Conocidos internacionalmente como los «Green markets» (mercados verdes), los mercados de producto fresco ecológico proliferan de manera exponencial por todo el mundo y es que la venta directa del productor al comprador, de un producto local, de temporada, libre de tóxicos y respetuoso con la tierra, es una cuestión de imperiosa necesidad para nuestra salud, […]
Conocidos internacionalmente como los «Green markets» (mercados verdes), los mercados de producto fresco ecológico proliferan de manera exponencial por todo el mundo y es que la venta directa del productor al comprador, de un producto local, de temporada, libre de tóxicos y respetuoso con la tierra, es una cuestión de imperiosa necesidad para nuestra salud, la del planeta y para retomar las riendas de un modelo de economía más justo y sostenible.
Los productos frescos, de temporada y con mayor aporte nutricional; el mayor beneficio para la economía local; el apoyo a los pequeños agricultores en favor de una soberanía alimentaria e impidiendo el oligopolio de las grandes empresas que acaparan el mercado; y la reducción de la emisión de CO2 al evitar las largas distancias de transporte, son algunas de las ventajas de este tipo de mercados.
En España, Cataluña está a la cabeza con multitud de mercados de producto ecológico repartidos por distintas localidades de Barcelona, Tarragona, Lleida y Girona pero encontramos también mercados ecológicos que siguen proliferando en Madrid, Baleares, Canarias, Andalucía (sobre todo Málaga, Sevilla y Granada), Valencia, Cantabria, Zaragoza… Muchos de ellos han surgido a iniciativa de los propios productores de la comarca, otros de grupos de consumidores y otros de los Comités de Agricultura ecológica y ayuntamientos.
A finales del año pasado se supo que el ayuntamiento de Barcelona se sumó al pacto internacional Milan Urban Food Policy Pact, por el que 110 ciudades de todo el mundo se han comprometido a defender una alimentación más saludable y responsable y a reforzar el rol de los ayuntamientos y las administraciones regionales en el desarrollo sostenible del sistema alimentario. La idea es convertir, durante los próximos tres años, 25 de los 39 mercados municipales alimentarios en «centros de oferta de productos ecológicos y de proximidad».
El mercado ecológico de Pedralbes Centre en Barcelona lleva tres años y medio funcionando con éxito en un espacio que ya queda pequeño. Como dice su fundador y organizador, Salva Santacana Olivella «desde que empezamos hasta hoy el salto ha sido increíble. La demanda es cada vez mayor. El 75% de nuestro público es cliente habitual que hace su compra cada semana y que vuelve porque conoce al productor, sabe la calidad del producto, que es local, certificado y hasta puede saber la hora a la que se ha recolectado la lechuga que se lleva». Además de la fruta y verdura, panes, quesos de cabra de la montaña de Montserrat, legumbres, embutidos… el mercado apuesta por una forma de vida en coherencia y, aparte de bolsas de papel y biodegradables, ofrece un servicio de transporte en vehículo eléctrico para aquellos clientes impedidos para acudir.
Descendiente de varias generaciones de agricultores, Salva y su mujer Silvia, llevan 20 años en la producción ecológica y además de su frutería La Pera en Masquefa, localidad situada a 30 km de Barcelona, cada sábado montan su puesto en la calle de las distintas poblaciones por las que pasa otro conocido mercado ecológico de Cataluña, el Mercat ecològic del Vallès. «Si vamos a la periferia ¿por qué no a la capital?» así nos cuenta Salva cómo surgió la idea del Mercat de Pedralbes, que además de abrir todas las semanas, tiene un horario comercial de 9 de la mañana a 9 de la noche.
Desde hace casi una década el Mercat ecològic Món Empordà visita también cada semana una localidad distinta de esta comarca y más allá de la venta de productos ecológicos, locales y de calidad, ofrece espacios para el arte, talleres, conferencias, etc…
En los alrededores de Madrid también encontramos cada mes mercados ecológicos en localidades como Rivas-Vaciamadrid, Pinto, La Cabrera, Hoyo de Manzanares, Colmenarejo,…
En cuanto a los mercados de la capital, el más antiguo es el de la Cámara Agraria de Madrid, también mensual y que tiene lugar en la Puerta del Ángel.
Hace un par de años, el Mercado Productores del Matadero de Madrid abrió sus puertas para que, durante el último fin de semana de cada mes, productores ecológicos de toda la comunidad puedan vender directamente a los consumidores. Y cada domingo, el Mercado de la Buena Vida en la calle Embajadores, en pleno Rastro, además de la venta, organiza actividades.
Seguiremos hablando de estos mercados y de los «greemarkets» más importantes del mundo en próximos números.
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