Para Mercedes Iglesias Serrano que toca -y sufre- realidad No me interesa tu flecha sino el sentido de tu flecha. Vicente Núñez (2001) La aspiración de un español revolucionario no ha de ser que un día, quizá no lejano, siguiendo su impulso actual, la Península Ibérica quede convertida en un mosaico balcánico en rivalidades […]
Para Mercedes Iglesias Serrano que toca -y sufre- realidad
No me interesa tu flecha sino el sentido de tu flecha.
Vicente Núñez (2001)
La aspiración de un español revolucionario no ha de ser que un día, quizá no lejano, siguiendo su impulso actual, la Península Ibérica quede convertida en un mosaico balcánico en rivalidades y luchas armadas fomentadas por el imperialismo extranjero, sino que, por el contrario, debe tender a buscar la libre y espontánea reincorporación de Portugal a la gran unidad ibérica.
Joaquín Maurín, Hacia la segunda revolución (1935, edición Ruedo Ibérico, París, 1966)
Doy consejo, a fuer de viejo:
nunca sigas mi consejo.
Pero tampoco es razón
desdeñar
consejo que es confesión
Antonio Machado, Proverbios y cantares
Quise escribir país
pero decía pus
Jorge Richemann (2000), Muro con inscripciones
Déjeme plantearle otra pregunta, que formulé a los miembros del Eurogrupo empujando su razonamiento hasta el final: «¿No sería mejor abolir las elecciones para los países que se encuentran en un programa de asistencia? Esto tendría el mérito de ser claro. Eventualmente podríamos declarar que hemos creado una unión monetaria en Europa, que abolió la democracia para los países con deudas que no pueden pagar». Como comprenderá, la discusión se detuvo ahí… Por otro lado, mis opositores más feroces, más allá de Schäuble, fueron los países que imponen curas de austeridad muy duras de las poblaciones. Cuando sabemos, por ejemplo, que en Letonia la mitad de la población tuvo que irse al extranjero a causa de la cura de austeridad impuesta al país, es previsible que dirigentes letones no quieran exponerse a la venganza popular dejando al gobierno griego demostrar que existe otra forma de hacer las cosas.
Yanis Varoufakis (2015)
Se dan altas prematuras y en tres o cuatro días los volvemos a tener en urgencias [1]. Son palabras de un trabajador sanitario del servicio de urgencias del Hospital Parc Taulí de Sabadell, Barcelona.
En otras informaciones ya se han explicado las «derivaciones» que desde este centro público se hacían -y hacen- hacia hospitales de la empresa privada IDCsalud mientras se mantienen camas cerradas que justifican por la falta de recursos. A esas «operaciones» las llaman externalizaciones (que se pagan con dinero público y se gestionan bajo el prisma de intereses privados), a veces racionalización del servicio (¡que diría Kant si resucitase en .Cat 2015!), otras veces unidad sinérgica público-privado, incluso, con algo de chulería, consecuencia de la mejor sanidad de España y una de las mejores de Europa según señalara el pasado 4 de agosto la casilla 4 de la lista «Junts pel sí», posición Rey-Reina-a-mi-no-me-tose-nadie.
¿Cuál es el alcance del colapso estructural del centro y hasta qué punto no hay «más recursos» como asegura la dirección? Responde el mismo trabajador: «Ahora mismo hay un paciente que lleva cuatro días en urgencias esperando hospitalización». Las «derivaciones» a hospitales privados -General de Catalunya, la Clínica del Vallès, ambos del grupo IDCsalud- se hacen cuando el Taulí se queda sin camas (Boi Ruiz ríe de satisfacción y exclama: ¡tarea cumplida! ¡Es el máximo responsable de esa política; el hijo político del molt ex honorable, al servicio de las 400 familias de siempre, lo eligió para ello y lo ratificó tras las últimas elecciones!)
El escenario no finaliza aquí. «Una vez el drenaje de pacientes en planta se hace imposible por la falta de camas abiertas y los desvíos han llegado a su límite (el acuerdo de traspasos es de 2.000 pacientes al año) los enfermos quedan colapsados en las urgencias entre pasillos y boxes que en muchos casos no están del todo preparados». Hay más: «Muchas literas se han cambiado por butacas, los pacientes pueden esperar entre cuatro y siete horas para ser atendidos, no hay suficientes aseos, en algunas zonas no hay aire acondicionado».
¿A que sí, a que tenia razón el presidente amigo de la Liga del Norte? ¿A qué es la mejor sanidad de España, una de las mejores de Europa, diseñada, construida y dirigida además con el escaso margen que esta España-araña que hiela el corazón permite a «los catalanes»? ¿No somos acaso nosotros la Cataluña productiva que da vida y alimenta a la España que vive holgazanamente a costa de nuestros impuestos, trabajo y esfuerzo?
La falta de espacio es lo que provoca, como apuntan miembros de CATAC-CTS-IAC, que se acaben dando altas prematuras. «Hay una presión brutal en urgencias y una carga asistencial para los profesionales muy grande». Por si faltara algo, de nuevo son los trabajadores quienes explican la situación, cuando el estado del paciente que ha sido derivado empeora el enfermo es devuelto al Taulí, «provocando un doble gasto en transporte y dependiendo de la situación del hospital ese día provoca aún más colapso». Sin contar, por supuesto, y el punto no es marginal, cómo puede perjudicar a la salud del paciente ambos traslados. «No es lógico que haya plantas vacías y se esté desviando enfermos», afirma otro trabajador que practica una «lógica humanista y pública» que poco tiene que ver con la lógica privatista y mercantilista de Mas, Boi Ruiz y su pandilla de neoliberales insaciables.
Más aún: «Pasillos fantasma, luces apagadas e inactividad absoluta es el ambiente que se respira en algunas plantas del Taulí y que contrasta con la actividad diaria y el colapso de las urgencias. En total se cierran 91 camas durante el verano, pero si se incluyen las que están cerradas de forma permanente durante todo el año son 109 las camas inoperativas. Si además se tiene en cuenta el servicio de atención sociosanitaria, a las 109 se le suman dos plantas enteras con un promedio de 38 camas cada una».
Hay medidas complementarias «de ahorro». Se decidió cerrar la mitad de camas de la planta cuatro para establecer una zona de precirugía, una iniciativa que no permite al paciente que debe ser operado ingresar un día antes. ¿Entonces? «Llega con la maleta en la puerta el mismo día, de allí pasa a quirófano y cuando sale tendrá que esperar hasta que planta quede una cama libre, pueden pasar horas». Como han leído. Aquellos pacientes que necesitan ser operados, no de forma inmediata pero si más o menos rápida (un paciente con una fractura en el brazo por ejemplo) y que esperan en urgencias, «cuando los quirófanos están colapsados [por la falta de quirófanos], se les envía a casa para que no ocupen una cama». En verano se han cerrado tres quirófanos y otros seis abren sólo por las mañanas. Un trabajador del centro pregunta (y responde a un tiempo: ¿cómo le dices a un paciente que tenemos quirófanos cerrados y no podemos operar? ¿Cómo? ¿»Madrit» tiene la culpa
El área de psiquiatría también ha quedado tocada en un momento en el que, como es sabido, aumentan las patologías mentales. En urgencias hay dos boxes, cuatro camas en total para atender este tipo de pacientes. Cuando se sobrepasa ese número «los pacientes se ubican en un box normal sin preservar su intimidad y son atendidos por profesionales que no son de esta especialidad». En verano, seis de las camas cerradas son de desintoxicaciones. Los pacientes de esta especialidad son recolocados en otros lugares donde no hay personal especializado en este ámbito.
No les canso más, el relato de horror termina aquí… No, no. Me olvidaba. » La UCI es otro de los departamentos que ha quedado tocado por los recortes, dos boxes de esta área están cerrados más cuatro de semi-críticos». Cuando el número de pacientes críticos es mayor al que pueden absorber con el número de camas abiertas, «suben los pacientes, que deberían estar en la UCI o en una unidad de semi-críticos, en planta, lo que provoca que al día siguiente tengan que volver a bajar a la UCI porque no están estabilizados».
Aquí finalizo.
¿Tema secundario, asunto marginal? ¿Los límites inevitables de lo público? ¿De qué nos quejamos, siempre nos estamos quejando? ¿Es razonable que estén convirtiendo la sanidad pública en un ámbito de beneficencia? ¿Si no hay medios no hay medios? ¿Lo privado, siempre mejor, es lo que toca en estos tiempos? ¿Boi Ruiz hace lo que puede con la máxima generosidad y humanidad? ¿La culpa es de Madrid? ¿España nos explota e insulta? ¿No hay más, los recortes son inevitables? ¿Nos quieren ahogar en la miseria? ¿Todo esto no pasaría en una Cataluña independiente?
Si les vale alguna respuesta acrítica a esas preguntas, pues ya lo tienen. Ya está y a otra cosa. Voten a quien corresponda. Tienen donde elegir.
Si no responden así, cabe otra posibilidad: ¿pueden ser estos asuntos y afines, por mucho que no quieren hablar de ellos la casilla 4 Rey-Reina Mas y don Romeva, el radical ex ecosocialista (¡qué risa tía Felisa!), trazar una línea de demarcación de cara a las próximas elecciones del 27 de septiembre?
Me da que sí, opino que así, creo que sí.
Si se admite el criterio señalado quedan fuera de nuestro ámbito de apoyo las fuerzas políticas que han dirigido o han dado su apoyo (o que obrarían con criterios muy similares si gobernasen como señalan sus intervenciones y programas) a esas políticas privatizadoras, neta y fuertemente contrarias al interés general, especialmente enfrentadas a los intereses y bienestar de los sectores más desfavorecidos.
¿Qué se colige de de ello? Que quedan fuera «Junts pel sí» (CDC-ERC), Unió, PP, Ciutadans.
¿Alguna fuerza más? ¿Tendríamos que excluir también las fuerzas que se han abrazado -y han vindicado esos abrazos en repetidas ocasiones- con el máximo responsable de ese intento de liquidación por derribo, anunciado con claridad por el conseller Andreu Mas-Colell en su lección inaugural de 2011? Sin sectarismo alguno, mi respuesta es positiva. Han ubicado el tema-monotema en el puesto de mando por mucho que luego expliquen otas historias.
¿Sabemos algo más? Lo siguiente por ejemplo:
1. Sabemos que la participación es muy importante en las próximas elecciones catalanas (también las generales por supuesto).
1.1. Como siempre, por salud democrática,… pero esta vez con motivos adicionales.
1.2. Especialmente entre sectores sociales que no acostumbran a movilizarse en estas elecciones porque piensan errónea, muy erróneamente, que la cosa no va con ellos.
1.3.Y va con ellos. Por supuesto que van con ellos.
1.4. Y no vale, por supuesto que no vale, hablar de programas como de un texto » instrumental» según explicó hace pocos días el cabeza de lista por Barcelona, Raül Romeva. Se pretende, afirma con RR, «antes que nada poner el énfasis en la falta de «herramientas» para poder gobernar y la necesidad de abordar la secesión». A ver, a ver. ¿Y de lo hecho nada hay que decir? Por favor… Lo importante, según don Romeva, «no son tanto las propuestas de gestión como subrayar la insuficiencia del autogobierno para gobernar. El debate de la gestión ya llegará, añadió, cuando se celebren unas nuevas elecciones, estas sí con confrontación de ideas». ¿Y eso por qué? ¿Porque lo dice el número 1 que tapa al verdadero candidato? ¿Se puede realmente hablar en estos términos? «No hemos de debatir sobre las migajas, hemos de debatir sobre algo mucho más grande, porque de lo contrario no saldremos adelante; entiendo que es una situación excepcional. Iré a los debates a explicar el sentido de esta excepcionalidad y porque la lista es lo que es».
Vale, será eso. ¿Nos creemos el cuento de Romeva teledirigido por el hijo político del gran estafador y manipulador? ¿A que no, a que no vale?
Cuatro observaciones finales:
1.Si quieren un ejemplo de manipulación informativa ad nauseam vean el informativo de las 21 horas de TV3 del pasado jueves 27 de agosto. Escuchen como don Ramon Pellicer presenta una información sobre la intervención de Josep Borrell en la Universidad de verano de Santander si no ando errado; escuchen las palabras de éste (recortadas ad hoc como es de imaginar) y reparen en el comentario vomitivo final del presentador estrella.
¡Válgame Dios! ¡Y nos quejábamos de las televisiones valenciana y madrileña… o de TV1!
2. La pregunta de un lector: «Como anticapitalista que soy (antisistema más bien) siempre he pensado nunca en términos nacionalistas, sino más bien internacionalistas, pero una cosa es lo táctico y otra lo estratégico. En España el principal enemigo a vencer es la burguesía española (y todas las burguesías) pero quien ostenta el poder en el estado es la burguesía española (siempre lo ha controlado, con sus dos macas PP y PSOE). Nadie en estos años ni con manifestaciones, ni huelgas, ni 15M, ni toma de toma de plazas, centros de trabajo etc, la ha podido arrinconar, asestarle algún golpe de consideración, sin embargo, y no vivo en Cataluña, parece ser que los movimientos de una parte de la población catalana en post de la independencia con pasos claros en ese sentido han hecho «temblar» a la burguesía española, la que controla en poder central en la península. Mi pregunta y ojalá pueda responder a esta duda en alguna de sus próximas entregas sabatinas. ¿No cree que la independencia real de Cataluña (la creación de hacienda propia, que es lo que más preocupa a la burguesía española, ya que dejará en parte al «rey desnudo») asestará un duro golpe a quien más nos esta golpeando y a quien es nuestro principal enemigo, y después ya los catalanes, el pueblo catalán con su historial de ricas luchas le ajustará cuentas a la burguesía catalana quien paradójicamente es la que trata de hegemonizar el proceso independentista, y los que vivimos en la parte restante del estado nos tocará enfrentar una burguesía reaccionaria, herida, agresiva, pero también más débil?»
No, no creo nada de eso: 1. Las movilizaciones del 15M tuvieron como centros de crítica el gobierno central y también, y centralmente, el gobierno de la Generalitat. 2. Las 400 familias con mando en plaza, un sector importante de la burguesía catalana, no están alejadas del poder del Estado que no ostenta en exclusiva la burguesía madrileña y andaluza. 3. La independencia de Cataluña no sería una independencia real (claramente dependiente de otras instancias europeas). 4. Los pueblos unidos intentan no ser vencidos. 5. Es imposible sentirse alejado de las luchas de otros trabajadores tan cercanos. 6. No hay ninguna paradoja en que sectores de la burguesía catalana quieran hegemonizar el proceso secesionista. 6. El pueblo catalán tendría menos aliados para enfrentarse a su propia burguesía. Estarían solos, y con atmósfera más que dañina, ante graves peligros. 7. A ese pueblo catalán, a una parte de él cuanto menos, le importa lo que le pueda suceder al resto de pueblos españoles. Siempre ha sido así en las tradiciones de izquierda. 8. Nunca la desunión ha dado la fuerza; lo contrario es más verdadero. 9. El proceso independentista está partiendo por dos las clases populares catalanas, no sólo levanta un muro, como dicen aquí, entre las dos orillas del Ebro. 10. Las relaciones del pueblo catalán con el resto de ciudadanos de pueblos españoles se cuentan por millones y por siglos.
Hay más. Lo dejamos aquí.
3. Una reflexión más que pertinente del helenista gramsciano Miguel Candel: «Catalunya Sí que es pot» no es un nombre adecuado para una candidatura de izquierdas. No hay nada en él que sugiera ideas de izquierda (como sí las sugiere, en cambio, «Barcelona en Comú», mucho mejor que «Guanyem Barcelona»: el que se adelantó a registrar este último nos hizo un favor). Lo dicho más arriba vale para «Podemos». Lo más de izquierda que sugiere el recurso a ese manido verbo auxiliar(*) es la primera campaña presidencial de Obama. Si bien se mira, las que más «pueden» hoy día y desde hace tiempo son las derechas. Está bien que la izquierda trate de hacerse poderosa, pero si sólo se habla de «poder», se cae en el vacío ideológico (o en los «significantes flotantes», tan caros a los adeptos a las tesis de Laclau, que parecen reducir la política a un «juego de tronos»).
[*] Los verbos auxiliares, como sabían antes (hace mucho, mucho tiempo) los estudiantes de secundaria, e incluso los de primaria, carecen de significado por sí mismos. (Ya me perdonaréis el tono nostálgico: a mi edad septuagenaria no puedo evitar reconocerme en el horaciano «laudator temporis acti»…).
4. Una reflexión también de Rafael Chirbes (para unas «Jornadas de pensamiento crítico» celebradas en 1997): » Hubo en España un activo grupo que declaró obsoleta la literatura con tema, el realismo: expulsó a la novela de la calle, mirando al género con la altivez intelectual de quien cree saber de sobra todo cuanto no le concierne, o ridiculizando las pretensiones de la novela de participar en el perpetuo debate para conseguir otros imaginarios, otras sensibilidades. Se la envió al salón de lo específicamente literario, a emprender una fantasmagórica revolución sintáctica (que recuerda la lucha de Don Quijote con los odres de vino). En un movimiento paralelo, con idéntico afán de vuelta a la normalidad, durante la Transición se fue enviando a espacios virtuales también a sindicatos, movimientos sociales y partidos políticos, para quienes se decretó igualmente normalizada la realidad a la muerte del dictador. Por fin, España y el mundo se encontraban, ajustaban sus relojes».
Salud, República y felicidad… Y coraje que nos hará mucha falta. ¡Buen retorno si es el caso!
Perdón, perdón. Y una foto de resistencia. Hospital de Sant Pau, Barcelona, finales de agosto.
Nota:
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.