédito a un planteamiento de Federico Engels que señalaba que por allá en la época que se pasa de la sociedad tribal al esclavismo, la mujer recibe su primera gran derrota con el Paso del Derecho Maternal al Derecho Patriarcal. Y algunos de los investigadores e investigadoras señalan en seis mil y otros en siete mil años proceso que señala Engels de dominación, de subordinación y de falta de derecho. Y nosotras apreciamos que ese proceso terrible, profundo de miles de años en que la mujer ha sido explotada, convertida en objeto sexual ha llegado a su fin en la Revolución Bolivariana ¿Por qué digo esto? Porque la principal manera de mantener oprimida a la mujer durante estos seis mil años estuvo en desvalorizar el trabajo que ella realizaba. En primer lugar se le destinó a estar en la casa, al cuidado del hogar: a lavar, cocinar, planchar, barrer, cuidar los niños, etcétera, y en segundo lugar se desvalorizó de tal manera ese trabajo que se llamó no trabajo, todavía se llama no trabajo.

Cuando usted habla de la fuerza de trabajo, dice quitando a las amas de casa y a los estudiantes; esa es la fuerza de trabajo. Es decir que el trabajo que las mujeres realizan no son reconocidas como trabajo aun hoy en todo el mundo, en todo el planeta; menos en la Revolución Bolivariana. En la Revolución Bolivariana la Constitución Nacional en su Artículo 88 dice: Que el trabajo del hogar crea valor agregado y produce riqueza y bienestar social y que por lo tanto el ama de casa tiene el mismo derecho que los demás trabajadores y trabajadoras asalariados a la seguridad social. Díganme ustedes si no puso fin la Constitución Bolivariana a la desvalorización de la mujer. Ya formamos parte según esta Constitución de esa clase obrera de la que aquí se ha hablado, las amas de casa son trabajadoras y por lo tanto tienen que ser incorporadas a ese ejército de la clase obrera quienes ustedes aquí han reafirmado que tiene la vanguardia en la revolución y que debe llevarla en el Siglo XXI según el Artículo 88 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Eso no había sucedido en ninguna parte, esto sucedió aquí y ahora comenzando el III Milenio, III de la era cristiana. Pero en este III Milenio nosotras las mujeres revolucionarias de Venezuela afirmamos que de aquí en adelante la historia de la mujer en la sociedad venezolana, en la sociedad latinoamericana y en el mundo será completamente diferente.

Nuestra Constitución no sólo reconoció el valor económico del trabajo del hogar y le da al ama de casa el derecho a la seguridad social como una trabajadora asalariada, sino que además incorporó el lenguaje no sexista desde el primer artículo hasta el final. Es decir que en Venezuela usted no puede hablar de los compañeros, usted tiene que hablar de los compañeros y las compañeras, no nos sentimos representadas en el hombre, sino al hombre lo representa el hombre y a la mujer la representa la mujer. Aquí hay que decir obligatoriamente ciudadano y ciudadana, es decir, que la Revolución Bolivariana nos visibilizó. Si es verdad aquello que siempre se dijo que detrás de un gran hombre hay una gran mujer. Aquí dijimos, hasta hoy; ahora es al lado del hombre está la mujer, y al lado de la mujer está el hombre; no está uno primero y otro después.

Y como si fuera poco, la Constitución estableció que nosotras tenemos el derecho a decidir los hijos y las hijas que podamos tener y mantener. No como se decía antes: los hijos que Dios me mande. No. Nosotros tenemos el derecho a decidir, es un precepto constitucional y el Estado a garantizarnos los medios para ejercer ese derecho.

Díganme ustedes si con estas conquistas históricas no van a estar las mujeres de Venezuela y el mundo enamoradas de la Revolución Bolivariana. Estamos enamoradas de este proceso y lo dicen las mujeres en las plazas y lo dicen en los campos y en las misiones y en las calles y donde quiera, porque nuestras mujeres se organizan. Voy a decirles, hay cantidad de nuevas organizaciones como los Comités de Protección Social Negra Hipólita que se encarga de recoger en la calle a los mendigos, bañarlos, arreglarlos. No es como antes, que decíamos que ese era el lumpen. Aquí no hay lumpen. Aquí si es drogadicto queremos salvarlo. Si es prostituta la queremos salvar. Si es un hombre que anda tendido en la calle lo queremos recoger, porque esta es una revolución que piensa en el ser humano y ser humano somos todos y todas.
Permítanme decirles que cuando yo voy a un país muy avanzado y veo la cantidad de gente durmiendo en la calle, yo digo ¿bueno y cómo es esto? Eso no son seres humanos. Ellos pueden estar ahí. No, aquí vale todo el mundo: el llagoso, el discapacitado, el negro, blanco, catire, indígena, asiático, el centroamericano; no importa ni siquiera la nacionalidad. Las personas que viven aquí en este país están amparadas por la Constitución Bolivariana y ese es el mensaje que queremos llevar al mundo, el amor de los seres humanos unos por los otros, y no es ningún sueño es una realidad. Esta Misión Negra Hipólita existe y las personas que eran drogadictas y las salvamos existen, y las personas que eran mendigos y están recuperados existen, y si existen en Venezuela que no es ningún país extraterrestre pueden existir en todos los demás países de la tierra.

Hemos creado los Comités de Usuarios para controlar la televisión y todos los medios de comunicación. La Misión Arbol, Comité Conservacionista., Comités de Cultura, Mesas Técnicas de Agua, Mesas Técnicas de Electricidad. Puntos de Encuentro con Inamujer. Red de Usuarias. Consejos Comunales. Estos Consejos Comunales agrupan a todos estos comités que cada día se forman más y más para dar respuesta a las necesidades de la gente en la base; porque nuestra Constitución establece la coparticipación, no es sólo el Estado el responsable; es el Estado y es la Comunidad y es el pueblo y es con participación ahora; porque nosotras soñamos con esa sociedad de iguales en donde seamos nosotras que nos podamos autogestionar, un Estado autogestionario.

Por eso nuestro Presidente habla del socialismo, las etapas y todo eso que nuestros grandes camaradas han planteado
aquí: las vías, las reflexiones; todo eso es válido; pero es necesario saber hacia donde se va y por eso hacia allá está el socialismo hacía dónde caminamos. Porque si tomáramos esas medidas sin saber hacia dónde vamos, estaríamos como estuvimos un tiempo un poco confundidos; y todo esto que hace Chávez para qué es. El comprendió el saber hacia dónde vamos. Vamos hacia el socialismo ahora. Y digo yo, no lo dice Chávez lo digo yo, y hacia el comunismo después.
¿Por qué? que otra cosa es el socialismo. Si todos comen y vamos a lograr que aquí todos coman. Si todos tienen derecho a la educación. Si todos tienen derecho a la cultura. Si todos son respetados como ciudadanos y ciudadanas. Si vivimos en una sociedad de cooperación ¿Cómo se llama esto? Eso lo llamo yo el comunismo. Y entonces, bueno él ha señalado el socialismo. Pero nosotros los que hemos sido comunistas de siempre, que le hemos entregado nuestra vida al comunismo y estamos dispuesto a seguírsela entregando soñamos con esa sociedad que un día será verdaderamente justa como lo canta y lo dice la Internacional.

Quiero decirles en Venezuela ese proceso que desde la base se da con todas esas organizaciones y muchísimas más, tiene fundamentalmente la participación de la mujer. Y mi petición a ustedes, a todas y a cada una; a los partidos Comunista especialmente que son los que han construido todo este sueño de la humanidad en el Siglo XIX, en el Siglo XX y lo siguen construyendo en el Siglo XXI que comprendan esto. Mientras siga siendo Partido sólo de hombres o mayoritariamente de hombres atrasarán el proceso revolucionario. La única manera es ganar a las mujeres, ganar a la mitad de la población que la constituimos las mujeres, porque la revolución y el socialismo es la obra de millones, no de millones de hombres sino de millones de hombres y de mujeres.

Ese es mi mensaje esta tarde. Muchas gracias.