La Asociación de Sin Papeles de Madrid y la Red Ferrocarril Clandestino denunciaron el jueves que la Policía Nacional continúa realizando controles masivos en la capital con el fin de cumplir con unos «cupos» mínimos de inmigrantes. La protesta se basó en 67 casos de extranjeros «detenidos y discriminados por motivos raciales». Según los activistas, […]
La Asociación de Sin Papeles de Madrid y la Red Ferrocarril Clandestino denunciaron el jueves que la Policía Nacional continúa realizando controles masivos en la capital con el fin de cumplir con unos «cupos» mínimos de inmigrantes. La protesta se basó en 67 casos de extranjeros «detenidos y discriminados por motivos raciales». Según los activistas, la mitad de estos se ha producido en los tres últimos meses, después de que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, diese la orden de suprimir los cupos.
El escándalo inicial se produjo el 15 de febrero, al hacerse pública una circular interna de la Comisaría de Villa de Vallecas (Madrid) que establecía el objetivo de detener a 35 extranjeros por semana. Al igual que hizo entonces, Interior negó ayer la existencia de redadas programadas y la Jefatura Superior de Policía de Madrid no quiso entrar en «otro cruce de declaraciones».
Motivos raciales
Las denuncias de los sin papeles se suman a las que en las últimas semanas han efectuado otras ONG y asociaciones, como el colectivo La Calle. Su presidente, Fernando Saleta, señaló a principios de esta semana que la Policía utiliza determinadas paradas de autobús y metro muy frecuentadas por inmigrantes como puntos de detención.
Las organizaciones aseguran que también se realizan traslados innecesarios a las comisarías para identificar a los extranjeros. «Se trata de un castigo encubierto con la excusa de haber cometido una infracción», aseguró la portavoz de Ferrocarril Clandestino, Marisa Pérez.
«La Policía nos busca en los lugares donde vamos a ganarnos la vida», critica Malik, un joven senegalés. «A muchos nos han detenido cerca de juzgados, embajadas, locutorios, estaciones de autobuses, lugares de trabajo, locales de las asociaciones, restaurantes o discotecas», relata.
Los responsables de estas organizaciones anunciaron que solicitarán una reunión con la Delegación de Gobierno en Madrid para pedir explicaciones y exigieron «un compromiso público de las autoridades para acabar con esta situación».
«Los agentes nos paran por ser negros»
A Ramo, senegalés de 21 años, le han detenido dos veces por falta de papeles. La última vez que la Policía Nacional le detuvo pasó una hora en el coche de los agentes «mientras daban vueltas buscando a más sin papeles», asegura. Con el tiempo, localizaron a uno de Bangladesh y a otro de Senegal. «Nos paran por la calle para identificarnos sólo porque somos negros», critica. Los trasladaron al Centro de Internamiento para Extranjeros de Aluche (Madrid), pero «el centro estaba lleno y nos llevaron a una comisaría cercana, donde los agentes tenían la música muy alta. Si les pedíamos que la bajasen, nos insultaban». En Senegal trabajaba como mecánico y pintor, en Madrid vende música en la calle. Vive con otras cinco personas. «Como no nos llega para el alquiler, nos ayudamos entre nosotros, con lo que ganamos cada mes», cuenta.