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Los «desmanes del régimen» y el archipiélago Farber

Fuentes: La pupila insomne

Inspirado por un artículo al que me referiré posteriormente he buscado en la red la expresión «los desmanes del régimen». La frase es mayoritariamente empleada por medios oligárquicos contra el gobierno venezolano y por webs financiadas por el gobierno de Estados Unidos contra la Revolución cubana. Lo que usted no esperaría es encontrarse en un […]

Inspirado por un artículo al que me referiré posteriormente he buscado en la red la expresión «los desmanes del régimen». La frase es mayoritariamente empleada por medios oligárquicos contra el gobierno venezolano y por webs financiadas por el gobierno de Estados Unidos contra la Revolución cubana. Lo que usted no esperaría es encontrarse en un sitio con una trayectoria antiimperialista y de solidaridad con Cuba con esa expresión para calificar la actuación del gobierno revolucionario cubano. Por eso, mi sorpresa al encontrarme el artículo de Samuel Farber «¿Qué significa la polémica sobre el «centrismo» en Cuba?» publicado en el sitio Rebelion.org que contiene esa frase junto a la repetición de mentiras, estereotipos y manipulaciones que parecen extraídas de los manuales de propaganda empleados en la estrategia anticomunista durante la Guerra Fría.

Según el articulista, Cuba es un archipiélago donde gracias al Partido Comunista reina un «pensamiento único» y un «régimen» contra cuyos «desmanes» «la indignación es la respuesta más indicada» y «elecciones o cualquier otro método pacífico» carecen de sentido. Seguramente el lector, como yo, se preguntará qué quiere decir el Sr. Farber al descalificar, como suele hacer la contrarrevolución violenta y terrorista, el «método pacífico» para tomar el poder en Cuba.

La ira nada pacífica del Sr. Farber parece deberse al libro digital El Centrismo en Cuba: Otra vuelta de tuerca hacia el capitalismo, publicado por el portal Cuba Sí, donde quienes aparecemos antologados somos -según él- «epígonos del régimen», incluso pone el enlace hacia allí pero afirma que es de «Iroel Sánchez con su «blog» La Pupila Insomne en donde recientemente presentó», a pesar de que de los dos únicos textos incluidos en esa compilación que menciona en su artículo, uno nunca se ha publicado en este blog. «Epígonos del régimen», por cometer el pecado de aparecer en esa compilación, serían para el Sr. Farber, por ejemplo, Emilio Ichikawa, que vive en Miami y tiene profundas divergencias con la Revolución cubana, o René Vázquez Díaz que reside en Suecia hace varias décadas, donde se vinculó durante largo tiempo a la Fundación Olof Palme, ambos presentes en el libro que tanto molesta al Sr. Farber que tiene que ir en su artículo cien años atrás para encontrar una socialdemocracia no funcional a la dominación capitalista.

Según el autor, «el libro es un ataque abierto contra los que Sánchez y compañía denominan «centristas»» pero Sánchez -o sea, yo- reta al Sr. Farber a buscar la palabra «centrista» escrita por mi en un artículo de mi blog. Y hay más, el Sr. habla de «Iroel y sus duros» cuando le puedo asegurar que Iroel no tiene un solo subordinado, ni duro ni blando.

El cuestionamiento a Cuba Posible es presentado por Mr Farber como un acto de fe ideológica que el autor califica de «stalinista» y no de rechazo a la injerencia extranjera que ha financiado ese proyecto desde instituciones como el gobierno noruego del actual Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, y la Open Society de George Soros que, por cierto, apoyó al sindicato polaco Solidaridad que Farber cita en su artículo como referente para Cuba. En sus ficciones sobre el libro publicado por Cuba Sí, Samuel Farber llega a decir «que muchos de los contribuyentes son «segurosos,» o sea, agentes de la Seguridad del Estado o colaboradores cercanos de ese organismo». Mi trayectoria es pública, no tengo el honor de pertenecer a la institución que como parte del pueblo cubano ha derrotado el terrorismo y la subversión de la potencia más poderosa de la historia durante casi sesenta años, pero me pregunto quiénes son los «segurosos» de Farber, ¿Ichikawa y Vázquez Díaz, a los que ya me referí?, ¿Javier Gómez, director asistente de la exitosa serie LCB: la otra guerra que acaba de transmitir la Televisión cubana?, ¿Jorge Ángel Hernández y Enrique Ubieta, reconocidos y premiados ensayistas?, ¿Manuel Henríquez Lagarde, periodista de larga trayectoria y director del portal Cuba Sí, o tal vez se refiere a Carlos Luque, que acaba de regresar a su natal Camaguey luego de una larga estancia en Chile, o al Doctor en Ciencias históricas Elier Ramírez, con varios libros publicados?¡Por favor, fabrique mejor sus embustes, Mr Farber!

Miente también nuestro fabulador crítico cuando afirma que «Iroel Sánchez y los suyos defienden al sistema unipartidista como el único compatible con el socialismo». Lo que dice el pueblo de Cuba -no Iroel Sánchez- es lo que está en su Constitución, aprobada abrumadoramente en referéndum, y argumentó muy bien Fidel: «el pluripartidismo es el gran instrumento del imperialismo para mantener a las sociedades fragmentadas, divididas en mil pedazos» porque en el caso de Cuba es el Partido Comunista «el que garantiza la unión, el futuro, la independencia de nuestro país».

No voy a abundar más en el archipiélago de mentiras, medias verdades y disparates completos que Rebelión le ha publicado a Mr. Farber, no vale la pena detenerse en algo que reproduce y casi supera el más burdo ¿pensamiento? único salido de los laboratorios de propaganda anticubana, más cuando nos preparamos para recibir el impacto de un huracán poderosísimo que solo la unidad y organización que ha dado a los cubanos la Revolución podrá atenuar, preservando vidas y recursos con más efectividad que cualquier otra sociedad. Pero puede estar tranquilo, con defensores como él Cuba Posible no necesita enemigos.

Fuente: http://lapupilainsomne.wordpress.com/2017/09/08/los-desmanes-del-regimen-y-el-archipielago-farber-por-iroel-sanchez/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.