Para los amigos machadianos de Rocafort (Valencia), también ligeros de equipaje Para Manuel Fernández Márquez (1946-1973), asesinado a los 27 años. In memoriam et ad honorem. @XavierDomenechs Mig any després d’un # 1O sostingut per la gent en un acte extraordinari de sobirania que va marcar un abans i un després de la nostra […]
Para los amigos machadianos de Rocafort (Valencia), también ligeros de equipaje
Para Manuel Fernández Márquez (1946-1973), asesinado a los 27 años. In memoriam et ad honorem.
Mig any després d’un # 1O sostingut per la gent en un acte extraordinari de sobirania que va marcar un abans i un després de la nostra història.
[Medio años después [01.04.02018] de un 1-O sostenido por la gente, en un acto extraordinario de soberanía que marco un antes y después de nuestra historia]
Que los sindicatos apoyen la impunidad para aquellos que están acusados de graves delitos es un disparate. Se puede discrepar si hubo rebelión en el ‘procés’ , y para determinarlo habrá un juicio con todas las garantías y la posibilidad de recurrir a instancias superiores españolas y europeas. Ahora bien, no se puede pretender que no pasó nada en septiembre y octubre pasado. Jamás habrá reconciliación si aquellos que actuaron contra la mayoría de los catalanes no piden perdón algún día. Es triste que en lugar de sostener una lucha social en rojo , sin toxinas nacionalistas, los sindicatos se apuntan al lazo amarillo.
Joaquim Coll (2018)
Esta iniciativa [la manifestación secesionista del 15 de abril] ha generado numerosas críticas tanto entre los afiliados de estos sindicatos en Catalunya, que en bastantes casos han manifestado su rechazo dándose de baja, como de las secciones sindicales del resto de España. En efecto, ambos sindicatos no solo rompen con la neutralidad ideológica, al alinearse con el bloque independentista, sino que contribuyen a conferir verisimilitud a la línea argumental de los partidos secesionistas para quienes estas movilizaciones no están encaminadas a impulsar la independencia, sino a defender la democracia amenazada por el gobierno del PP. Una vez más se produce una fuerte disonancia entre las bases de estos sindicatos, mayoritariamente contrarias a la secesión, y el posicionamiento de sus dirigentes. No resulta fácil explicar esta postura, aunque pueden apuntarse dos factores; por un lado, la equiparación entre catalanismo y progresismo que arranca de la dictadura y que, ahora en otro contexto, continúan apoyando las cúpulas de las organizaciones de la izquierda política y sindical; por otro, el temor cerval a ser tachados de «fachas» por los poderosos medios de comunicación independentistas. Además, el apoyo a las reivindicaciones independentistas es para las cúpulas sindicales el corolario de su promoción social, si nos atenemos al carácter burgués y pequeñoburgués del movimiento nacionalista. En cualquier caso, las imágenes de los líderes sindicales rodeados de estelades propinarán un golpe muy duro a su prestigio ya sumamente debilitado entre los trabajadores. Especialmente, cuando la propaganda secesionista los utilizará para proyectar la falsa tesis de que la clase trabajadora catalana, representada por sus sindicatos, apoya sus reivindicaciones. De este modo, ni los sindicatos mayoritarios, ni los Comunes han aprendido la lección de las pasadas elecciones autonómicas cuando los barrios populares votaron masivamente a C’s, no tanto como una muestra de apoyo a este proyecto político, sino como expresión de su rechazo frontal al independentismo.
Antonio Santamaría (2018)
Con la noción de lengua propia se define a la lengua oficial no castellana como propia de un territorio o de una entidad histórica. Y por ello se la convierte en preferente. La cooficialidad de las lenguas no se anula: simplemente queda en segundo plano. Claro que a costa de una monstruosidad conceptual. Y es que si las personas tienen una lengua, y la hablan, y si las instituciones pueden establecer jurídicamente una lengua de comunicación, y emplearla, lo cierto es que ni los territorios ni las entidades históricas hablan. El Tribunal Constitucional, viéndoselas día sí y día también con las exigencias lingüístico-nacionalistas de la Generalitat de Catalunya, acabó dando el gran salto al abismo: salir del plano de la lengua oficial al ideológico plano histórico-lingüístico. Decir que la lengua propia de Cataluña es el catalán es equivalente a decir que la religión propia de Cataluña es la católica. Ambas cosas parecen verdad. Pero no lo son. Porque no es Cataluña la que tiene o no tiene religión o lengua: son los catalanes. Algunos catalanes profesan el catolicismo; otros, no. Algunos catalanes consideran que su lengua propia o materna es el catalán: otros, quizá la mayoría, no. La mayoría tiene una cualquiera de las lenguas o las dos. Pero la Cataluña, como cuestión de hecho, no habla. No puede tener lengua, propia o impropia. Sin embargo ese pseudoconcepto se convirtió jurídicamente en operativo. En operativo para constituir el espacio ideológico-cultural de la independencia de Cataluña. Hay que salir de este mal paso con naturalidad. Las lenguas son de las personas. Que no las usen contra ellas. Desgraciadamente lo hizo el franquismo y ahora juega con ellas el nacionalismo independentista.
Juan-Ramón Capella (2018)
[Por si tienen un momento esta mañana y están cerca de la plaça del Mercat de Sant Adrià del Besós : en recuerdo de Manuel Fernández Márquez y de los luchadores obreros antifascistas y por la III República española, sin escisiones ni divisiones. También hay esto otro «Sábado 7 abril. Dí a mundial de la Salud. En Barcelona, 11h en Pl St Jaume. Las mujeres ocupamos las calles, l@s pensionistas, mostramos nuestra determinación… Ahora toca saltar a la plaza St Jaume en defensa decidida de la salud y la sanidad públicas. No faltéis.Os esperamos, saludablement Toni Barberà]
Cierro el viernes por la mañana. Apenas he leído y pensado sobre la decisión del tribunal alemán.
Entono el mea culpa. Un error, no menor, que un compañero me ha comentado: hablé de Biel Mesquida la semana pasada y debería haber hablado de Biel Figueres. Disculpas.
Con la inevitable y pesada-dañina compañía de líos estudiados (más, muchos más tras la decisión del tribunal alemán) y liantes aprovechados que tanto daño hacen (sobre todo a las personas más desfavorecidas), y de lazos, globos y plásticos amarillos (que en nada recuerdan al submarino ibidem sino más bien a los sindicatos amarillos, y que tanta contaminación ambiental generan y generarán por todo el territorio que tanto dicen amar), seguimos encerrados en un solo juguete… por muy tensas que sean las relaciones entre Reina y ex Reina. No me voy de tema, no los voy a hablar de asuntos de la realeza borbónica. No sufran. Pero sí cabe señalar que la distancia kantiana entre la cosa en sí, el noumeno, y la cosa para nosotros, sentida y comprendida con nuestras humanas condiciones epistémicas, se queda en nada ante la sideral diferencia entre el comportamiento público y privado de muchas familias de las clases dominantes. No sólo en la de la realeza. No digo que la hipocresía no exista en ningún grado entre las familias trabajadoras pero las clases dominantes son muy dominantes y el poder es su pan nuestro de cada día. Y cuando hay poder hay voluntad de más poder, de marcar territorio, de aparentar cuando toca y de decir, incluso de gritar: «¡el poder soy yo y no te pases ni un pelo por delgado que sea!» cuando la ocasión lo requiere. Y con malos modos y con toda su rabia que es mucha. Hay ejemplos cercanos de estas distancias siderales entre lo real (privado) y lo aparente (público) entre las clases políticas profesionales catalanas pero no voy a ser imprudente en esta delicada situación. Se impone la temperanza.
Sobre las recientes noticias jurídicas (recuérdese que en Deutschland el secesionismo sería imposible): 1. Conviene esperar y no precipitarse. 2. Es necesario leer la argumentación judicial. 3. Lo único que por el momento no puede haber es extradición por rebelión, por considerar el juez que no se corresponde con el código alemán. 4. No hay delito, por supuesto, hasta que no hay sentencia firme. 5. Se deja en pie -en principio- la malversación; si finalmente es extraditado será procesado. Si condenado, su condena será mucho menor. 6. Mejor, mucho mejor. Lo peor: su falsa ideología de víctimas perseguidas 7. Los corolarios jurídicos están por ver, veremos como repercuten en el resto de encarcelados (que, si por mí fuera, no estarían en la cárcel). Por el motivo anterior, por humanismo y por evitar males mayores. 8. La lectura secesionista es evidente: subidón más subidón al cubo. Som els millors i Espanya=Madrid=Estat espanyol és una merda putrefacta! 9. Están preparando a sus gentes para el 15A. Será muy masiva (del 14A, desde luego, ni hablar, les importa una nariz). 10. Volverá la idea de la presidencia de Puigdemont. Más leío. 11. Echan las campañas al vuelo por la decisión favorable: la justicia alemana, dicen, es una verdadera justicia, no como la española. Veremos qué dicen cuando la situación se les tuerce un poco y las cosas no les son tan favorables.
Los CDR, se autodenominan así, Comités de Defensa de la República (secesionista), plantaron cientos de cruces amarillas el pasado fin de semana en Port de la Selva, Cadaqués y Argelès (Argelers). Tal vez pretendieron vincular algunas aristas de la actual situación política en .Cat con lo vivido por los exiliados republicanos tras la Guerra Civil. Si fue así, como mi familia está directamente implicada diré claramente lo que pienso (y siento): que es una barbaridad, incluso un insulto o una indignidad. Beatriz Silva («Cruces amarillas en Argelers») ha recordado lo siguiente:
El infierno de Argelers es uno de los episodios más crueles de la Guerra Civil española. Miles de hombres, mujeres, niños y niñas cruzaron los Pirineos a pie [enero, febrero de 1939], en medio de la nieve y los bombardeos, para acabar recluidos a la intemperie, sin agua potable ni letrinas y durmiendo en la arena húmeda. Muchos no soportaron estas condiciones extremas y murieron de disentería, neumonía, tuberculosis o simplemente de hambre. Porque el único alimento que recibían eran el pan que les lanzaban los soldados franceses por encima de las alambradas y que tenían que comer mezclado con la arena contaminada de la playa. Algunos de los sobrevivientes fueron devueltos a España y murieron fusilados. Otros acabaron en campos como Mauthausen y unos pocos pudieron establecerse en Francia o viajar a México donde fueron acogidos por el Gobierno del presidente Lázaro Cárdenas. En Argelers había catalanes pero también aragoneses, andaluces, asturianos, que habían luchado juntos defendiendo la República hasta el final. La causa que les movía era muy distinta a la que reivindica ahora el so beranismo catalán.
Efectivamente: la causa era muy distinta. Nada que ver. Y también hubo madrileños entre los exiliados. El padre de Eduard Rodríguez Farré, por ejemplo, un médico republicano casado con una enfermera catalana. Eduard nació en el campo, en 1941. Su padre y su madre fueron responsables sanitarios en Argelès.
Las citas: la de Coll es más que oportuna; Antonio Santamaría da de nuevo en el clavo y Juan-Ramón Capella se aproxima documentadamente, y con mirada limpia, a un asunto de alta tensión sobre el que no podemos seguir callados. Ya nos han tomado suficientemente el pelo con sus categorías político-lingüísticas y su cosmovisión nacionalista.
El tema de hoy: los persistentes, dañinos, dolorosos e incomprensibles errores de la izquierda, la de .Cat y la de .Es… y de otros lugares (Alemania por ejemplo) en menor medida. El comentario de un compañero muniqués: «¿no resulta sorprendente que quienes se enfrentan de forma resuelta a sus nacionalistas en casa hagan guiños de este tipo a los nacionalistas de fuera?» ¿Por qué? ¿No se enteran? ¿Les suena a «movimiento de izquierdas»? ¿Por las fuentes de información de Die Linke entre los eurodiputados del Partido de la Izquierda Europeo? ¿No deberían contrastar sus informaciones? El extravío de Die Linke (no son los únicos) no tiene parangón.
El tuit de Xavier Domènech [XD, el sorprendente tuit de XD que, por cierto, es historiador: ¿acto extraordinario de soberanía? ¿Por qué no se suma entonces al secesionismo? ¿Cuáles son sus diferencias? No hubo acto alguno de soberanía el 1-O. No hubo una decisión mayoritaria del pueblo ciudadano (que ni siquiera fue convocado: sólo los fieles, el pueblo elegido, y otros ciudadanos que acudieron, reaccionando ante la actuación policial). ¿Ese 1-O ha marcado un antes y un después en nuestra historia? ¿No ha sido, por el contrario, junto al 6 y 7 de septiembre y el 3-O, el momento en el que se ha roto en mil pedazos la unidad de las clases trabajadoras catalanas? En síntesis: la cosmovisión y el relato secesionistas en estado puro en las palabras de XD..
Y no sólo es un tuit, un mal momento. De una entrevista reciente en La Vanguardia:
¿Irá a la manifestación de la Taula per la democràcia el 15 de abril? Sí, claro. Nosotros propusimos hacer un bloque democrático y se ha hecho esta Taula per la democràcia i la convivència. Evidentemente estaremos allí.
¿Existe el peligro de que los partidos soberanistas la instrumentalicen y equiparen democracia a independentismo? Vivimos una época en la que vemos signos de reacción y de ataque a las libertades muy preocupantes. Lo que ocurre en Catalunya es un ejemplo, pero también tenemos a raperos a la cárcel, libros que se retiran… Un ambiente general represivo. Que puede haber habido una instrumentalización por parte de los partidos, seguro, pero lo que nos ocupa es superar la situación que vivimos.
Sectores de su partido lamentan que usted y Ada Colau siempre acaban alineándose con el independentismo. La Taula per la democràcia i la convivència la forman entidades transversales no identificadas con el independentismo. Están también los grandes sindicatos. Y en el acto del 24 de marzo en el Auditori del Parlament estaban también las patronales. Lo importante es no comprometerse con fotos, sino con la lucha que hacen entidades diversas y transversales. Hemos defendido el referéndum como instrumento, no como solución final. Defendemos que la solución pasa por alcanzar un gran pacto. Hay una gran parte de Catalunya que quiere la independencia, pero hay una parte aún mayor que coincide en que el estado autonómico se ha agotado y que habría que ir hacia una nueva relación Catalunya-España. nos tendríamos que unir todos en una propuesta que responda a la diversidad de Catalunya y esta respuesta tiene que ver con una relación más claramente bilateral entre Cataluya y el Estado, con una hacienda propia y la articulación de Catalunya como realidad nacional dentro de un Estado que ha de reconocer esto y que ha de ser plurinacional.
Un sector de Catalunya en Comú, los Comuns federalistes, afirman que la propuesta territorial del partido es ambigua y que los propios militantes no la entienden. Hace sólo diez meses que nació Catalunya en comú, y allí apostamos claramente por un estado plurinacional, por un reconocimiento de Catalunya y por una relación de tipo confederal. Esta es la apuesta, y yo creo que es clara. Ahora bien, si hace falta rediscutirla, lo haremos.
Estado plurinacional no definido (los definidos, Bolivia por ejemplo, apuestan por la unidad nacional); relación bilateral .Cat-.Es (¿cuáles son las implicaciones de ese tú a tú?); apuesta por el confederalismo (¿dónde existe un Estado confederal? ¿No presupone ese estado la independencia previa de .Cat?); presencia en la manifestación secesionista del 15 de abril; participación en el frente separatista de la Taula (presentado con otros ropajes),, etc. ¿Qué más se les puede pedir desde un punto de vista nacional-secesionista? ¿Qué tendrá que ver todo eso con los valores y finalidades emancipatorias de la izquierda?
H ay noticias más alarmantes incluso. El colaborador del programa de TV-3 ‘Està passant’ Jair Domínguez publicó el pasado 1 o 2 de abril en su cuenta de Instagram un mensaje (¡inquietante! ) en el que advertía de que el proceso soberanista acabará provocando «muertos«. Lo hizo en estos términos: «Habrá muertos. Habrá muertos y será terrible porque, en el fondo, no nos gusta la violencia. Pero nos han llevado hasta el límite y ahora por fin hemos descubierto que la República no se construye con lazos y manifiestos sino con sangre y fuego».
Conviene recordar otros asuntos que deberían preocupar (¡son puntos nodales!) a la izquierda.
El primero de estos asuntos. Lo hemos aprendido desde hace años gracias a científicos, pensadores y activistas como Joan Benach. Me baso ahora en una información reciente de Jessica Mouzo Quintáns [JMQ]: «Los catalanes pobres viven ocho años menos de media que los ricos. La situación socioeconómica también afecta a la morbilidad y a la salud mental». https://elpais.com/ccaa/2018/03/29/catalunya/1522344059_141114.html. Un estudio del Departamento de Salud, señala JMQ, cifra en unos ocho años la diferencia entre la esperanza de vida de una persona de renta muy baja (ingresos de subsistencia, no contributivos) y otra de rentas superiores a los 100.000 euros. «La investigación, que prueba que el riesgo de morir aumenta a medida que baja el nivel de renta, constata una máxima que la comunidad científica ya advirtió en numerosas ocasiones: el 80% de los determinantes de la salud son sociales y las condiciones socioeconómicas de la población influyen en su estado de salud». Según el estudio realizado por la Unidad de Información y Conocimiento del Observatorio del Sistema de Salud de la Agencia de Calidad y Evaluaciones Sanitarias (AQuAS) «las personas de renta alta (más de 100.00 euros al año) tienen una esperanza de vida de 83,8 años. Por el contrario, las personas que menos cobran -las que subsisten con ayudas y prestaciones no contributivas como único ingreso- tienen una esperanza de vida de 76,6 años». 7 años y dos meses menos, algo así como el 9,5% de sus vidas. De cada 10 días, se les roba 1 (aproximadamente). Para Joan Benach: «La equidad en salud es el mejor indicador de justicia social. La situación socioeconómica afecta a todo, a la mortalidad, a la morbilidad, a la salud mental…» Más allá del riesgo de muerte, señala JMQ, la situación socioeconómica de los catalanes se cristaliza perfectamente en una simple consulta del médico de cabecera. «A menos ingresos, más nivel de hiperfrecuentadores, como se conocen en el argot médico a los usuarios que visitan más de 24 veces al año los servicios de atención primaria o más de seis al especialista. «La utilización de servicios aumenta a medida que baja el nivel de renta», apuntan los investigadores en este informe, que recoge los resultados preliminares de un estudio más amplio que están cocinando».
Si mi memoria no me falla, llevo leyendo y escuchando informaciones muy similares desde hace más de quince años. Los datos y las desigualdades (¡en asuntos de vida y muerte!, no hablamos de segundas residencias ni de la superficie del piso donde vivimos) se repiten una y otra vez. ¿No es este un asunto esencial, muy pero que muy importante? ¿No debería centrar nuestras preocupaciones y acciones? ¿No nos une además con situaciones más que parecidas que también se viven en otros territorios españoles? ¿No habría que hablar menos del monotema monotemático y pensar, proponer y hacer más, mucho más, en torno a estas temáticas?
Un segundo asunto. Me baso esta vez en u na información de Pilar Álvarez: «G alicia y Castilla y León son las autonomías que mejor ayudan a sus alumnos desfavorecidos. Madrid y Andalucía, a la cola de las comunidades en las que el nivel socioeconómico de los estudiantes influye más en sus resultados» https://politica.elpais.com/politica/2018/03/15/actualidad/1521117918_477132.html. El informe PISA, señala PA, ha mostrado una brecha de resultados que divide a España en dos entre norte y sur: las comunidades con mejores puntuaciones y las que menos en el examen internacional que evalúa a alumnos de 15 años. Un nuevo estudio señala cuáles son las regiones más y menos equitativas: aquellas más capaces de atenuar las desigualdades socioeconómicas que los estudiantes traen de casa y las que menos. Galicia, Castilla y León y País Vasco son las tres comunidades donde el nivel socioeconómico de los estudiantes se nota menos en sus resultados finales, «donde aquellos que tienen peor situación -menos nivel formativo de los padres, peor economía, menos libros en casa- consiguen corregir su desventaja de partida gracias a la escuela». Están, afirma PA, » a niveles comparables a países de referencia en equidad como Finlandia, Canadá o Noruega».
¿ Y cuál es el extremo opuesto? Madrid, Andalucía y Cataluña, según el informe Equidad educativa en España: comparación regional a partir de PISA 2015 [1]. El cuadro completo: c omunidades en las que el nivel socioeconómico de los alumnos influye menos en los resultados académicos (por orden, de menos a más): 1. Galicia. 2. Castilla y León. 3. País Vasco. 4. Islas Baleares. 5. Islas Canarias. 6. Cantabria. 7. Castilla La Mancha. 8. Extremadura. 9. Comunidad valenciana. 10. La Rioja 11. Aragón. 12. Navarra. 13. Asturias. 14. Cataluña. 15. Andalucía. 16. Madrid. 17. Murcia.
¡Cataluña, pàtria del meu cor, en décimo cuarto lugar! ¿Esto no debería ser una preocupación básica, central, para los defensores «de l’escola catalana» y para todos en general? ¿El monotema está por encima de asuntos básicos para una formación que luche realmente por la equidad? ¿También en esto la culpa es de Madrid o del Estado español? ¿Ninguna responsabilidad en las políticas y prácticas educativas de .Cat?
Hay más ejemplos. Y también hay ilustraciones de que la izquierda puede pensar con otra cabeza, con otras perspectiva, con otros valores, desde otros puntos de vista. Un ejemplo destacado: Juan Ramón Capella [JRC], «Del happening secesionista a la más absoluta miseria». http://www.mientrastanto.org/boletin-167/notas/del-happening-secesionista-a-la-mas-absoluta-miseria
El independentismo catalán, señala JRC. actúa como si no se diera cuenta de que ha sido derrotado políticamente, de que su ruidosa hegemonía social es sin embargo limitada, «pues su modo de actuar le contrapone a la mayoría de la población de Cataluña y se la enajena». El independentismo buscó legitimación para un proyecto ilegal en un simulacro de referéndum, nos recuerda con palabras muy alejadas de las comentadas de X. Domènech:
el happening social del 1 de octubre de 2017: convocó a la población catalana a un referéndum ilegal, a sabiendas de que además no había censo, ni urnas transparentes y vacías, ni mesas electorales sorteadas, pudiéndose votar en cualquier parte, sin recuento fiable. Un falso referéndum sin garantías.
El happening organizado y los tumultos por entrar en «colegios» cerrados consiguieron que la Guardia Civil «se comportara como se habían comportado los mossos en el desalojo de la plaza de Catalunya del movimiento 15M, y las pelotas de goma filmadas generaron la única legitimidad que recibió aquel happening en el que la mayoría de los catalanes no participó». Nunca, afirma JRC, «una bola de goma o un descalabro fue más útil políticamente».
La clase política independentista, prosigue, tal vez había querido creer lo que para cualquiera con dos dedos de frente era un imposible: «que se podía conseguir la independencia de Cataluña simplemente desobedeciendo las leyes», las mismas leyes, además, que configuraban su poder institucional. La pregunta relevante, señala, es la siguiente:
¿alguien puede pensar que una región italiana, un departamento francés, un land alemán, es capaz de independizarse contra la legalidad de los Estados correspondientes? ¿Alguien cree que en Francia, Italia o Alemania eso se podría hacer impunemente? Es más: en esos estados, ¿es siquiera imaginable?
Los dirigentes políticos del independentismo catalán han inducido, sostiene JRC, una situación en que parte importante de «la población de Cataluña sueña una quimérica república catalana reñida con la realidad y sobre todo con los procesos democráticos» y añade algo cada vez más importante:
Si esa movilización notable se dirigiera a objetivos compartibles por quienes no piensan como los movilizados respecto a la institucionalización política de Cataluña, entonces sería posible crear una fuerza democratizadora importante para toda España, sobre todo para los de abajo de toda España.
Pero eso es imposible. ¿Por qué? Porque, dicho con total claridad.
la obnubilación que han creado en sus bases sociales las induce a ver como extranjeros a quienes no comparten sus ideas en Cataluña, y su desconfianza hacia el régimen político español -un régimen de libertades deficiente, pero seguramente el mejor que hemos tenido nunca- se extiende a la sociedad española, incluso a sus conciudadanos: una desconfianza geográfica, o, lo que es lo mismo, una desconfianza racista.
Esta obnubilación disparatada, «impulsada por emociones cuyas teclas saben tocar muy bien los irresponsables políticos independentistas -esa catalanidad llorona, quejosa, ofendida por lo que quiere verse ofendida, creyente en un credo histórico sesgado cuando no imaginario-, es su principal aportación a nuestra desgraciada historia».
Que los políticos independentistas hayan dado lugar a esto no es delictivo, matiza JRC. Es mucho peor que un delito, una ruindad. Por lo demás, insiste JRC con una idea ya formulada por él que es muy importante, «en Cataluña hay un falseamiento político muy básico: su norma electoral reduce a 85 los más de 130 escaños del Parlament que deberían poder elegir los habitantes de la provincia de Barcelona».
Los comportamientos delictivos, por supuesto, lo son incluso cuando se realizan con la mejor intención. Aclara un concepto básico:
Nadie puede llamar desobediencia civil a la violación de la legalidad constitucional y estatutaria, pues la desobediencia civil presupone aceptar las consecuencias incluso penales de los propios actos. Quede esto claro. No hay excusas: si desobedeces civilmente, a lo hecho, pecho: no huyes, no intentas sustraerte a tu responsabilidad.
Los responsables de las violaciones del derecho se presentan como víctimas. Al hacerlo, en su obstinación por seguir recorriendo hasta el final un curso político derrotado, sostiene JRC, «impiden que podamos solidarizarnos con ellos -tampoco ellos se solidarizaron con las angustias y preocupaciones que causaron y causan a la mitad de los catalanes».
Es cierto, nos recuerda, que la prisión preventiva, previa a una condena penal firme, es una decisión muy dura y altamente discutible.
El amplio margen de interpretación de las normas jurídicas que tienen los jueces, sobre todo los magistrados del Tribunal Supremo, les permite a éstos, ante delitos flagrantes, continuados, y con la nada irrazonable perspectiva de su reiteración, adoptar decisiones duras. Y es la flagrancia delictiva continuada, y no los insultos reiterados a los jueces y tribunales -el independentismo, no muy inteligentemente, les ha acusado de parciales, de prevaricadores, de seguir instrucciones del gobierno, se ha envanecido de desacatarlos, etc.-, es esa flagrancia lo que tal vez explica la represión actual. ¿Es ésta excesiva?
Probablemente responde JRC pero, como es de toda evidencia, «la fuga al extranjero de algunos responsables sin duda tiene que ver con esas decisiones judiciales que no gustan». Añade:
Tendrá que ser más adelante, siendo ya firmes las inevitables condenas, cuando, en atención al sufrimiento de los parientes de los condenados, pidamos también nosotros a las instancias correspondientes que se atenúen las bien merecidas penas, reduciéndolas a confinamientos o a arrestos domiciliarios.
Un daño colateral de la división política y social originada, sostiene JRC con razón, «es que ha acabado destruyendo a la izquierda política en Cataluña». Los dirigentes de lo que quedaba de esa izquierda «no han sabido callarse cuando se tenían que callar». Y con solidaridades con los políticos nacionalistas burgueses que nadie les exigía, «un afecto que repartían gratis -sobre todo desde el ayuntamiento de Barcelona-, han empujado a los de abajo a huir de ellos y a apoyar políticamente a la peor derecha del país: a Ciudadanos». No me queda claro que, hoy por hoy, sea Ciudadanos la peor derecha del país pero es lateral, no es un punto importante de la argumentación. Muchas gentes trabajadoras, tengo ejemplos en mi familia, apoyaron electoralmente a Ciudadanos esta vez, y acaso primera vez, porque, en su opinión, no había otra. Nunca han votado al PP y el PSC no les ofrecía garantías suficientes visto lo visto.
Las palabras de cierre del artículo:
Construir un espacio político de izquierda no será nada fácil en la Cataluña real. Eso necesitará mucha autocrítica, mucha prudencia, aprender y reconstruir unos vínculos dinamitados. Bueno: que cada palo aguante su vela
Eso, construir un espacio político de izquierda no nacionalista (perdón por la redundancia) no será fácil, pero hay que intentarlo, ya hay gentes que lo intentan. No nos queda otra. Y más pronto que tarde y unidos, además, en una izquierda española que no reproduzca en su seno las tensiones nacionalistas que tantas veces ha incorporado en su propia estructura. Unos por aquí, otros por allá, con soberanía propia, separándonos cuando nos interesa (ejemplo de ICV), etc.
Las recomendaciones de la semana (seleccionen por favor):
1. Contradicciones en el seno de las clases hegemónicas secesionistas. Artur Mas, 2 de abril de 2018: «Investir ahora a Puigdemont comportaría abrir procesos penales contra más personas. Lo que se ha de valorar es si vale la pena o no en este momento después de tener tanta gente fuera del país y si es necesario rearmar las fuerzas y seguir adelante».
2. No es mi perspectiva de análisis pero conviene tenerlo en cuenta (por los debates y los argumentos esgrimidos): Las razones del naufragio de la Barcelona World Race. http://www.lavanguardia.com/deportes/vela/20180330/442031975718/barcelona-world-race-razones.html
3 . Uno de los instrumentos esenciales de la hegemonía nacional-secesionista: Ignacio Vidal-Folch, «La semántica de ‘Teleprocés’. ¿O acaso TV3 no es ya el ‘procés’ mismo, pues sin ella este no existiría?». https://politica.elpais.com/politica/2018/03/31/actualidad/1522511415_524726.html?id_externo_rsoc=FB_CC
4 . De Manuel Cruz: «Semana de mantenimiento reveladora». Alguien anunció aquí mismo que en los próximos tiempos la tónica dominante en la política catalana se iba a caracterizar por el mucho ruido y pocas nueces, y su pronóstico parece irse confirmando. https://blogs.elconfidencial.com/espana/filosofo-de-guardia/2018-04-01/proces-semana-mantenimiento-reveladora_1543025/ Sus palabras de cierre:
En el fondo, es de suponer que, sin pretenderlo, el ideólogo al que aludía al principio del artículo estaba poniendo la venda antes que la herida : de haberse producido las detenciones en cualquier otra época del año esa misma ausencia de un plan definido que ahora se constata hubiera quedado disimulada tras el ruido de la calle y la bronca de los medios. Pero no ha sido así y para intentar remediarlo el independentismo ya anda convocando una gran manifestación para el 15 de abril «en defensa de los presos políticos»: a ver si, con un poco de suerte, el griterío de la multitud consigue acallar su atronadora carencia de propuestas.
5. No se lo pierda (cambio de tema que siempre va bien): Andreu Missé, «·Los costes sociales de la crisis bancaria» http://alternativaseconomicas.coop/articulo/dossier/los-costes-sociales-de-la-crisis-bancaria . Algunas de sus conclusiones
El primer estudio piloto sobre los efectos sobre la salud de los fraudes financieros ha sido realizado por la fundación Finsalud, que analizó una muestra de 188 personas que habían sido afectadas por las participaciones preferentes y las hipotecas multidivisa. María Victoria Zunzunegui, profesora honoraria de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Montreal y promotora del trabajo, ha señalado que «las personas que han experimentado fraudes bancarios tienen peor salud general, peor salud mental, duermen menos y tienen peor calidad de vida que la población de edad comparable». El estudio piloto señala, por ejemplo, que el 63% de los tenedores de preferentes que no recibieron compensación y el 66% de personas que había suscrito hipotecas multidivisa tenían una salud regular, mala o muy mala. Sin embargo, cuando se compara con la población media española de la misma edad, el colectivo con la salud deteriorada representa un porcentaje muy inferior (32%). El estudio concluye que los fraudes financieros deberían ser considerados un factor de riesgo para la salud. Y las personas que han sido afectadas deberían recibir cuidados médicos y psicológicos además de la compensación económica por el dinero perdido.
6. O es un montaje policial o el secesionismo tiene también su derecha fascista (no solo «los otros»). No apto para menores ni para personas razonable como ustedes. M.I.C. Moviment Identitari Català. https://www.movimentidentitaricatala.com/galeria-imatges-catalanistes/
7. De interés: «Carta de Miquel Amorós a Tomás Ibáñez sobre el «Procés» https://noticiasdeabajo.wordpress.com/2017/09/30/carta-de-miquel-amoros-a-tomas-ibanez-sobre-el-proces/ » La cuestión que cabría preguntarse no es por qué un sector local de la clase dominante decide resolver sus diferencias con el Estado por la vía de la movilización callejera, sino por qué una porción considerable de gente con intereses contrapuestos, principalmente jóvenes, actúa como decorado escenográfico y fuerza de choque de la casta que ha patrimonializado Cataluña, clasista, católica, corrupta y autoritaria como la que más». Sus palabras finales:
La convicción y el entusiasmo de la multitud no provienen de fríos razonamientos lógicos o de rigurosos análisis socio-históricos; más bien tiene que ver con las descargas emocionales sin riesgo, la sensación de poder que producen los amontonamientos, el fetichismo de la bandera u otros símbolos, la catalanidad virtual de las redes sociales, etc., características de una masa desarraigada, atomizada y desclasada, y, por lo tanto, sin valores, objetivos e ideales propios, predispuesta a comulgar con las ruedas de molino que se repartan. La vida cotidiana colonizada por el poder de la mercancía y del Estado es una vida repleta de conflictos latentes e interiorizados, dotados de un exceso de energía que los hace emerger en forma de neurosis individuales o colectivas. El nacionalismo, de cualquier signo, ofrece un excelente mecanismo de canalización de esos impulsos que, si se hicieran conscientes, constituirían un temible factor de revuelta.
8 . Presentación del libro Clase antes que nación . https://www.youtube.com/watch?v=6LxVQYCXhIk. Vale la pena, no se pierdan las intervenciones.
9. De interés: Joaquim Coll, «Sindicatos catalanes, rojos o amarillos». https://www.elperiodico.com/es/motor/. Real como la vida misma. La cita inicial es de este artículo.
El comentario de una sindicalista de izquierdas, Susana López, sobre la manifestación secesionsta del 15 de abril y el apoyo de CCOO y UGT:
Cuando los indepes se ven en apuros, y no es nada nuevo, apelan a la defensa de la democracia, de la libertad, etc., para lograr «confluencias» que de otra forma no conseguirían y que realmente les harán aparecer (a ellos y su causa) como víctimas del Estado fascista y represor ante la opinión internacional. Que en este país se están vulnerando derechos y libertades es una evidencia: con la ley mordaza, contra los piquetes en las huelgas, contra los inmigrantes, contra titiriteros, raperos y otra gente de mal vivir, pero nunca he visto manifestaciones masivas frente a las detenciones y condenas de esta gente corriente, en defensa de unas libertades y unos derechos fundamentales que están siendo conculcados. Algo que resulta bastante llamativo en comparación con la enorme sensibilidad que demostramos hacia el «caso catalán», con sus «presos políticos», sus «exiliados»… (¿sabrán que es eso?), que afecta a una élite corrupta y depredadora, que además de llevarse una pasta gansa, han hecho escarnio con privatizaciones y recortes en lo social. ¿Recordáis cuando, en aquellos tiempos del 15M, tenían que entrar en helicóptero en el Parlament estos herederos del «molt honorable» Pujol y familia, y los Mossos molían a palos a quienes protestaban?
Lo que se ventila aquí es un conflicto identitario, que, por definición, encubre y anula el conflicto de clases (aparte de sus responsabilidades políticas y penales por la enorme corrupción que les envuelve). Un conflicto, el identitario, que tan bien saben manipular las élites en el poder, y que ha traído (y sigue trayendo) las mayores desgracias que en el mundo han sido. Pero en este caso (como en otros), han logrado construir un «relato» perfecto, aprovechando, por supuesto, los abusos de un gobierno-partido tan corrupto y depredador como ellos. Les conocen bien, porque vienen de la misma estirpe y porque han venido pactando durante décadas para el mantenimiento del «status».
Yo sí he firmado la petición, tanto para CCOO como para UGT, porque no puedo ni quiero aceptar que los sindicatos (y esa sociedad que sin duda se va a movilizar masivamente) se hayan mostrado pasivos e indiferentes ante las la grave vulneración de derechos de tanta «gente corriente», que se están produciendo en este país, desde mucho antes del «conflicto catalán», y que sean tan «sensibles» a éste.
Lo que me indigna es que no haya ningún espacio donde se pueda debatir con rigor la batalla ideológica a la que nos estamos enfrentando como pollos sin cabeza. Y a lo mejor, en ese debate, se me demostraba que la equivocada soy yo y quienes piensan como yo.
10. De historia: Manuel Peña Díaz, «La repoblación catalana de Andalucía. Sin los catalanes la historia de Andalucía no estará nunca completa, y sin los andaluces la historia de Cataluña es sencillamente incomprensible». https://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/historias-cataluna/repoblacion-catalana-andalucia_131051_102.html
No obstante, la primera oleada fue espontánea, según refiere el contador Míguez cuando aseguraba que solo los rumores «han bastado a atraer a numerosos paisanos españoles, especialmente catalanes y valencianos, que casi inundando la sierra en cuadrillas crecidas han venido y vienen suplicando que se les admita». A fines de 1773 fue cuando Olavide y Capmany se pusieron de acuerdo para poner orden y concierto en la llegada de repobladores catalanes a La Carolina en Jaén. Las primeras doce familias salieron el 9 de marzo de 1774 desde Argentona, Terrassa, Esparraguera, Barcelona, etc. Y en sucesivos viajes se incorporaron catalanes de los obispados de Girona, Vic y la Seu d’Urgell, entre los que había albañiles, herreros, carpinteros, labradores o alfareros. Una de las operaciones más interesantes fue el establecimiento de fabricantes textiles . Pese al pesimismo de Capmany, Olavide consiguió que los igualadinos hermanos Borrull marchasen con sus operarios y demás pertrechos y levantasen una factoría que estuvo funcionando hasta la invasión napoleónica en 1811. Aunque nunca hubo colonos que fueran del sur al norte, sí los hubo que bajaron del norte al sur. Pero no fueron los repobladores de tierras los únicos catalanes que vieron en Andalucía una tierra de oportunidades. Desde el siglo XIII hasta nuestros días, son innumerables las historias de catalanes que encontraron en el sur un espacio abierto para sus negocios y nuevas vidas para sus familias. En definitiva, sin los catalanes la historia de Andalucía no estará nunca completa, y sin los andaluces la historia de Cataluña es sencillamente incomprensible.
11. Como señala con toda razón Antonio-Francisco Ordóñez Rivero, este tipo de informaciones son las que «caldean» el ambiente: «L’Estat destina de manera crònica una inversió inferior al pes de l’economia catalana. https://m.ara.cat/editorial/pressupostos-que-sempre-menystenen-Catalunya_0_1990001204.html«. Como recordamos, CDC dio apoyo entusiasta a los presupuestos del Estado en numerosas ocasiones. «Peix al cove», decían.
12. El tema ha irrumpido con fuerza: violencia, CDR y movimiento secesionista. Una primera aproximación: Joaquim Coll, » Las violencias del ‘procés’. En Cataluña hemos asistido a un intento de golpe de Estado apoyado en nuevas formas de rebelión». https://elpais.com/elpais/2018/04/02/opinion/1522687831_202548.html. Sus palabras de cierre (seguiremos con el tema) :
Por último, está la violencia directa, física, la que aparece en el auto del magistrado Pablo Llarena y que se vincula con el alzamiento para lograr la independencia a partir del 6 y 8 de septiembre pasado. Es mejor no precipitarse a juzgar si los hechos constituyen un delito de rebelión. No obstante, sí conviene hacer algunas consideraciones. A menudo se afirma que sin una visible ostentación de fuerza física no existe sublevación contra el orden constitucional. Si por tal cosa entendemos una rebelión armada, es cierto que no se dio, entre otras cosas porque el golpe no fue militar sino civil. La dificultad para catalogar lo sucedido radica en la novedad del modus operandi. Los líderes del procés, que en la mayoría de casos eran cargos públicos, desde diputados hasta miembros del Govern, derogaron la Constitución y el Estatuto en el Parlament y para legitimar su propósito secesionista utilizaron la fuerza tumultuaria de las masas que ellos mismos habían convocado en colaboración con la entidades soberanistas para hacer inútil la reacción del Estado. Es verdad que la multitud en la mayoría de casos opuso una resistencia pasiva, pero en otros actuó de forma intimidatoria o violenta contra la autoridad. A ello hay que añadir el crucial papel de los Mossos, un cuerpo armado cuya cúpula boicoteó la obediencia al mandato judicial de impedir la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre. Más aún, hay declaraciones inquietantes como la del exconsejero Joaquim Forn («si hay buena voluntad y se acepta la nueva realidad, no habrá choque entre policías»), que indican que se estaba dispuesto a utilizar la policía autonómica para completar el plan independentista. Más allá de cómo sean considerados penalmente los hechos, en Cataluña hemos asistido a una insurrección, un intento de golpe de Estado, apoyado en nuevas formas políticas de rebelión.
También este tiene interés, otro de Joaquim Coll: «Asimetrías». https://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/asimetrias_131708_102.html. Una de sus observaciones:
Más allá de lo que decida la justicia en Alemania, existe otro argumento de naturaleza estrictamente sociopolítica para considerar que Puigdemont tiene que ser juzgado en España junto al resto de los acusados por rebelión. Es un problema de simetría entre lo que él perseguía como principal responsable del procés, nada menos que la creación de un Estado independiente, y la asunción de un riesgo equivalente en términos penales para un propósito unilateral que implicaba tantos riesgos para la convivencia y el bienestar. Dicho de otro modo, en caso de éxito, de haberse producido la secesión de Cataluña del resto de España, los beneficios hubieran sido enormes para los promotores de la nueva república. Los padres de la patria habrían sido glorificados y su gesta exaltada hasta la náusea. Sin embargo, los políticos que han liderado el procés pretenden que se cometió solo desobediencia, un delito castigado con inhabilitación para el ejercicio de cargos públicos y alguna multa económica. Nada más. Se trata de una asimetría absoluta entre los extraordinarios parabienes por los que luchaban, tanto personales como para la casta del procés, y los escasos riesgos judiciales que querían asumir al emprender una aventura tan peligrosa para la colectividad. Dentro de un tiempo se verá con meridiana claridad que en septiembre y octubre pasado asistimos a un intento de golpe de Estado para quebrar el orden constitucional y producir la secesión de Cataluña, aunque ahora muchos acusados argumentan que todo fue simbólico y que la estrategia iba orientada a forzar una negociación con el Gobierno español. En realidad da la impresión que los líderes separatistas jugaban a las dos barajas y ambas les salió mal. En la política como en los negocios no hay beneficios sin riesgos y ahora los jefes del procés tienen que asumir que los errores tienen consecuencias y que es inevitable que sean juzgados por graves delitos; eso sí, con todas las garantías procesales y la posibilidad de recurrir a instancias superiores españolas y europeas si se están en desacuerdo con la sentencia. Y he ahí otra asimetría más porque el golpe secesionista, en caso de haber triunfado, hubiera sido irrecurrible, irreversible
13. También de interés: Beatriz Silva, «Cruces amarillas en Argelers». https://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/cruces-amarillas-argelers_131696_102.html. Lo he citado antes
Hace unos días el periodista Jesús Badenes escribía un artículo en el Diari de Girona, titulado ¿Será como antes?, donde explicaba la agresión que sufrió el 3 de octubre en la llamada «huelga de país» y las consecuencias físicas que aún le provoca. Recordaba que todos tenemos motivos para el drama, no sólo los que estos días reclaman la libertad de los políticos que están en prisión. Estoy de acuerdo. Tienen motivo para el drama todas las personas que han sufrido acoso o amenazas por pensar distinto a lo que marca el relato oficial en Cataluña. A los que se les llama botiflers o colonos. Los que se despiertan con su local marcado con pintadas, como le ocurrió a Enric Roig la semana pasada en Tortosa. Tienen motivo para el drama los militantes socialistas y de otros partidos que sufren escraches en sus sedes y los políticos que se ven obligados a ir por la calle con escolta. Y los ciudadanos y ciudadanas que han visto romperse amistades de toda vida por una disputa que no debería haber trascendido nunca la esfera política para entrar en la vida íntima de las personas. La grave crisis política que atraviesa Cataluña no se solucionará con sobreactuaciones, plantando cruces amarillas en las playas o encerrándose en una jaula itinerante que va por los pueblos banalizando lo que representa la cárcel y la privación de libertad para miles de personas. Se solucionará cuando todos y todas hagamos un esfuerzo por entendernos y respetarnos, cuando dejemos de utilizar para nuestros propios fines episodios que son dolorosos para miles de personas, cuando reconozcamos los errores que se han cometido en estos años y que han tenido como resultado el quiebre de nuestro marco de convivencia.
14. Aproximación al tema de hoy desde otra perspectiva, siempre documentada en su caso, Antonio Santamaría, » L as izquierdas catalanas perdidas en su laberinto». http://www.elviejotopo.com/topoexpress/las-izquierdas-catalanas-perdidas-laberinto/ Las palabras de cierre que es fácil compartir:
Lamentablemente este vacío ideológico y político de las izquierdas está alimentando el crecimiento de una formación de centroderecha y nacionalista española como Ciudadanos cuando si la izquierda hubiera cumplido con sus funciones de oposición y alternativa al nacionalismo/independentismo probablemente esta formación quizás ni hubiese nacido. En realidad, C’s es un producto tanto de la hegemonía ideológica del nacionalismo como, sobre todo, de la inoperancia de las izquierdas. Hasta que las izquierdas catalanas no extraigan las lecciones del desenlace del proceso independentista -entre ellas el ascenso de C’s- será muy difícil, por no decir imposible, que puedan aspirar a articular una mayoría política capaz de disputarle el poder al bloque secesionista. Ello a pesar de que el fracaso de la vía unilateral abre grandes posibilidades en este sentido. El primer paso sería un acuerdo, ahora inviable, entre socialistas y comunes para levantar esa alternativa de momento inexistente.
15. Una reflexión de interés sobre el tema lingüístico en España y en .Cat: Juan-Ramón Capella, «Las lenguas en el sistema constitucional». http://www.mientrastanto.org/boletin-167/de-otras-fuentes/las-lenguas-en-el-sistema-constitucional. Una de las citas iniciales es de este artículo. Un recuerdo del Estatut de 1931:
Nunca como respecto del lenguaje fue más cierta la afirmación de que el mejor Gobierno es el que gobierna menos. Para los gobernados, la lengua es como la religión o la irreligión: no se impone desde fuera, sino que se toma de lo que la sociedad ofrece. Y ya puede decir misa el Gobierno. Sin embargo, previsoramente, el Estatuto Catalán de 1931 sí había entrado a legislar -para reconocer derechos, no para imponer deberes- sobre los derechos lingüísticos de los ciudadanos. Su art. 2 decía: «Dentro del territorio catalán, los ciudadanos, cualquiera que sea su lengua materna, tendrán derecho a elegir el idioma oficial que prefieran en sus relaciones con los Tribunales, autoridades y funcionarios de todas clases, tanto de la Generalidad como de la República.» Y ese amable que prefieran -en cada caso- se estipula incluso antes de definir las lenguas oficiales: «El idioma catalán es, como el castellano, lengua oficial de Cataluña». A partir de aquí aquel Estatut establecía las modalidades de un bilingüismo bien temperado, sobre todo en el ámbito documental y judicial.
16. Sobre las prácticas reales del secesionismo: y sus consecuencias:
El pleno del Parlament de este jueves [05.04] ha comenzado con un nuevo enfrentamiento entre grupos independentistas y constitucionalistas. Esta vez, a causa de la recuperación de la paga extra del 2012 de los funcionarios y de las necesidades de endeudamiento de la prórroga presupuestaria. La mayoría independentista en la Mesa y la Junta de Portavoces ha eliminado del orden del día del pleno la convalidación de estos dos decretos alegando un defecto de forma. Junts per Catalunya, ERC y la CUP han explicado que no quieren que estas dos medidas se aprueben bajo la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Al no haber Govern y al estar intervenido, ningún representante de la Generalitat podría defender estos decretos en el pleno.
Desde la oposición consideran sin embargo que la mayoría independentista no quiere que una medida tan esperada por los funcionarios, la recuperación del 20% de la paga extra del 2012, salga adelante bajo el mando del Gobierno central. Este es el punto. Así lo han señalado desde Ciutadans, el PSC, Catalunya en Comú Podem y el PP, que ven intereses «partidistas en la medida».
Y en España, se diga lo que se diga, no es verdad que se encarcele a quienes ganan las elecciones en .Cat. Si fuera así, Inés Arrimadas estaría en prisión.
Nota.
1) El trabajo lo han elaborado las economistas Gabriela Sicilia (UAM) y Rosa Simancas, (UEx). Es la primera vez que se analizan las desigualdades y la equidad por autonomía a raíz de los datos de PISA. En 2015 esta evaluación internacional ofreció una muestra ampliada con todas las comunidades autónomas: 861 centros públicos y concertados y 28.864 alumnos de 15 años.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.