Más allá de titulares equívocos [1]. El PP, sin interpretación razonable alternativa, ha tomado la presidencia de la diputación de Álava con los votos del PSOE con quien de hecho gobierna en Euzkadi. La pinza del neoliberalismo y del llamado social-liberalismo. Posiciones gemelas o muy cercanas en numerosos asuntos, en temas esenciales. No es ese […]
Más allá de titulares equívocos [1]. El PP, sin interpretación razonable alternativa, ha tomado la presidencia de la diputación de Álava con los votos del PSOE con quien de hecho gobierna en Euzkadi. La pinza del neoliberalismo y del llamado social-liberalismo. Posiciones gemelas o muy cercanas en numerosos asuntos, en temas esenciales.
No es ese el tema. Mientras la dirección federal de IU habla de sanciones por lo sucedido en Extremadura no dice nada -o dice que es distinto porque Ezker Batua ha podido votarse a sí misma- sobre lo sucedido en la diputación de Álava.
Y lo sucedido, no solo según la información de Xavier Agirre, de la dirección alavesa del PNV, que ha dado nombres y apellidos, 39 en total, sino según Mikel Arana, coordinador general de EB, es que los o las junteras elegidas, Mertxe Etxezarreta es su portavoz (ha amenazado con llevar al PNV a los tribunales: ¡a ver en qué queda!), es que las negociaciones para apoyar la candidatura de Agirre a la presidencia de la diputación alavesa, que ya contaba con los votos de Bildu, fracasaron no por principios, vindicaciones o desacuerdos programáticos sino porque el candidato peneuvista se negó a aceptar la petición, exigencia, chantaje, infamia clientelar (pueden escoger según su preferencia) de la portavoz de los representantes de Ezker Batua.
Tal vez haya más nudos en este poliedro, que como todos las formas políticas tiene mucha caras, pero por lo que sabemos ya huele mal, muy mal, y no precisamente en Dinamarca ni tampoco en Extremadura desde luego.
¿Qué tendrá que ver todo esto con los valores de la izquierda?
¿De qué estamos hablando cuando hablamos de izquierda?
¿Puede entenderse la indignación de los indignados también en este nudo?
¿Existe o no existe un colectivo de políticos profesionales, también en el seno de la izquierda que dice ser transformadora, que toman la representación y la lucha políticas como un trabajo para privilegiados que no excluye favores a amigos y familiares?
Nota:
[1] Los de Público de estos días: «El PP logra ahora Álava gracias a Ezker Batua».
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