LAS DELEGACIONES DEL CID Y SU PAPEL SOBREDIMENSIONADO DENTRO DE LA CONTRARREVOLUCION INTERNA. De manera abrupta y sospechosa, motivados unos por la búsqueda de un cuestionado protagonismo, tan propio de las vulgares vedettes de sórdidos espectáculos; movidos otros por la sed de dinero fácil proveniente del gobierno norteamericano y de supuestas fundaciones europeas para financiar […]
LAS DELEGACIONES DEL CID Y SU PAPEL SOBREDIMENSIONADO DENTRO DE LA CONTRARREVOLUCION INTERNA.
De manera abrupta y sospechosa, motivados unos por la búsqueda de un cuestionado protagonismo, tan propio de las vulgares vedettes de sórdidos espectáculos; movidos otros por la sed de dinero fácil proveniente del gobierno norteamericano y de supuestas fundaciones europeas para financiar a la traición; y, por último, esperanzados de encontrar una vía segura para lograr un «futuro próspero» en EE UU o en alguna capital de la veleidosa Europa, un centenar de aprovechadores de toda laya y oscuro pasado, se han coligado bajo la sombra del grupúsculo terrorista Partido Cuba Independiente y Democrática (CID), para venderse ante el mundo como supuestos luchadores por la libertad, creando insignificantes células en Ciudad de la Habana, Pinar del Río, Camagüey y en Palma Soriano.
No estoy seguro si están en pleno conocimiento sobre quiénes son sus patrocinadores desde Miami y si conocen en realidad el tenebroso pasado terrorista de los mismos o, simplemente, hacen dejación de ello para mantener a toda costa su sucio papel de buscavidas, a costa de servir a la contrarrevolución interna. Conscientes o no, estos grupúsculos son la expresión del viejo y frustrado sueño del CID y de Huber Matos de crear células dentro de la Isla para promover el derrocamiento de la Revolución Cubana por cualquier vía, incluso la violenta. Cuba conoce bien al traidor Huber Matos y nuestros órganos de seguridad, con la colaboración de todo el pueblo, ha neutralizado en varias oportunidades a estas células durante las décadas pasadas. Su viejo plan intenta repetirse y, como siempre, lo neutralizaremos.
En el trasfondo de su viejo empeño por derrocar a la Cuba de hoy, Huber Matos se ha convertido en uno de los más activos tergiversadores de la Revolución Cubana y de su historia, usando al CID y a la Fundación Huber Matos, a la contrarrevolución anti bolivariana en Venezuela, así como a sus acólitos oportunistas dentro de la Isla, como punta de lanza de la guerra mediática anticubana y contra el ALBA. La razón de su relanzamiento mediático está en la única motivación que mueve a los mafiosos de Miami: el disfrute de una parte de la respetable mesada que el gobierno de EE UU emplea, de múltiples formas, para subvertir el orden interior en Cuba y en Venezuela. En tal sentido, sin recato alguno, el blog del CID se convierte en bochornoso espacio para pedir dinero, supuestamente para ayudar a la «disidencia» interna cuando, en realidad, va a parar a los bolsillos de sus ilustres miembros del Ejecutivo Central del CID. En dicho blog, como vulgar limosnero, se declara: «el CID necesita de su apoyo económico que estará destinado a sustentar la ayuda que se brinda a los líderes democráticos dentro de la Isla y sus familias. Su apoyo también nos ayudará a profundizar las actividades de difusión que se realizan en el exterior ante Gobiernos y Parlamentos, los Organismos internacionales, las ONG’s y la opinión pública mundial. Puede realizar la donación presionando el botón «Donate» o dirigirla por correo normal a Cuba Independiente Y Democrática, 10020 SW 37 Terrace, Miami Fl, 33165″
Como la recaudación de fondos es uno de sus fuertes, ya que se ha acostumbrado a estirar la mano en busca de dinero en sus últimos viajes por Polonia, Honduras, Argentina y otras naciones, Huber Matos montó un evento recaudatorio, donde acudieron solo los incautos que sueñan bobamente con la idea quimérica de que «aquello se cae en cualquier momento», el pasado domingo 11 de abril. Allí, en el restaurante Las Vegas Cuban Cousine, en el Doral, Miami, se celebró un almuerzo auspiciado por el CID, aparentemente para recaudar fondos para sus delegaciones en Cuba, cuyos platos y bebidas fueron sazonados por las palabras serviles, vía telefónica, de dos de sus lacayos en la Isla: Katia Sonia Martín, coordinadora de la región occidental del CID y Roberto Marrero de la Rosa, Presidente del CID en Cuba. No hace mucho, el 18 de diciembre de 2009, por citar otro ejemplo, en su obcecada campaña para buscar dinero fácil y para mantener la hostilidad mediática contra Cuba, Huber Matos visitó a Polonia en compañía de varios contrarrevolucionarios residentes en Miami, entre los que se encontraban Calixto Navarro y Orlando Gutiérrez-Boronat, del Directorio Democrático Cubano; así como Sylvia Iriondo y Anolan Ponce, de MAR por Cuba. El objetivo aparente fue no solo buscar el apoyo del gobierno polaco y de los partidos Plataforma Cívica y Partido Ley y Justicia, a sus campañas desestabilizadoras en contra y dentro de Cuba, sino también buscar fuentes de financiamiento para mantener esa guerra mediática.
Huber Matos, por su parte, ha sido claro con sus apadrinados dentro de la Isla, instándolos a ser activos en la promoción de una supuesta represión en Cuba, creando provocaciones y montajes, como única forma de recibir sus indignas mesadas. En respuesta a ello, el pasado 25 de mayo de 2010, un grupo de vende patrias, encabezados por Hugo Damián Prieto Blanco, jefe de la insignificante delegación del CID en la Habana, montó una provocación contrarrevolucionaria frente al Capitolio de la Capital, la que fue desmantelada en solo unos pocos minutos por los vecinos de las áreas circundantes, quienes repudiaron a los provocadores, los que fueron hechos desaparecer del lugar, dejando atrás a un pueblo enardecido que lanzaba consignas a favor de la Revolución. No contentos con ello, un grupo de cinco servidores del CID marcharon a la casa de Prieto Blanco, encabezados por Katia Sonia Martín, coordinadora del CID Región Occidental, donde fueron nuevamente repudiados por los vecinos revolucionarios del lugar.
Estas actividades provocadoras y de creación de diminutos grupúsculos contrarrevolucionarios por parte del CID, vienen sucediéndose desde hace unos meses. El 20 de mayo de 2010 contrarrevolucionarios al servicio de Huber Matos inauguraron una nueva célula en Arroyo Naranjo, Ciudad de la Habana, que pasó a ser encabezada por Alfredo Montanos Ramos como delegado, Raúl Parada Ramírez, como vice delegado, así como por Flores Barroto, Ernesto Rodríguez López y Niurka de la Caridad Ortega Cruz. Cinco días antes, para citar otro ejemplo, un grupo de provocadores reunidos en la casa sita en calle 89 # 21410, entre 214 y 216, municipio La Lisa, recibieron «entusiasmados» un mensaje de Huber Matos, en el que los incitaba a continuar con su despliegue provocador.
El 8 de mayo de 2010 varios miembros del CID en Cuba, por orientaciones de Huber Matos y encabezados por su presidente nacional, Roberto Marrero La Rosa, viajaron hasta el barrio Las Mercedes, en Florida, Camagüey, para participar en un encuentro de contrarrevolucionarios, con vistas a crear un programa de provocaciones internas y divulgar las ideas de Matos sobre una supuesta e ilusoria transición en Cuba, contenida en un libelo conocido como «La Nueva República». El jefe de la célula en este municipio es Rubén Marín Cárdenas. Un día antes, Marrero La Rosa se había reunido con un pequeño grupo de contrarrevolucionarios en la Ciudad de Camagüey. En dicho encuentro, Marrero La Rosa reconoció la existencia de 11 células del CID a lo largo de la Isla, entre ellas una fundada el 2 de mayo pasado en San Juan y Martínez, en Pinar del Rio, integrada por una quincena contrarrevolucionarios y dirigida por José Antonio Martínez, así como por Esteban Ajefe Abascal, Reinaldo Perdigón Villafranca, Jorge Luis Pérez Ramos, Luis Alberto Ruia Calderón y Justo Martínez, ocasión en que fueron felicitados directamente por el cabecilla Huber Matos por vía telefónica.
Unos días antes se efectuaron varias reuniones para promover la creación de estas reducidas células del CID, promotoras de un supuesto discurso pacífico y reivindicatorio, pero potencialmente peligrosas de acuerdo a la concepción que Huber Matos ha tenido históricamente para su desempeño en Cuba. El propio 8 de abril de 2010, se efectuó en Minas, Camagüey, una reunión de estos contrarrevolucionarios entre los que se encontraban Roberto Marrero de la Rosa y Reinaldo Villafana Villavicencio, del Ejecutivo Nacional, así como el delegado municipal Raúl Hernández Loyoa, acompañado de Pedro Guillen Reza, Eliseo Pérez Díaz, Ángel Chacón Lastre, Erik Méndez Hernández y Juan Altero Oliva Nápoles. Una semana después, el 15 de abril de 2010, otros servidores del CID en Cuba se reunieron en la vivienda de Nivaldo Amedo Ramírez, sita en la calle 2da No 6, entre Oscar Lucero y Eduardo Chivás, en el reparto Oscar Lucero, Palma Soriano, provincia de Santiago de Cuba, para supuestamente recabar ayuda a varios presos «políticos», cuando en realidad se buscaba la forma de montar nuevas provocaciones contrarrevolucionarias en esa provincia oriental, bajo el auspicio de Agustín Alonso Parada, vecino de Calixto García # 317, entre Lora y Villuendas, municipio Palma Soriano, quien se desempeña como jefe del grupúsculo contrarrevolucionario.
Las provocaciones de las células del CID son cada vez más frecuentes y está claro que su agresividad obedece a una búsqueda desesperada de protagonismo ante otros grupúsculos contrarrevolucionarios dentro del país, para buscar un aparente prestigio y sucio financiamiento. El 24 de febrero de 2010 fueron detenidos varios dirigentes del CID en Ciudad de la Habana, al montar una nueva provocación en las inmediaciones de las calles Hospital y Neptuno, en el municipio Centro Habana, entre los que se encontraban Carlos Romualdo Purniel Ramos, Abdel Rodríguez Arteaga, Eurides Vázquez Mallet y Aimé Cabrales Aguilar y Ricardo Santiago Medina Salabarria.
El 25 de enero de 2010, otro grupo de casi treinta contrarrevolucionarios formaron una célula del CID en el municipio de Centro Habana, encabezados por Ricardo Santiago Medina Salabarria, jefe del provincial del CID en Ciudad de la Habana, ocasión en que también fueron felicitados por el cabecilla del CID, Huber Matos, y por su nieto, Huber Matos Garsault, estableciéndose la dirección de este engendro del CID con Katia Sonia Martin Veliz, a la cabeza, así como Lisbán Hernández Sánchez, Alexander Cala Reyes, Jorge Trimiño Benítez y Judith Vázquez Leiva. Casi veinte días antes, el 6 de enero de 2010, en horas de la noche, otro grupo de contrarrevolucionarios adheridos al CID montaron un show provocador en el parque de 21, de la barriada de Lawton, municipio 10 de Octubre, en el que participaron Carlos Romualdo Purniel Ramos, Alexander Hernández Pérez, Abdel Rodríguez Arteaga, Aimé Cabrales Aguilar, Juan Carlos Peña Naranjo, Roberto Fleitas Vega, Elpidio Rodríguez Casas, Jorge Alberto González Suzarte, Darién Brito González y Lisbán Hernández Sánchez.
Una de las tareas que les ha dado el ególatra cabecilla del CID ha sido el estudio del panfleto programático conocido como «Proyecto Nueva República», elaborado en el 2002, en el que se hace una burda apología al capitalismo de mercado y la descentralización de la economía; a la democracia representativa y su sistema judicial; la sustitución de los beneficios sociales por otros de nuevo tipo, tras la disolución del sistema socialista y la apologización de la propiedad privada; el retorno a la Constitución de 1940 bajo una forma enmascarada de una constitución provisional; la venganza y enjuiciamiento contra los líderes y militantes revolucionarios, así como la expulsión de todos aquellos extranjeros que hayan cooperado con la Revolución; el replanteo de la política agraria de la Revolución, es decir, la abolición de la Ley de Reforma Agraria y, de hecho, la defensa del latifundio; una nueva política internacional subordinada a los Estados Unidos; la aceptación de la privatización de los servicios públicos como la educación y la salud; la integración de la prensa nacional al Sistema Interamericano de Prensa, partiendo de una supuesta «democratización» de la prensa; una nueva legislación laboral basada en el sistema capitalista y la aprobación de «un sindicalismo libre»; aceptación de la práctica del deporte profesional con todas las corruptelas y marginaciones que presupone; y, por supuesto, la incorporación inmediata de los dirigentes mafiosos de Miami en la conducción del nuevo gobierno provisional.
Por otra parte, su viejo e insólito sueño de captar a combatientes de las Fuerzas Armadas y del Ministerio del Interior para volver sus armas contra el pueblo, acariciado también por muchos grupos terroristas como el Consejo Militar Cubano – Americano (CAMCO), la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), Consejo por la Libertad de Cuba (CLC), entre otros, ha fracasado de manera reiterada. Hoy, sin embargo, orienta a sus células actuales, realizar esta misma labor de penetración en nuestras FAR y el MININT.
LA OSCURA Y VERDADERA HISTORIA DEL CID.
Puedo, sinceramente, hablar de la oscura historia de Cuba Independiente y Democrática, pues tuve la oportunidad de encontrarme varias veces con Huber Matos en sus oficinas del 10020 SW 37 Terrace, Miami Florida 33165, con vistas a que yo participara como enlace entre él y sus supuestas células en Cuba y, a la par, me dedicara a la creación y difusión de las mismas por todo el país. Fue en 1998 cuando él, conspirando para llevar a cabo una serie de hechos violentos dentro de la Ia Isla, se adjudicó a sí mismo el seudónimo de «Liborio» y me concedió a mí el seudónimo de «Máximo Gómez». Dentro de mis misiones estaba la de trasladar la correspondencia entre Huber Matos y uno de sus representantes en Cuba, al que denominó «Carlos Manuel de Céspedes». Obviamente, el nonagenario cabecilla contrarrevolucionario parece ignorar que nuestra seguridad cubana cuenta con abundante material probatorio (incluidas cartas de su puño y letra, así como grabaciones de mensajes de voz) en que imparte a sus servidores en la Isla indicaciones para realizar actividades de sabotaje económico contra entidades estatales, buscar información sensible sobre nuestro país, especialmente la de buscar posibilidades de colaboración entre miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio de Interior con el CID, recabándoles armas y explosivos para ejecutar sabotajes; así como crear provocaciones de todo tipo y la instigación a la indisciplina social. Aún recuerdo aquella frase suya, manifestada ante mí y dos colaboradores suyos (Astorga y Alejandro «Tarzán»), que colocó en una de sus órdenes a sus servidores en Cuba: «No importa lo que haga: roben, quemen, destruyan, maten, si es preciso; lo importante es derrocar al tirano».
Ese es el verdadero rostro de Huber Matos. Aquel que empleó para conspirar contra la Revolución naciente cuando estaba al Frente del Regimiento 2, Agramonte, en la provincia de Camagüey. Aquel que lo llevó a ser juzgado en la causa 340/59. Aquel que supo ver claramente el embajador yanqui en la Isla en esos momentos y cuya caracterización envió al jefe de la CIA, Allan Dulles, en un telegrama numerado con la denominación 5034, y en el que se dice: » (…) Había en el exterior un número de batistianos que trataban de ponerse en contacto con la administración de Estados Unidos, pero ellos no eran de utilidad. Las mejores perspectivas se centraban entre los que originalmente habían sido partidarios de Castro, pero en tiempos recientes habían pasado a la oposición. Dio como ejemplos a Huber Matos y al jefe de la fuerza aérea (Díaz Lanz). Si Castro continuase en su actual curso, podría crearse alguna oposición de aquellos elementos dentro y fuera de Cuba. Pero no ha llegado la hora para eso, para nuestra más confidencial información, ya está haciendo los contactos con esas personas para su posible uso futuro.»
Luego de cumplir una abultada y merecida condena, obtuvo la libertad el 21 de octubre de 1979, trasladándose a Costa Rica y, posteriormente, a los Estados Unidos. Meses después, en 1980, Huber fundó la organización terrorista Cuba Independiente y Democrática (CID), en Caracas, Venezuela, con el apoyo de dos partidos políticos de Venezuela: Acción Democrática y COPEI, dedicándose a nuclear a su alrededor a terroristas como Nelsy Ignacio Castro Matos, Gaspar Jiménez Escobedo, Sixto Reynaldo Aquit y otros. Para él, la guerra sucia y el terrorismo han sido primordiales, en oscura conjunción con el narcotráfico.
Desde bien temprano, en 1981, se dedicó a difamar a la Revolución mediante La Voz de CID, violando a las propias leyes norteamericanas establecidas en ese país, por lo que fue sancionado por la Comisión Federal de Comunicaciones de los EE.UU. por operar sin licencia. Con esta larga experiencia de guerra ideológica, también se ha visto involucrado en sospechosas actividades que lo vinculan al narcotráfico.
Huber Matos se ha involucrado varias veces en planes de magnicidio contra Fidel Castro, apoyando operativos montados por Nelsy Ignacio Castro Matos, Gaspar Jiménez Escobedo y Luis Posada Carriles. Uno de estos tuvo lugar en 1981, en espera de la visita de Fidel a los funerales del presidente panameño Omar Torrijos, para lo que contrató al terrorista y asesino profesional Eduardo Guillén Guerra.
EL JEFE DEL CID, SOCIO DE TERRORISTAS.
Sus vínculos con los más prominentes terroristas asentados en EE UU se evidencian mediante sus contactos con gente como Sixto Reynaldo Aquit Manrique, conocido como el Chino Aquit, quien reside en el 11549 SW 5 street, Miami y cuyo teléfono es 305 – 227 1714, y cuenta con un amplio historial de terrorismo. Aquit fue sancionado en la Causa 155/62 a 20 años de privación de libertad, por haber cometido graves delitos contra la seguridad del estado en Cuba. Se fugó de la prisión en 1966 y recapturado dos meses después. Fue liberado en 1974. Luego de permanecer en Cuba varios años, logró salir de Cuba en 1980, durante la crisis del Mariel. Ya en Miami, se incorporó al CID, en donde escaló a un puesto como miembro del Ejecutivo Central en 1982. Posteriormente, en 1992, se integró al «Ejército Nacional Cubano de Liberación» y, como miembro de éste, participó en acciones terroristas contra Cuba y en la preparación de plantes para atentar contra Fidel en sus visitas al exterior. Un ejemplo de ello es que Aquit fue uno de los participantes del ataque con una ametralladora 50 al buque chipriota «Mikonos», perpetrado el 2 de abril de 1993, a sólo 7 millas del puerto de Matanzas. Dos meses después, en junio de 1993, se trasladó a Centroamérica para contactar a Luis Posada Carriles y conseguir un alijo de armas para continuar sus ataques a Cuba. Durante estos encuentros, se conoce que estableció contactos con miembros de las fuerzas armadas de El Salvador, Guatemala y Honduras.
Por último, Aquit fue descubierto in fraganti cuando se disponía a perpetrar un atentado contra la sede de la Asociación de Trabajadores de Cuba, en Miami, lugar en que estaban almacenadas veinte toneladas de alimentos y medicinas que serían traídos a Cuba por la Cuarta Caravana de los Pastores por la Paz. Condenado a cinco años de prisión fuera de la cárcel, dos en caución domiciliaria y tres bajo palabra, continuó realizando y promoviendo agresiones contra Cuba. Esa es la historia de este socio de Huber Matos.
Nelsy Ignacio Castro Matos ha sido uno de los connotados terroristas y cófrade de Huber Matos. Este terrorista ha involucrado con varios grupos extremistas como la Resistencia Nacional Cubana (RNC) y Partido Unión Nacional Democrática (PUND), al igual que la Junta Revolucionaria en el Exilio y la Coordinadora de Organizaciones Revolucionarias Unidas (CORU), durante sus primeros pasos en la décadas de los 60 y los 70. Fue, además, uno de los más agresivos jefes dentro de Cuba Independiente y Democrática (CID), promoviendo toda una gama de acciones contra Cuba, entre ellas atentados terroristas y creación de células dentro de la Isla con objetivos violentos y desestabilizadores. A partir de 1977 laboró en la DISIP, junto a Luis Posada Carriles y Orlando Bosch. En 1998 viajó a Centroamérica donde contactó a Posada Carriles, con la finalidad de ejecutar acciones de sabotajes en Cuba y planes de atentado contra Fidel Castro.
Amigo íntimo de Luis Posada Carriles, como ya señalamos, Castro Matos estuvo involucrado en varios planes de atentado contra la vida de Fidel, particularmente el intento de magnicidio en Panamá, durante la X Cumbre Iberoamericana, en noviembre del año 2000. Se conoce que fue también uno de los organizadores de la infiltración efectuada en la provincia de Villa Clara, el 26 de abril de 2001, donde las tropas Guardafronteras capturaron a tres terroristas que portaban cuatro fusiles AK 47 calibre 7,62 milímetros de fabricación rumana, un fusil M-3 norteamericano con silenciador, tres pistolas Makarov, abundante parque, visores nocturnos, medios de comunicación, así como 3 mil 28 dólares y 970 pesos en moneda nacional, entre otros medios, los que serían utilizados para ejecutar acciones terroristas dentro del país, entre ellas la voladura del Cabaret Tropicana y un plan de asesinato contra Fidel. Los detenidos, todos residentes en Miami, estaban vinculados a las organizaciones terroristas Comandos F-4 y Alpha 66, y mantenían amplios vínculos con la Fundación Nacional Cubano Americana. Luego de ser interrogados, reconocieron, mediante presentación de fotografías y videos, a los terroristas de origen cubano y residentes en Miami, Santiago Álvarez Fernández-Magriña, Nelsy Ignacio Castro Matos y Rubén Darío López Castro, como participantes en la dirección, organización y financiamiento de esta operación. Todos los señalados, son amigos del Jefe del CID.
A MANERA DE CONCLUSIONES
Todo parece indicar que existe una marcada tendencia dentro de los grupos terroristas y mafiosos radicados en Miami a aupar a las nuevas vedettes de la contrarrevolución interna, sobre lo que existen muchas evidencias. Para nadie es desconocido que el CLC le tendió la mano a Yoani Sánchez e, incluso, le regaló una medalla de poco valor, pero que la vincula a una organización cuyos miembros son extremadamente terroristas, en un comprometedor vínculo. Por su parte, terroristas como Santiago Álvarez, Luis Posada Carriles, Francisco José Hernández Calvo y Horacio Salvador García Cordero, entre otros, financian o apoyan de diversa forma la actividad de las Damas de Blanco. Todo esto, por supuesto, es cuestión de conveniencia y Cuba lo conoce.
Las diminutas delegaciones del CID, por su parte, reciben el apoyo de Cuba Independiente y Democrática y de su jefe, Huber Matos.
Todo esto, alerto, pone a los supuestos y actuales «luchadores por la libertad», «disidentes», «perseguidos políticos» o como quieran auto titularse, en una línea peligrosa y comprometedora: la de asociarse, a cambio de dinero, a gente que ha masacrado a su pueblo durante décadas y planean aún, en la más completa oscuridad, continuar desarrollando crímenes y actos de terror. ¡Cuidado, pues, ya que su conciencia tendrá que responder ante los 2099 cubanos asesinados por estos terroristas y los 3478 que aún mantienen abiertas las heridas en sus cuerpos lastimados!
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.