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Limusinas en Copenhague

Fuentes: Petrolio, uno sguardo dal picco

Traducido para Rebelión por Gorka Larrabeiti

Luego dirán que una es catastrofista. Sin embargo, ¿cómo se puede tener confianza en quien decide y esperanza en el futuro ante tan proterva cortedad?

Cuenta el Telegraph que el número de limusinas que circulaban en la Cumbre de Copenhague superaba la cifra de 1.200. No había suficientes en toda Dinamarca para satisfacer la demanda, así que tuvieron que pedirlas de las «cercanas» Alemania y Suecia, recorriendo cientos de kilómetros, todo con tal de contentar a los peces gordos (digámoslo en estilo El Padrino, que viene al caso).

Al aeropuerto llegaron nada menos que 140 jets privados, y como todos juntos no cabían, descargaban sus pasajeros para luego aparcar en Estocolmo, mientras esperaban a recoger de nuevo a sus líderes. Nuestro querido Obama se fue a Oslo para recibir el Nobel; luego se concedió una escapadita a Washington para volver a atravesar el Atlántico de vuelta a Copenhague, que está a sólo dos horas de Oslo.

En los hoteles de 1000 euros por noche, se consumía foie gras, ostras y tartaletas de caviar. Todo muy sostenible.

Por suerte hubo quien usó los coches híbridos en la cumbre y nos alegramos por ello. ¿Cuántos coches de estos había?

Cinco.

Fuente: http://petrolio.blogosfere.it/2009/12/a-copenhagen-in-limousine.htm