Su presencia ya se ha documentado en mares y organismos animales. También se han detectado en la nieve de distintas regiones alemanas, especialmente en Baviera.
Microplástico encontrado en muestras de hielo tomadas desde el Paso del Noroeste, en Ártico. REUTERS/Proyecto Paso del Noroeste/Duncan Clark
Un equipo de científicos alemanes y suizos ha detectado la presencia de microplásticos en la nieve, incluso en el Ártico, aparentemente transportadas a través de la atmósfera a zonas remotas del planeta.
El estudio, difundido por el Instituto Alfred Wegener de Bremen (norte), demostraría que estas micropartículas, de menos de cinco milímetros y cuya presencia se ha documentado en mares y organismos animales , ha alcanzado asimismo a las nieves.
El trabajo ha sido realizado por científicos del Centro de Investigaciones Polares y Marítimas, adscrito al citado instituto, en cooperación con expertos del Instituto de Estudios sobre las Nieves y Aludes de Suiza. Para ello se han tomado pruebas de nieve en distintas regiones alemanas , tanto de Baviera como del litoral norte, así como del Ártico y los Alpes suizos.
El científico jefe del Proyecto del Pasaje del Noroeste, Brie Loose, perfora el hielo del Ártico. REUTERS/Proyecto Paso del Noroeste/Duncan Clark
Hasta ahora, la presencia de microplásticos, una de las grandes amenazas para el medioambiente y la salud humana , había sido profusamente estudiada en lo que respecta a ríos, mares y sedimentos oceánicos.
Sin embargo, apenas se había analizado su posible transmisión a través de la atmósfera y su presencia en la nieve, con excepción de algunos estudios preliminares realizados en partículas halladas en los Pirineos y en núcleos urbanos franceses y chinos, destaca el comunicado emitido por ese instituto alemán.
Las tomas de esas pruebas de nieves árticas se han realizado desde un rompehielos polar del instituto, que recientemente partió hacia una nueva expedición. Las mayores concentraciones de microplástico se detectaron en pruebas de nieve tomadas junto a una carretera de Baviera, con niveles de 154.000 partículas por litro. En el remoto Ártico, en cambio, los niveles se situaron en las 14.400 partículas por litro.