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Libro revela crímenes de la empresa Monsanto

Fuentes: Radioagencia NP

(1’45» / 413 Kb) – Las supuestas irregularidades de la multinacional estadounidense Monsanto ahora son asunto de un libro y de un documental. «El mundo según la Monsanto» es el nombre dado a las dos obras de la periodista francesa Mari-Monique Robin. La profesional relata las artimañas usadas por la empresa para divulgar estudios científicos […]

Clique aqui para ouvir(1’45» / 413 Kb) – Las supuestas irregularidades de la multinacional estadounidense Monsanto ahora son asunto de un libro y de un documental. «El mundo según la Monsanto» es el nombre dado a las dos obras de la periodista francesa Mari-Monique Robin. La profesional relata las artimañas usadas por la empresa para divulgar estudios científicos dudosos sobre sus pesquisas y productos. La Monsanto produce 90% de las semillas transgénicas que son plantadas en el mundo.

En las obras hay testimonios inéditos de científicos, políticos y abogados. La periodista relaciona la expansión de los granos de la empresa con suicidios de agricultores en la India y detalla las relaciones políticas de la Monsanto que permitieron la liberación del plantío de transgénicos en los Estados Unidos. En 2007, había más de 100 millones de hectáreas plantadas con semillas genéticamente modificadas en el mundo.

En Brasil, ecologistas y movimientos sociales cuestionan los procedimientos de la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CNTBio), responsable por la liberación del maíz MON810, producido por la Monsanto. Según estas entidades, el informe presentado por la empresa no garantizaba que el producto era seguro para ser cultivado.

A comienzos de marzo, la Vía Campesina -organización que reúne movimientos de los cuatro continentes, destruyó una plantación de maíz transgénico en un campo experimental perteneciente a la empresa, localizado en el estado de San Pablo. La acción tenía como objetivo protestar contra las supuestas irregularidades de la empresa. Según la organización no gubernamental Greenpeace, más de 80% de los brasileños están contra el plantío de transgénicos.