Amigos de la Tierra Finlandia actúa en varias áreas, y realiza campañas sobre temas como cambio climático y bosques, entre otros. Con Norah Ojala, vicepresidenta de la organización ambientalista, hablamos sobre cómo se aborda el fenómeno del calentamiento global en su país, y sobre el modelo impuesto por las plantas de celulosa originarias de Finlandia […]
Amigos de la Tierra Finlandia actúa en varias áreas, y realiza campañas sobre temas como cambio climático y bosques, entre otros. Con Norah Ojala, vicepresidenta de la organización ambientalista, hablamos sobre cómo se aborda el fenómeno del calentamiento global en su país, y sobre el modelo impuesto por las plantas de celulosa originarias de Finlandia que están trasladando su contaminante producción a los países del Sur.
En cuanto a la campaña sobre cambio climático, la activista explicó que se intentaba actuar en dos niveles. En el primero, se buscaba intervenir en el plano normativo promoviendo legislación que estableciera marcos más «amigables con el clima» en las regulaciones referentes a la industria y a la producción energética. En el segundo, las actividades que se desarrollaban eran acciones en la calle, en las que se buscaba concientizar a la población en general sobre el problema.
Finlandia forma parte del grupo de 35 países industrializados que acordaron limitar sus emisiones de gases que provocan el efecto invernadero, y que se conoce como «Anexo 1». Según Ojala, desde el gobierno se han tomado medidas para reducir las emisiones de dióxido de carbono, cumpliendo con los requerimientos de la Comisión Europea. Sin embargo, afirmó que las autoridades gubernamentales «no eran para nada ambiciosas con la reducción de emisiones», y que no estaban haciendo los esfuerzos suficientes para limitar el fenómeno del calentamiento global.
Además, la activista hizo énfasis en que el gobierno no apostaba lo necesario a las energías renovables, y sin embargo sí consideraba lo que desde las organizaciones ambientalistas se ha denunciado como «falsas soluciones», tales como la energía nuclear o los llamados «mecanismos de desarrollo limpio».
Ojala también se refirió a las empresas destinadas a la forestación y a la producción de celulosa y papel como Botnia y Stora Enso, ambas con capitales fineses, que en los últimos años han introducido mega plantas de celulosa en países latinoamericanos.
La activista mencionó que el caso de Botnia fue muy comentado en Finlandia, debido a la crisis internacional que causó entre Uruguay y Argentina la planta que construyó en territorio uruguayo -que contó con apoyo del gobierno finés- y señaló que actualmente, la crisis internacional también había mostrado lo poco que estas empresas se preocupan por los trabajadores en sus países de origen.
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