Recomiendo:
0

[Crónicas sabatinas] Más acá y por debajo del nacionalismo, soberanismo y secesionismo excluyente

Las tesis del PSUC sobre el tema-monotema y la realidad (real) de EUiA

Fuentes: Rebelión

Qué tiempos felices aquellos en los que nadie dudaba de que la ideología dominante era la de la clase dominante, y no perteneciendo nosotros a ella podíamos incluso abominarla, sin problemas de conciencia. José Batllo (1995) [1]   No soy el único que ve con consternación y alarma las tendencias sociales del mundo contemporáneo. El […]

Qué tiempos felices aquellos en los que nadie dudaba de que la ideología dominante era la de la clase dominante, y no perteneciendo nosotros a ella podíamos incluso abominarla, sin problemas de conciencia.

José Batllo (1995) [1]

 

No soy el único que ve con consternación y alarma las tendencias sociales del mundo contemporáneo. El abismo que separa a los ricos de los pobres y a los países desarrollados de los subdesarrollados se ensancha, el medio ambiente es destruido y se cierne sobre el mundo la amenaza de la aniquilación. Los problemas sociales y políticos a que nos enfrentamos son urgentes y vitales. No creo que se favorezca esta causa con concepciones que ven la ciencia como una conspiración capitalista masculina o como algo que no es posible distinguir de la magia negra o el vudú.

Alan Chalmers (1990) [2]

 

Ahora, cuando hablamos de fraternidad, creo que nuestra sociedad es realmente una sociedad fraternal. Cuando liberamos al hombre de la opresión, de la explotación, de la esclavización en unas determinadas condiciones sociales, le garantizamos no solo su libertad, sino le garantizamos su honor, su dignidad, su moral, en dos palabras: su condición de hombre. No puede hablar de libertad una sociedad de clases donde existan atroces desigualdades y donde al hombre no se le garantice siquiera la condición de ser humano. Eso se le puede ir a preguntar a un poblador en cualquiera de las villas miseria de América Latina, a un negro en Estados Unidos, a un pobre en cualquier parte de las sociedades capitalistas en el mundo de hoy. Estas son mis más profundas convicciones. Entiendo que amor al prójimo es solidaridad.

Fidel Castro

 

Antes de entrar en explicaciones y en la temática de hoy, una sugerencia muy sentida: no se pierdan la conversación de Miguel Riera con Miguel Candel, un invitado frecuente en estas sabatinas, en la revista El Viejo Topo del mes de diciembre. Vale su peso en lucidez, conocimientos y claridad analítica. Un paso breve para abrirles el apetito: «Todos los estados son artificiales y ninguna nación es producto de la naturaleza. Sólo cabe buscar equilibrios que faciliten al máximo la convivencia entre grupos humanos culturalmente heterogéneos cuya propia diversidad, para ser sostenible, exige un mínimo de unidad política. Fuera de las selvas amazónicas y algunos otros hábitats anclados en los márgenes de la historia, no existen naciones étnicas, sólo naciones políticas.»

La primera cita de las elegidas es un pequeño y merecido homenaje a alguien a quien quisimos y admiramos. Recuerdo la afabilidad y generosidad con que nos acogió hace más de 20 años en su casa-librería Taifa en la presentación de Acerca de Manuel Sacristán y también, pocos años después, cuando presentamos otro libro en torno a las concepciones metafilosóficas del autor de Las ideas gnoseológicas de Heidegger. Y sin pagos por el uso del espacio.

La segunda cita creo que viene a cuento: yo tampoco creo que se favorezca la causa, la urgente y vital causa de oponernos a los problemas sociales y políticos que señalaba el gran y racionalmente temperado filósofo de la ciencia Alan Chalmers hace ya más de 25 años (a los que habría que sumar algunos problemas nuevos y de peligrosidad creciente) separándonos, escindiéndonos, rompiéndonos en pueblos y comunidades enfrentadas. Lo contrario es lo verdadero (Tampoco, por supuesto, ubicándonos en el nuevo paradigma de la post-verdad, sean cuales sean las coordenadas imprecisas de esta nueva moda político-gnoseológica)

(Por cierto, hablando de verdades y dicho sea entre paréntesis. El siguiente texto es un tuit de Francesc Homs, el portavoz del PDECAT -la ex CDC- en el Congreso: «Volem festa per la Constitució per recordar que limita o impedeix: el català a l’escola, posar urnes, ajudar qui més ho necessita…» [Queremos fiesta el día de la Constitución para recordar que limita o impide: el catalán en la escuela, poner urnas, ayudar a quien más lo necesita…]. ¿Impide o dificulta la Constitución de 1978 el catalán en la escuela en una sociedad, probablemente la única en el mundo con este sistema, donde se ha impuesto la mal llamada «inmersión lingüística» en catalán y generalizada (no en colegios de élite como Aula, donde estudiaron por ejemplo Artur Mas y sus hijos)? ¿Impide el uso de las urnas en un país en que votamos una o dos veces por año? ¿Impide ayudar a los que más lo necesitan? ¿Cabe una afirmación así en alguien que formó parte de los gobiernos Mas, aquellos que tomaron el neoliberalismo -lo público era rancio e ineficaz- como cosmovisión indiscutible al servicio «de los mejores», como norma de vida y de hacer política (para los otros, los más desfavorecidos, no para los suyos), arremetiendo contra el PIRMI, la educación pública, la sanidad (que no era un derecho) y mil asuntos más? ¿Sigue siendo portavoz parlamentario después de hacer escrito una barbaridad así? ¿De qué nos puede dar lecciones personas como él? «Todo vale», «miente que algo que queda», ¿es ese su programa de acción, su norma básica para todos los días del mes, del año y de la vida?)

La tercera cita no necesita explicación. Conviene seguir recordando a alguien (y con él una historia de dignidad y esfuerzo) que merece se recordado. Lo que no implica, de ninguna de las maneras, que endiosemos a quien no era ningún Dios, alguien que, como casi todos, cometió errores y dijo alguna torpeza de cuando en cuando. ¿Quién no? Pero no es eso, de ninguna de las maneras, lo que destaca en el balance.

El tema, con regreso al pasado. Vale la pena hacerlo sobre todo cuando desde ámbitos muy cercanos al «secesionismo (a veces ocultado) de izquierdas» (¿y eso qué será si lo pensamos sin prejuicios?) se habla de construir un nuevo PSUC para el siglo XXI (o formulaciones muy afines).

Como veremos, alegrémonos, no todo son voces de la misma cansina melodía (más o menos disfrazada). El federalismo abierto y fraternal, y de cara, tiene su historia y sus defensores en .Cat.

Aunque fueran derrotadas por Nuet y los suyos en el último encuentro de de EUiA (dudo que las leyeran o escucharan con atención, no están para «estas tonterías analítico-formales; ellos lo saben todo), las tesis sobre el tema-monotema del PSUC Viu, la organización, el meritorio partido que sigue cultivando el legado y las aspiraciones político-cuturales del PSUC (nada que ver con la «Fundación PSUC», en usual silencio y congelación, y en manos de ICV), parecen sensatas y próximas a lo que han venido defendiendo las tradiciones emancipatorias. Aquí y allí. Eso sí, con el lugar común -proveniente del franquismo durante el cual tal vez tuvo su justificación, si bien nunca ha sido pensado posteriormente de manera suficiente- de la reivindicación del derecho de autodeterminación para una Cataluña que nada tiene que ver, a día de hoy, con un país oprimido.

«Por un proyecto federal, republicano y de clase», un texto del  Comité Central del PSUC viu fechado el 28 octubre de 2016, fue presentado a esa reunión, a esa Asamblea de EUiA a la que antes hemos aludido.

Las consideraciones del escrito:

Desde el PSUC viu, se señala, «nuestra determinación desde el inicio del proceso asambleario de EUiA ha sido clara, dar la palabra y la decisión final a los afiliados y las afiliadas, haciendo un debate lo más amplio posible en las asambleas de base». Esa ha sido, sin duda, la aspiración, pero, puedo afirmarlo por experiencia propia, el desarrollo asambleario de EUiA, no hablo del PSUC viu, está lejos de cualquier escenario real que tenga que ver con lo señalado. Entre el deseo y la realidad siglos-luz de distancia en este caso. Siglos, no años.

En la misma línea, prosigue el CC del PSUC, «siempre hemos defendido la necesidad de que EUiA avance hacia su configuración como Movimiento Político y Social, es decir, una formación política basada en la pluralidad ideológica, en la unidad en la lucha, en la democracia participativa y que sea realmente un instrumento para la transformación social». Como en el caso anterior, la manifestación de un deseo no alcanzado. Empero, por lo que tengo entendido, la dirección actual de IU está manos en la obra. Que no sean sólo palabras.

Para lograr este reto, afirman, «tenemos que volver a ser los máximos defensores de los derechos civiles, sociales y laborales conquistados», en su mayor parte por las clases trabajadoras, «haciendo que EUiA sea una herramienta útil por el activismo». La tarea, teniendo en cuenta la dirección actual de la organización a la que se hace referencia, es casi sobrehumana. «Tenemos que situar en el horizonte de nuestro trabajo político el impulso de las diferentes luchas conjuntamente con los sindicatos, los movimientos sociales y las plataformas sociales como resistencia de hoy, y también, para construir la alternativa de mañana». Se habla de sindicatos, no de la CONC, un sindicato cada vez más nacionalista y dependiente de «las instituciones» (sin negar la admiración por lo que es el trabajo de su militancia honesta y entregada). Nada que ver con ningún contrapoder.

En el ámbito nacional, haciendo referencia con nacional a Cataluña, «durante el último periodo, desde EUiA se ha defendido un proyecto de carácter confederal o casi independentista, según interesaba, oponiéndose a toda corresponsabilidad con el proyecto federal de IU». Con mayor claridad, imposible. La dirección de EUiA, con Nuet como protagonista destacado, pero no es el único, ha estado presente en diversas concentraciones secesionistas, conmoviéndose hasta las lágrimas cuando ha oído a la ex presidenta de ANC, la actual presidente del Parlament (¡que bien paga el secesionismo a sus portavoces!), afirmar que España es una nación imperial-esclavista, que Cataluña es una nación esclava de España, que los catalanes, todos nosotros, sin distinción, somos esclavos no de Pujol, Fainé, Godó, Sumarroca o Millet, sino de España y los españoles.

El programa surgido de la Conferencia Nacional de EUiA, «que desdibujaba las tesis de la 6ª Asamblea Nacional bajo el nombre de la República Catalana», una república alejada de la tradición de la II República española, representa «un proyecto enfrentado al federal y internacionalista que representa IU». Con toda evidencia, sin ningún atisbo de duda. El ejemplo más palpable, recuerdan, «fue el nefasto capítulo de las elecciones del 20D, de donde surgió un movimiento de asambleas de base caracterizado por la defensa del proyecto federal, republicano y de clase, plenamente coincidente con nuestras tesis congresuales», proyecto y movimiento que, por supuesto, la dirección NS [nuetista-secesionista] de EUiA se pasó por la entrepierna mientras entonaba els Segadors y recordaba la necesidad de que Cataluña volviera a ser «rica i plena», un ideario, como habrán observado, absolutamente fraternal y rojo-muy-rojo.

Por lo tanto, recuerdan los amigos de un PSUC bien vivo, «en línea con nuestras propuestas de defensa de una estrategia de ruptura en el ámbito político y de una forma de organización que supere la EUiA partido político y avance hacia la configuración de un Movimiento Político y Social». Aparte de las mayúsculas, ¿qué podemos objetar? ¿No se trata de ahondar en ese camino creando, poco a poco, unidad popular federalista unida al resto de pueblos y ciudadanos españoles?

Desde el PSUC viu, proclaman, «se contribuirá a la construcción de una nueva mayoría en base a unas tesis y de una candidatura que representen el proyecto de la izquierda transformadora, federal, republicana, feminista y de clase en Catalunya y corresponsable con el proyecto que representa Izquierda Unida». Evidente, central, básico, como el aire que exigimos trece veces por minuto, como la afirmación de que el siguiente de 1917 es 1918 no 1991. A la vez que consideran que «la confluencia se tiene que construir desde la autonomía de las organizaciones, los acuerdos guiados por el principio del consenso y la unidad programática, respetando siempre la pluralidad ideológica de las diferentes organizaciones políticas que las compongan». Un comentario en clave interna, intentando enseñar a los que no quieren aprender nada porque son «mayoría», mayoría aplastante desde luego.

En conclusión, «y desde la firme voluntad de que el proyecto de EUiA vuelva a sus orígenes fundacionales, salga más fuerte y vuelva a la claridad en su discurso, trabajaremos para construir esta alianza con el conjunto de las pluralidades con las que coincidimos en el camino de la construcción de una renovada EUiA».

Que así sea aunque la tarea es más que difícil. Pero hay que soñar, desde luego, organizarse y luchar. Eso sí, parece evidente que IU, la IU del conjunto de España, debería tomar consciencia de que la EUiA, con su dirección actual, tiene muy poco que ver con sus finalidades políticas federalistas. Entre la República federal y Cataluña, la actual EUiA, que de alternativa no tiene nada de nada, elegiría (está eligiendo) Cataluña. ¿Y qué significa esa elección? En el fondo, no contradecir la ideología dominante, hablar por hablar y puestos bien retribuidos en las instituciones. Roma siempre ha pagado muy bien a sus fieles y a sus asimilados. Y ellos lo saben.

Siete notas finales:

1. Parece una broma grouchomarxista pero no lo es. El gobierno de la Generalitat de Cataluña, el que intenta llevarnos pasito a pasito al choque de trenes con lesiones y lesionados que no se ubican entre «los suyos», decidió enviar a los actos del 6 de diciembre a un alto cargo de la conselleria de Exteriores. Como si España fuera un país extranjero. Un ejemplo de su racionalidad política.

2. Carles Puigdemont, el presidente de la Generalitat catalana, puso hace días como ejemplo pro doma sua el referéndum italiano. Como señaló un lector en el global del pasado viernes 2 de diciembre: Renzi, ningún santo de mi devoción por supuesto, impugnó el referéndum de secesión -¡en Italia!- que había planeado el Consejo Regional del Véneto por: a) ilegal, b) contrario a la Constitución italiana.

3. ¿Se acuerdan de las encendidas proclamas neoliberales de Andreu Mas Coell cuando fue conseller de Economía de la Generalitat de Cataluña? ¿Recuerdan su lección inaugural en el Círculo de Economía en 2011? Está en la red. Resumo: 1. Lo público tiende a expandirse como los gases. 2. Hay que pararlo sea como sea. 3. Aprovechen, dirigiéndose a los empresarios, de este momento de crisis y hagan su agosto. Luego, como político en acción, hizo lo que hizo y lo que mandó hacer. Pues bien, el pasado viernes, en un artículo -«La hora de la investigación»- firmado con Francisco Luzón, el que fuera vicepresidente o cargo afín del Banco de Santander, afectado ahora por una «enfermedad minoritaria», decía cosas como las siguientes: «Las autoridades públicas españolas deben aumentar sustancialmente la financiación de la investigación biomédica en enfermedades minoritarias (también llamadas raras, pero minoritaria es una traducción de rare más apropiada)». Entre sus razones: «En cuarto lugar, hay que repetir lo ya sabido [SLA: ¡repetir lo ya sabido! Quina cara senyora Clara!]: no podemos dejar al mercado la provisión de la investigación necesaria, por la simple razón que la rentabilidad de mercado, en contraste a la social, no está garantizada. Mejor dicho, está prácticamente garantizado que esa rentabilidad no existirá…» ¡Cómo acaba de leer! Más aún: «En quinto lugar, una constatación: la inversión en investigación en enfermedades minoritarias es un bien público internacional. El conocimiento adquirido en un país es útil para toda la humanidad y dado el carácter minoritario es probable que el nivel crítico de investigación requerido solo se alcance con esfuerzos a nivel internacional. La situación no es muy distinta a la del cambio climático…» ¿Como se les ha quedado el rostro? Este quinto argumento lo remata Mas Colell con las siguientes palabras: «El nivel de la biomedicina española es elevado. No solo debemos sino que podemos participar a fondo en las redes que harán posible este esfuerzo. Estamos preparados». Biomedicina española, no biomedicina del Estado español. Ahora no toca hablar así.

4. Gerardo Pisarello, el primer teniente de alcalde de Barcelona, dirigente de B en comú, no trabajó el pasado 8 de diciembre, el día de la Inmaculada hizo fiesta, pero sí, en cambio, el martes 6 de diciembre, el día de la Constitución. Sus «razones»: «En los últimos años se ha desvirtuado la Constitución. Se han incumplido muchas de las garantías. El Tribunal Constitucional se ha convertido en una herramienta partidista dirigida a castigar a los adversarios políticos del PP. La celebración es pura hipocresía». ¿Entienden el argumento? ¿Se colige lo que dice inferirse de la descripción señalada? La cosa no cuadra. ¿Qué hay además en los presupuestos que no se explicita? Les señalo algunas pistas: 1. La C78 es española. 2. La CE78 no reconoce el derecho de autodeterminación de «pueblos oprimidos» como el catalán. 3. Se está, aunque no se diga explícitamente, por el secesionismo y a ver qué pasa. 4. Rige la política del atrapalotodo: atrapa todos los votos posibles a babor y estribor. 5. Hay que quedar bien con las fuerzas nacionalistas (ERC, CUP, DECAT, Demòcrates, ex Unió), hay que estar a su altura y cerca de sus aspiraciones. 6. Hay que liarla, hay que dar (mal) ejemplo a la ciudadanía. En .Cat mola mucho. 7. El 8, el nacional-catolicismo, también el catalán, es intocable. De eso no hay que hablar. En síntesis: todo vale contra España.

5. Tomo pie en las declaraciones de Lluís Rabell a EFE reproducidas por El País .Cat del pasado 5 de diciembre. La convocatoria de un referéndum de independencia en Cataluña en septiembre es demasiado prematura y comprometida, declaró el presidente del grupo parlamentario de CSQES (que en el pasado debate de política general acordó con Junts pel Sí una resolución que instaba a convocar una consulta secesionista). Añadió, además, que era necesario una amplia mayoría en la que estuvieran sindicatos, movimientos sociales y otras entidades. «La unilateralidad del referéndum o su calendarización es entrar en la lógica de la confrontación sin garantías de ganarla». ¿Pero cuál es la posición de CSQES? ¿Están o no están por una España federal? ¿Defienden o no defienden la secesión de Cataluña? Si hubiera garantías de ganar el referéndum, ¿habría que apostar entonces por el choque de trenes? ¿Qué cultura federalista se está generando desde este colectivo al que muchos federalistas, nada que ver con el secesionismo, hemos apoyado electoralmente? ¿Nos representan o ya no nos representan? Más aún: ¿nos representaron alguna vez?

6. Un comentario indignado de la historiadora María Cruz Santos Santos: «Este estilo demagógico… Los intelectuales siguen definiendo la política mirando los años 30. En la frutería se habla de que los políticos, los de ahora, sin distinción de izquierdas o derechas: sólo se preocupan de llenarse los bolsillos y salirse con la suya. Esos políticos sólo pisan la calle en las elecciones, no han trabajado en empresas y hablan de lo que necesitan. No se han levantado a las 5 para ir a trabajar (tal vez para ir a esquiar) y hablan de reforma laboral. No han dado una clase de ESO, de primaria, ni siquiera de macramé (¿por qué siempre nos sale el macramé?) y reforman la enseñanza en cada legislatura. No han limpiado un culo a alguien con incontinencia, y hablan de lo que necesitan los cuidadores y no hacen nada… De esto se habla en la frutería y no de Hitler o Mussolini».

Cuenta También una historia real, la de Cristina: «En paro, padre recién muerto, madre que está pero no está. Dos hermanos haciendo su vida. Un hermano en casa con trastornos de conducta. Una hermana discapacitada y violenta. Y tiene que devolver 9.000 € de la dependencia. Explicación de los políticos: se los dieron de más, hubo un error al cambiar las reglas de juego (a favor de Bankia y otros). Para Cristina es «¡y qué voy a hacer!». Está de los nervios, acelerada. Seguro que si se la encuentra Monedero le recomienda que se calme. No me extraña que se quiera probar algo nuevo porque de lo viejo ya estamos hartos».

7. Una advertencia-reflexión, que no debería pasarse por alto, de Juan Francisco Martín Seco: «Quizás en este dislate ideológico y organizativo se lleve la palma Podemos. Desde su mismo nacimiento ha mantenido una postura harto ambigua en sus planteamientos territoriales, hasta el punto de metamorfosearse en cada región en una naturaleza e incluso en unas siglas distintas. Esta postura camaleónica le ha podido producir réditos electorales a corto plazo, especialmente en las Comunidades con fuerzas nacionalistas, pero a largo plazo les adentrará en muchas contradicciones. Es difícil no quedarse pasmado al contemplar a toda la plana mayor de una formación política que pretende situarse en el extremo de las izquierdas y que ha criticado reiteradamente los aforamientos manifestándose a la puerta del Congreso porque se va a conceder el suplicatorio a un diputado de la antigua Convergència, partido muy progresista, acusado de prevaricación. Las primeras víctimas de este proceso disgregador pueden ser los propios partidos que lo están propiciando. Los electorados terminan castigando en las urnas a aquellas formaciones políticas que tienen discursos diferentes según las regiones»(http://www.republica.com/contrapunto/2016/12/01/la-desintegracion-de-la-izquierda/#)

Hasta la próxima con una duda y un temor creciente: ¿creen que se extiende el cantonalismo por nuestro país?, ¿cómo interpretar que algunos colectivos exijan que Andalucía sea soberana?, ¿llegarán también a Murcia los deseos de «soberanía y autodeterminación»? Puestos: ¿y a Cartagena? Contribuyo. Un giro de 360 grados, a estos vientos de dispersión: la provincia de Barcelona genera, por término medio y con datos anuales variables, el 75% de la riqueza de Cataluña, paga el 79% de los impuestos y acoge el 74% de la población. Pero ¡sólo recibe en torno al 65% de las inversiones! ¡Qué escándalo! ¡Recuperemos la antigua soberanía del condado de Barcelona ante el expolio fiscal al que el resto de Cataluña nos somete! Barcelona is not Catalonia!

PS. Es breve pero vale la pena y tiene mucho que ver, como sabemos con la historia del PSUC. ¡Que vivan en nuestra memoria y en nuestra admiración las Brigadas Internacionales! https://www.diagonalperiodico.net/saberes/32485-brigadas-internacionales-80-anos.html

Otra recomendación: una entrevista sobre los bancos de alimentos y asuntos relacionados: https://directa.cat/amb-bancs-daliments-se-subvenciona-de-forma-perversa-gran-industria-alimentaria

Notas.

1) Tomado del artículo de Gregoria Morán, ¿Existió de verdad José Batlló? La Vanguardia, 3 de diciembre de 2016.

2) Tomado de Alan Sokal, Más allá de las imposturas intelectuales. Ciencia, filosofía y cultura, Barcelona, Paidós, 2007 (traducción de Miguel Candel), p. 143.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.