No es ninguna novedad que 795 millones de personas, o una de cada nueve, están subalimentadas en el mundo. La proporción aumenta a más una cada ocho en los países en desarrollo. El hambre mata a más personas que el VIH/sida, la tuberculosis y el paludismo juntos todos los años. En ese contexto, la industria […]
No es ninguna novedad que 795 millones de personas, o una de cada nueve, están subalimentadas en el mundo. La proporción aumenta a más una cada ocho en los países en desarrollo. El hambre mata a más personas que el VIH/sida, la tuberculosis y el paludismo juntos todos los años.
En ese contexto, la industria alimentaria, que es una importante fuente de empleo y de generación de ingresos, es capaz de contribuir a lograr la seguridad alimentaria.
La nueva Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 reconoce que la alimentación desempeñará un papel pivote en la concreción de los objetivos de desarrollo sostenible y, por lo tanto, en asegurar el hambre cero.
Numerosos analistas coinciden en reconocer el papel fundamental del segundo de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), «Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible», en la concreción del resto.
¿Qué se puede hacer entonces para facilitar su concreción en términos prácticos?
El Fondo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el primer mecanismo creado para lograr las 169 metas incluidas en los ODS, ya diseña nuevas plataformas para el trabajo conjunto de varias agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), gobiernos, sociedad civil, sector empresarial y comunidades que trabajan sobre el terreno.
En función de sus constantes esfuerzos para impulsar la innovación y promover el diálogo y la acción para alcanzar los ODS, el fondo convoca a la mesa a los reconocidos chefs Joan, Jordi y Josep Roca, responsables del restaurante Celler de Can Roca, en la ciudad catalana de Girona.
En la sede de la ONU de Nueva York, el fondo iniciará este lunes 18 un diálogo sobre el papel de la alimentación y los ODS y de qué forma chefs como los hermanos Roca pueden contribuir al desarrollo sostenible (*).
Tras definir que la seguridad alimentaria y la nutrición como sus principales ejes de acción, el Fondo ODS ya financia cuatro programas que contribuyen directamente a la concreción del segundo de los objetivos.
Con su apoyo, el gobierno de El Salvador crea nuevos planes y normas para lograr la seguridad alimentaria y la nutrición de su población más vulnerable. En Guatemala, el fondo trabaja con cuatro municipalidades para aumentar la participación de niños y niñas, jóvenes, mujeres y hombres en mecanismos locales que apunten a ese fin.
En Vietnam, el fondo opera en dos provincias con un elevado número de personas que viven en la extrema pobreza, concentrándose en estándares y políticas que favorezcan una buena nutrición y el desarrollo de sistemas y capacidades institucionales. En Fiyi, Samoa y Vanuatu, la institución trabaja con jóvenes en granjas que practican una agricultura orgánica para presentarles el enfoque de la cadena alimentaria.
Entre los temas que se debatirán en el diálogo con los hermanos Roca se destacan:
* Seguridad alimentaria y resultados nutricionales mejorados: abastecimiento local de alimentos, reducción de la pérdida y el desperdicio de los mismos, aspectos ambientales, preparación de los alimentos, el papel de los pequeños agricultores y la conservación y el uso de los alimentos;
* Repensar cómo la industria alimentaria y gastronómica puede crear más y mejores empleos, proteger el ambiente, revitalizar tradiciones culinarias endémicas, educar a niños, niñas y jóvenes en mejores hábitos de alimentación y preparacióin culinaria y promover actividades relacionadas con los alimentos como fuente de ingresos sostenible y, en especial, el papel de las mujeres en la cadena alimentaria;
* Crear una mejor comprensión de asuntos de sostenibilidad relacionados con la mejora de la producción agrícola y compensar los desafíos que supone;
* Atender el acceso a los alimentos, más allá de las cuestiones nutritivas para reconocerlos como importante motor para el crecimiento económico inclusivo, para la reducción de la pobreza y la construcción de paz;
* Analizar el papel que el cambio climático agrega al desafío de lograr una producción sostenible de alimentos y cubrir las demandas de una población creciente;
* Reconocer a la alimentación y al cuidado adecuados como parte integral de los programas y estrategias nacionales para reducir el hambre y la subalimentación, que incluye la promoción de la lactancia materna exclusiva hasta los primeros seis meses del bebé, así como una alimentación complementaria adecuada y los requisitos básicos para el bienestar nutricional.
Nota
-Pueden formar parte del diálogo inscribiéndose aquí o enviar sus consultas a [email protected].
Traducido por Verónica Firme.