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Entrevista a Rafael Burgos sobre "Crema catalana. Amiguismo, corrupción y otras miserias" (VI)

«Los grandes grupos mediáticos son una pieza clave para su mantenimiento y perpetuación del sistema»

Fuentes: Rebelión

Nacido en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) en 1972, Rafael Burgos es historiador, periodista y, en la actualidad, guía oficial de Cataluña. Ha colaborado en La Vanguardia, RNE y Enciclopèdia catalana. Entre sus publicaciones cabe destacar: Cervantes en Barcelona (Marge Books, ediciones catalana y castellana). Recientemente ha publicado en Icaria, Crema catalana, un libro apasionante […]

Nacido en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) en 1972, Rafael Burgos es historiador, periodista y, en la actualidad, guía oficial de Cataluña. Ha colaborado en La Vanguardia, RNE y Enciclopèdia catalana. Entre sus publicaciones cabe destacar: Cervantes en Barcelona (Marge Books, ediciones catalana y castellana).

Recientemente ha publicado en Icaria, Crema catalana, un libro apasionante sobre la corrupción, el amiguismo y los negocios turbios-más-que-turbios. Sobre esta publicación conversamos en esta serie de entrevistas.

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Estamos en «La voz de su amo», el siguiente capítulo de tu libro. «Periodismo, estado de sitio» es el título del primer apartado. ¿Barcelona sigue siendo un centro periodístico de importancia?

La prensa vive un proceso de cambio. Una transición que hace que el viejo periodismo (grandes redacciones, sobre todo) se esté acabando y el nuevo (el digital, con algunos contenidos de pago, además de con un reducido grupo de profesionales) empieza a tener cierto peso, pero no el suficiente. De ahí que sea relativo el lugar desde donde se elabora la información. Cada vez pesará más el análisis y esto se tendrá que pagar. Sin obviar, claro, que allí donde está el poder estará siempre el periodista. Cataluña, por el procesos político que se está viviendo, sigue despertando mucho interés. Han surgido nuevos medios catalanes, pienso en el diario Ara, y otros como El País han creado la edición digital en catalán.

¿Hay aquí concentración empresarial en el ámbito del periodismo con reducciones de plantilla como en otros lugares? ¿Se resiente con ello la calidad y el rigor de la información transmitida?

La calidad y el rigor se resiente desde el momento en que no se apuesta por un periodismo de investigación (cuando se habla de periodismo ya se debería sobreentender el término investigación). La redacciones se vacían por la crisis y, o bien no se sustituye a los periodistas o entran estudiantes jóvenes y más dóciles. La crisis ha supuesto un descenso de los ingresos en publicidad y, por lo tanto, una mayor dependencia de unos pocos anunciantes, así como de los grandes bancos (que no sólo se anuncian sino que cambian los créditos que adeudan estos grupos por un porcentaje del accionariado y se hacen así con el control).

¿Cuánto de importante es la publicidad en la vida de los diarios? ¿También en los electrónicos?

En ambos. La cantidad que los grandes bancos y multinacionales dedican a los medios de comunicación es muy alta. El Corte Inglés, Telefónica, Santander, La Caixa…Pero no olvidemos la publicidad institucional: Estado, Generalitat, Diputaciones, Ayuntamientos… Es otra manera de influir ante unos medios que son un pozo sin fondo. La pregunta que nos debemos hacer es por qué estos bancos quieren seguir manteniéndolos a flote. Es entonces cuando pesa más el poder de influencia y la capacidad que tienen a la hora de crear la agenda informativa. Aquello sobre lo que se debe o no hablar. Y, sobre todo, desde qué punto de vista.

Entonces, en tu opinión, ¿existe o no existe prensa libre?

Existe tanta libertad en la prensa como objetividad en la información. Me explico. Los grandes grupos mediáticos forman parte del sistema y son una pieza clave para su mantenimiento y perpetuación. Afortunadamente, existe prensa alternativa que cada vez es más profesional y menos dogmática. Internet y las redes sociales han ayudado mucho. Según vayan consolidándose todos estos proyectos puede crearse un contrapoder informativo que consiga hacer tambalearse a los grandes monopolios. Son conscientes de su fragilidad, sobre todo en unos tiempos cambiantes (o líquidos).

Hay un caso que cuentas que vincula, y no en armonía, a la Fundación de la Caixa con la revista Cafèambllet. ¿Nos haces un resumen?

Esta revista comarcal que ha centrado su lucha periodística en destapar casos de mala praxis en la sanidad catalana decidió apoyar en su momento las caceroladas contra los abusos de la banca hace ahora dos años. Se llevaron a cabo frente a la sede de La Caixa en la Diagonal de Barcelona. Pues bien, a los pocos días la Fundació La Caixa retiraba una página de publicidad en este modesta publicación. El anuncio ya estaba asignado.

El Grupo Godó, señalas, es uno de los conglomerados mediáticos españoles más importantes. ¿Hasta qué punto de importante? ¿Cuáles son sus tentáculos y prolongaciones?

La Vanguardia es la joya de la corona del grupo. Se fundó en 1881 y aún sigue adelante, no sin problemas. Como todos, por otro lado. En los últimos años ha ido diversificando la oferta y tiene mucha influencia a través de sus emisoras de radio y de televisión. Sin olvidar la cantidad de revistas en las que participa.

Nos citas algunas… En cuanto a sus emisoras de radio y televisión. ¿8TV por ejemplo?

Exacto. Rac1, Rac 105 en radio. En papel Mundo Deportivo, líder en Cataluña en este sector, o las revistas Historia y Vida, Interiores o Playboy. Todas ellas junto a Prisma Ediciones (Grupo Planeta).

¿Nos da algunos nombres célebres de directores de La Vanguardia? ¿Han estado siempre próximos al poder catalán y central? ¿Se lee tanto como se dice? ¿Penetra tanto política y culturalmente en la sociedad catalana?

Manuel Aznar (abuelo de quien fuera presidente del Gobierno español), Luis de Galinsoga, Agustí Calvet «Gaziel» o, más recientes, Joan Tàpia, José Antich y, en la actualidad, Màrius Carol. Siempre se ha dicho que un buen catalán debe ser del Barça y suscriptor de La Vanguardia. Y, creo recordar que también del RACC (Reial Automòbil Club de Catalunya). El diario de los Godó sigue siendo muy importante en la política catalana, aunque el mercado ahora se está atomizando y deberá hacer frente a un ciudadano al que gusta de hacerse su propio menú. Es un grupo que tendrá que adaptarse. Siempre lo ha hecho y ha sabido estar cerca del poder, aquí y allá, sin acabar de quemarse. Me da la sensación que en el contexto actual lo tiene un poco más difícil.

Y perdona, me voy un poco de foco, ¿qué papel tuvo Josep Pla en La Vanguardia?

Pues ni más ni menos que subdirector del diario cuando en la dirección estaba Manuel Aznar. Ya sabemos que ambos fueron simpatizantes del régimen franquista.

¿Qué buena sintonía han tenido don Millet, el del Palau, y don Godó? Por cierto, ¿de dónde la relación estrecha entre el conde y los Borbones? ¿Y con el Vaticano?

Con Millet la relación viene a través de la cadena de televisión 8tv (antes City Tv) que fue una concesión del Orfeó Català (Palau de la Música) hasta que se la vendió al conde Godó en 2004. Con la Familia Real las relaciones siempre han sido buenas (o casi, salvo durante la supuesta deriva soberanista del diario). El conde es un Grande de España y la defensa férrea de la monarquía que hace el diario roza a veces el ridículo, como en el caso Urdangarin o las meteduras de pata de Juan Carlos I. El actual director es Màrius Carol, quien siempre se ha mostrado desacomplejadamente monárquico. Con respecto al Vaticano, son conocidas la fuertes creencias religiosas del señor Godó. El Premio Internacional Conde de Barcelona (de cuya fundación forma parte Juan Carlos I) se otorgó en 2012 a Tarcisio Bertone, exsecretario de Estado de papa Benedicto XVI. Los democristianos de Unió siempre son bien recibidos por el más que centenario periódico.

Hablas de una consultora, PwC, PricewaterhouseCoopers que aparece por todas partes, algunas de ellas en mi opinión poco recomendables. ¿De quién es PwC? ¿Qué relaciones tienen con el gobierno de la Generalitat?

PwC es una de las auditoras más importantes del mundo, junto a Deloitte. Joaquim Triadú, exconsejero de la Presidencia de la Generalitat, trabaja para el área legal y fiscal de la firma en Cataluña. Así como David Madí, exsecretadio de comunicación de CDC, lo hace para Deloitte. El importe de los contratos que reciben ambas empresas para revisar las cuentas de las instituciones públicas son muy elevados y no siempre han hecho bien su trabajo a la hora de detectar algunos «desajustes» en los presupuestos.

Nos das algún ejemplo de esto último por favor.

Pues sin ir más lejos esta semana se publicaba en prensa que Deloitte cocinó el balance de Bankia para, seguidamente, auditarlo. No está mal. Un encargo en toda regla.

¿Qué ayudas públicas ha recibido La Vanguardia en estos últimos años? ¿En concepto de qué?

En el verano del 2013 se llevó casi tres millones de euros. El más cuantioso de todos. Suelen ser en concepto de ayudas para la difusión del catalán, adaptación de la edición digital o por publicidad. Aunque aquí cabría recordar que es el más importante de todos. No lo justifico, evidentemente, pero en esto hay mucha hipocresía por parte de otros medios. Es aquello de perro no como carne de perro. Todos ellos reciben ayudas, aquí y allá. Lo que pasa es que algunos lo hacen vía publicidad institucional y parece que queda más disimulado. O tienen detrás un gran magnate como José Manuel Lara que puede permitirse el lujo de perder en un sector a cambio de ganar capacidad de influencia.

Por cierto, ¿cómo un periodista como Rafael Poch de Feliu puede escribir en La Vanguardia?

Supongo que es el peso de la experiencia ganada con los años. El diario se beneficia de su firma. Suele pasar, sobre todo cuando se trata de información internacional. Esto lo explica muy bien quien fuera corresponsal en medio mundo, Rosa María Calaf. Siempre es más fácil colar algún dato incómodo en la información internacional, y más aún si se hace con cierta ironía. No es imposible en la sección de nacional o política pero la presión es mayor. Hay que reconocer que en vista de la situación de El País (y el periodismo de trinchera de no pocos diarios capitalinos) en La Vanguardia aun pueden encontrarse algunas firmas y crónicas interesantes. Pienso también en Tomás Alcoverro, por ejemplo.

Hay un apartado, sobre el que no te pregunto, que vale su peso en oro y que recomiendo al lector/a: «Javier Godó, el espía que me amó». Felicidades por él, es muy interesante lo que cuentas.

Ya me lo han dicho algunos lectores. Convendría conocer estas amistades peligrosas que tuvo el conde con un espía del servicio de inteligencia o Cesid (ahora CNI) con el propósito de averiguar todo lo que se movía a su alrededor. Encargó escuchar a diestro y siniestro, incluso dentro de su grupo. Fue juzgado y salió indemne de todo ello. Un episodio silenciado y que convendría recuperar.

¿Por qué silenciado?

Los condes y grandes de España no gustan de ser los protagonistas de los diarios que controlan. Mejor hablar de los demás y estar en un segundo plano. Tampoco es agradable que se conozca que formó parte de un vodevil en al que participaron Mario Conde, Jesús Polanco y los servicios secretos, entre otros.

En cuanto a El Periódico, ¿qué papel juega hoy en la información y política catalana? ¿Tiene relaciones con el PSC?

Siempre se ha asociado con el PSC y el peso de la información sobre Barcelona, la cultural y urbanística, ha tenido cierta relevancia. Ha ido perdiendo peso y se encuentra en la actualidad en una situación crítica. Claro que quién no lo está. La Caixa, uno de los bancos acreedores, ha puesto en el consejo a Joan Llopart para vigilar los movimientos empresariales del hijo de Asensio, el fundador. Yo creo que ahora es más PSOE que PSC, con algunos toques de C’s.

¿Y quién dirige ARA, quiénes son los propietarios?

El director del diario es Carles Capdevila. Es un buen ejemplo de lo que comentábamos antes. Surgió con mucho peso en el área digital (de hecho, es líder entre los escritos en catalán) y también está presente en papel. Intenta encontrar el equilibrio entre anunciantes, suscriptores y ventas en el quiosco. Un ejemplo a seguir para entender por dónde irán los tiros en el mundo del periodismo. Detrás está Ferran Rodés, presidente del consejo editorial y vicepresidente de la multinacional de comunicación Havas Media (en la que se integró Media Planning de la familia Rodés). También está en Acciona y durante unos años trabajó para Banesto.

¿Apuesta ARA abiertamente por el independentismo?

La línea editorial está abiertamente a favor del derecho a decidir y muchos de sus fundadores y columnistas así lo han manifestado. Es un diario joven que nació en paralelo a la intensificación de las manifestaciones en favor del derecho a decidir y del soberanismo. Hace de reflejo de todo ello y traslada el sentir de una parte de la sociedad catalana a sus páginas. Como el ABC, monárquico y conservador, con respecto a sus lectores o cualquier otro en función del contexto en el que operan y el lector al que dicen representar.

¿Cuáles los medios más importantes vinculados o próximos al mundo del soberanismo-independentismo?

Los vinculados a este sector serían el Ara y El Punt Avui, además de cierta prensa comarcal. Hablo en papel y de los creados en Cataluña. En el sector unionista estarían La Vanguardia y El Periódico. No obstante, me gustaría puntualizar que hablamos de la línea editorial porque todos ellos ofrecen informaciones interesantes en otras secciones. A veces caemos en el reduccionismo y en el periodismo de trinchera. Siempre encontraremos alguna información que nos pueda interesar en cualquiera de ellos. Pero para ello nunca está de más conocer la línea editorial y quién se sienta en sus consejos de administración. Es un buen parapeto.

¿Por qué usas el término «unionistas»?

Unionistas, constitucionalistas, llámale como quieras. O, también, representantes de una tercera vía a medio camino entre el federalismo y el independentismo. Es que vengo siguiendo sus portadas desde hace ya varios años y los elogios de la política del Gobierno de Rajoy me produce cierto sonrojo. Afortunadamente un diario es mucho más que la información política, aunque no tenga tanta trascendencia. Es solo una cuestión de clasificación. Con lo cual siempre se pierden matices, soy consciente.

¿Qué papel desempeñó en su día Antonio Asensio en todo el entramado de la prensa catalana?

Fue uno de los grandes. Supo aprovechar la explosión que supuso la Transición tras la dictadura franquista y ponerle color (con el correspondiente toque sensacionalista en no pocas ocasiones). Ahí está Interviú, por ejemplo. Se casaba con quien hiciera falta. Pese a su escasa formación académica, supo llegar a lo más alto. Esto lo emparenta con José Manuel Lara, el padre del actual propietario de Planeta. Creo que no le gustaría nada ver la situación por la que atraviesa El Periódico y la prensa en general.

Por cierto, ¿Lara-Planeta no ha censurado el último libro de Morán?

Bueno, no suelen utilizar estos términos. Pero parece que la cosa va por ahí. Publican libros o memorias de ex presidentes, un negocio ruinoso por otra parte. Con lo que uno se pregunta si no debe responder a una cuestión de agradecimiento por los servicios prestados. Son muchos los casos de libros que han seguido el mismo camino. Y no solo con Planeta. Ahí está el periodista Pascual Serrano y su «Traficantes de Información» o la «Biografía de El Corte Inglés» de Javier Cuartas. Al final acaban editándose con editoriales más pequeñas. O no. Aún espero que vea la luz «Una lealtad real» de Manuel Prado y Colón de Carvajal

En cuanto a El País, ¿qué papel juega hoy en Cataluña? ¿No están un poco de capa caída?

El Grupo Prisa produce cierto sonrojo sobre todo si uno tiene presente su pasado. Hace pocos días inauguró la edición digital en catalán para Cataluña. Con motivo de esta puesta de largo, desembarcaron en la inauguración lo más granado del PSOE y el PP. Toda una metáfora. Su línea editorial parece dictada por la Moncloa en lo político y por el FMI en lo económico. Miras los columnistas y encuentras pocas cosas interesantes, estimulantes. Y en los temas relacionados con Latinoamérica mejor no hablar. Nos referíamos antes a Asensio padre; pues bien, si Polanco padre levantara la cabeza el disgusto que tendría sería monumental (pese a una biografía también llena de muchas sombras).

Pasamos si parece al nuevo capítulo, de inquietante nombre: «Barcelona SA».

De acuerdo, cuando quieras.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.