México es la frontera caliente de los USA, por donde se mueve masivamente la droga que entra al imperio y las armas que salen, donde los muros metálicos y legales cierran el paso a millones de latinos, y por donde salen con fluidez, para instalarse en este lado, las grandes empresas que buscan mano de […]
México es la frontera caliente de los USA, por donde se mueve masivamente la droga que entra al imperio y las armas que salen, donde los muros metálicos y legales cierran el paso a millones de latinos, y por donde salen con fluidez, para instalarse en este lado, las grandes empresas que buscan mano de obra barata y pocas restricciones sanitarias y medioambientales. Dicen que México es el laboratorio de la globalización.
La norteamericana SmithField Foods, actualmente principal productora de carne porcina en el mundo, tenía problemas sanitarios en el estado de Virginia, que le costaron una multa de $ 12.6 millones (1997). Así que, al amparo del Tratado de Libre Comercio (1994) fue consolidando su presencia en el estado de Veracruz mexicano. Las descripciones que algunos medios mexicanos han difundido de las Granjas Carroll, que producen cientos de miles de cerdos al año, son indescriptibles. Las concentraciones inimaginables de mugre, corrales repletos de animales enfermos y sufriendo, engullidos de antibióticos, y zumbando con moscas que entonces portan las enfermedades a la población humana crean un paraíso de enfermedades. (Laura Carlsen, Ircamericas, Adital, 4/05/09). Los cientos o miles de toneladas de heces con animales muertos, no aparecen en la pulcra propaganda de los productos de la empresa, tampoco la contaminación de las aguas subterráneas a causa de las filtraciones de estos estanques inmundos, ni la hedentina que los vecinos de La Glora, de la ciudad de Perote, tienen que soportar. Estos vecinos ya venían presentando denuncias que no eran atendidas porque, les dijeron, mejor es no enfrentar a una empresa que maneja muchos dólares. Incluso parece que uno de ellos fue llevado a prisión por calumniar a la compañía.
A principios de marzo, los funcionarios de salud locales proclamaron una alerta epidemiológica, por causa de una gripe con las mismas características que la que ahora ocupa los informativos: el 60% de la población estaba sufriendo de la gripe, pulmonía y bronquitis. Sin embargo, los funcionarios de salud federales supuestamente ignoraron las quejas hasta el 5 de abril, cuando impusieron restricciones sanitarias en las Granjas Carroll (sigue diciendo L. Carlsen).
Sorprende e indigna que las autoridades nacionales e internacionales de salud, no hayan previsto estos trastornos sanitarios y medioambientas, y que sus declaraciones al respecto de la pandemia se limiten a decir: Yo -la Directora general de la OMS- me he puesto en contacto con las compañías que fabrican antivirales para evaluar la capacidad y todas las opciones de aumentar la producción. También me he puesto en contacto con fabricantez de la vacuna de la gripe que puedan contribuir a la producción de una vacuna para la pandemia» (citada por Chossudovsky, en rebelion.org, 4/05/09).
Esas compañías con las que la señora directora de la OMS se comunica, sin duda, fácilmente, son los laboratorios Roche y la Gilead Sciences Inc, que entre sus accionistas tiene al conmovedor Donald Rumsfeld, conocido por sus altos valores éticos y su respeto a la vida humana (¡?).
¡Es el negocio, estúpido!, me puede decir cualquier funcionario de cualquier estado capitalista o del singular comunismo chino (pues se sabe que en el sur de China también surgieron en años pasados otras epidemias provocadas por causas semejantes).
Los cierto es que los brujos que se dedican a crear opinión, se cuidan también de provocar emociones a escala planetaria, tratando de mantenernos a todos domesticados en el pánico. ¡Qué extraña esta parafernalia desplegada en Guatemala por los medios en torno a la pandemia, insistiendo en mascarillas y tópicos sanitarios imprecisos: a la fecha (5/05/09) no ha sido confirmado ni un solo caso en nuestro país! ¡Qué extraño que esas sobredosis de miedo colectivo coincidan con mínimos informes sobre las causas medioambientales del fenómeno! ¿Nada que ver con los intereses de la poderosa, floreciente -y pestilente- industria del pollo guatemalteca? ¿Y con los de la minería de metales? ¡Qué extraño que nadie presente rostros y nombres de quienes están ganando miles de millones, no con la gripe, sino con el miedo que los medios contagian!
Resulta sospechoso que estas noticias no son presentadas con el lujo de imágenes y nombres que otras, sin ir más lejos, el caso del presidente de Paraguay, Fernando Lugo.
Ya había escrito aquél lamentable premio Nóbel de economía, Milton Friedman, el papá de los Chicago boys, que el tratamiento de choque sobre las emociones de las masas, era un óptimo recurso para sanear las finanzas.
Ciertamente, esto hiede raro.