Así lo asegura el investigador del Instituto para la Protección y la investigación del Medioambiente (ISPRA) de Italia Ernesto Azzurro con ocasión de la conferencia del proyecto del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Interreg Mediterranean) MPA-Adapt, que se celebrará los próximos 4 y 5 de junio en Barcelona. Vista de los alrededores del […]
Así lo asegura el investigador del Instituto para la Protección y la investigación del Medioambiente (ISPRA) de Italia Ernesto Azzurro con ocasión de la conferencia del proyecto del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Interreg Mediterranean) MPA-Adapt, que se celebrará los próximos 4 y 5 de junio en Barcelona.
Vista de los alrededores del río Tárcoles, uno de los más contaminados de Centroamérica y que colinda con el bosque húmedo del parque Nacional Carara. EFE/Jeffrey Arguedas
El aumento de las temperaturas está provocando modificaciones drásticas en la estructura y funcionamiento de los ecosistemas marinos, y estos cambios «son muy rápidos y tienen lugar en todo el Mediterráneo».
Así lo asegura el investigador del Instituto para la Protección y la investigación del Medioambiente (ISPRA) de Italia Ernesto Azzurro con ocasión de la conferencia del proyecto del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Interreg Mediterranean) MPA-Adapt, que se celebrará el próximo cuatro y cinco de junio en Barcelona.
En el marco de esta iniciativa, en la que participan cuatro países (España, Croacia, Italia y Francia) y liderada por el Instituto de Ciencia del Mar de Barcelona del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), los investigadores han trabajado sobre cinco área marinas protegidas del Mediterráneo y han evaluado aspectos como la vunerabilidad de la biodiversidad.
Además han analizado los impactos socioeconómicos del cambio climático en estos espacios y han elaborado planes de acción con medidas de adaptación.
Amenaza climática
Las áreas marinas protegidas no detendrán la amenazas del cambio climático, pero «pueden servir como una herramienta poderosa para ayudar a reducir algunos de estos impactos y contribuir en los esfuerzos de adaptación de las áreas costeras» apunta la experta marina del Centro de Cooperación del Mediterráneo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), con sede en Málaga, Mar Otero.
El proyecto «Guiando a las áreas marinas protegidas del Mediterráneo era del cambio climático: construyendo resiliencia y adaptación» ha tenido una duración de tres años en los que se han consolidado normalizado protocolos de monitoreo de indicadores del cambio climático.
Entre estos protocolos destacan los destinados a dar voz a colectivos como pescadores y submarinistas gracias a más de 500 entrevistas en nueve países de la cuenca del Mediterráneo.
Además del CSIC, ISPRA, IUCN-Med, en el proyecto han participado el Parque Nacional de Brijuni (Croacia), el Área Marina protegida de las Islas Pelágicas (Italia), el Área Marina Protegida de Portofino (Italia), el Parque National de Port-Cros (Francia) y la Agencia de Medioambiente de Córcega (Italia).