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Los trabajos y los días de don Iñaki Urdangarin Liebaert y la Infanta Cristina Federica Victoria Antonia de la Santísima Trinidad de Borbón y Grecia

Fuentes: Rebelión

Los duques de Palma, señalan Andreu Manresa y M. Fernández [1], dejaron de ingresar a Hacienda 281.109 euros por el impuesto de sociedades de Aizóon, la empresa-tapadera de la que son copropietarios. La cantidad corresponde a «la diferencia entre las liquidaciones realizadas por la empresa y las que Hacienda cree que se deberían de haber […]

Los duques de Palma, señalan Andreu Manresa y M. Fernández [1], dejaron de ingresar a Hacienda 281.109 euros por el impuesto de sociedades de Aizóon, la empresa-tapadera de la que son copropietarios. La cantidad corresponde a «la diferencia entre las liquidaciones realizadas por la empresa y las que Hacienda cree que se deberían de haber presentado entre 2007 y 2010». Como en ninguno de los ejercicios la cuota defraudada (supuestamente por supuesto) supera los 120.000 euros, no hay delito fiscal. ¡Todos felices y contentos! ¡Qué listillos que son! Aizóon, como es sabido, «habría imputado en esos años gastos deducibles que no serían tales, a criterio del fisco». De estte modo habría eludido, por ejemplo, el pago de 99.787 euros en el impuesto de sociedades en 2007 y de 91.101 euros en 2008. En 2009 la cantidad no pagada sería de 71.073 euros.

Pero no es este el punto aún siendo un puntazo. El punto nodal en ese caso el siguiente:

El informe de la Agencia Tributaria señala que una gran parte de los ingresos obtenidos «provenían de supuestos asesoramientos que en realidad no eran más que humo». ¿Humo? En el dossier de la Agencia se detallan los cuantiosos cobros -hasta 700.000 euros- percibidos por el yernísimo en su condición de consejero, asesor o consultor de grandes firmas internacionales. «En ningún caso constan, ni se han aportado por la entidad a la Inspección, resultados documentales de la actividad desplegada». Es Hacienda quien habla.

Como el ser aristotélico o heideggeriano, Urdangarin era un ser-ente, un fichaje en sí mismo. Eso sí: de hacer no hacía nada que se pueda probar por escrito. Praxis poca; su figura, su status, sus relaciones familiares, su presencia Real eran valores en sí mismos. Las ocho firmas pagadoras-subvencionadoras son las siguientes: Mixta África, Motorpress, Lagardère, Havas Sports, Perdon Ricard, Seeliger y Conde, Altadis y Aceros Bergara. ¿Qué conseguirían con ello? ¿Estaban preocupadas por los ingresos de la familia Iñaki-Cristina Federica Victoria Antonia de la Santísima Trinidad y sus amigos de Esade?

Mixta África, una inmobiliaria internacional, abonaba unos 220.000 euros anuales a Aizóon por «servicios de consultoría al equipo directivo». Trabajo del ex miembro de la familia real: aportar «ideas interesantes en la diferenciación de una posible promoción turística», según los altos directivos de la corporación (el presidente Luis Hernández) que declararon ante el juez y el fiscal. La imagen del esposísimo era en sí un valor.

En Lagardère Ressources, don Urdangarin facturó desde Aizóon hasta 200.000 euros anuales por su labor en la «estrategia de negocio» y en la «comunicación para patrocinios».

Altadis y su sociedad en Marruecos también contaron con los servicios del yerno del Rey. El vicesecretario, Ignacio Valentín Millán, confesó al fiscal que desconocía «el motivo» del contrato. ¿Una empresa tabaquera desconocía los motivos de un contrato bien remunerado? Como han leído. Eran 30 mil los euros facturados por Aizóon.

Motorpress Ibérica les abonó 209.000 euros como «retribución de los administradores» por «servicios de asesoramiento». No figuran testimonios de «ningún documento, producto o resultado» de esas actividades.

Ibidem en el caso de la empresa vinculada al mundo del deporte Seeliger y Conde. «Lo que queríamos era que nos ayudara a definir la estrategia de cómo hacer ese despliegue comercial». ¿Ayudarles? ¿Cómo? Eso sí, la empresa -¡vaya por Dios!- lamentó no haber recibido del duque «lo esperado». No obtenía periódicamente informes acerca de las labores desarrolladas «ni tampoco había un canal fluido de comunicación».

En Aceros Bergara, según declaraciones de Xavier Busquets, apoderado del grupo, don Urdangarin contrató con Irestal, la sociedad más representativa del grupo, para «temas de reestructuración de líneas financieras». ¿Qué hacía exactamente el gran duque de Palma, ex estudiante de ESADE? «Aconsejar» respondió Busquets a la acusación particular. «El asesoramiento puede pasar por consejo. Oye, yo creo que deberíais ir por aquí en lugar de por allá». ¿Cómo fue exactamente la intervención de Urdangarin se le preguntó de nuevo? ¿Contratos concretos o simplemente vayan «por aquí y vayan por allí»? Lo segundo respondió don Busquets. Añadió lo sabido: no existe ninguna prueba documental que demuestre a fecha de hoy que el duque de Palma hacía realmente algo. ¿Y si su hacer era un no hacer y era más bien un simple constar-relacionar? ¿Y si en el fondo estuviera el gran poder de la Casa Real borbónica de la que formaba parte contratante?

Además, recuérdese, que la investigación realizado ha constatado que los duques palmesanos facturaron a través de su sociedad, Aizóon, multitud de gastos personales como si fueran gastos de empresa: estancias en el extranjero, vinos, productos gourmet, carburantes, noches de hotel, libros para sus hijos y hasta un viaje a África en 2008, un viaje que, por supuesto, un safari fotográfico.

La Infanta, la hija del Rey, la hija de la Reina Sofía, doña Cristina, la que sigue siendo ejecutiva de Caixabank y sigue viviendo sin pasar ninguna penalidad en Suiza con parte de su familia, una persona ciertamente informada, una ciudadana muy puesta en asuntos comerciales, financieros, hacendísticos y contables, desconocía por lo que parece todos los nudos del estrategia empresarial, emprendeduría pura, de su esposo. ¿Seguro que es una conjetura razonable y creíble?

Nota:

[1] http://politica.elpais.com/politica/2013/11/19/actualidad/1384869013_965655.html y M. Fernández, «No sé por qué se les contrató.»… El País, 20 de noviembre de 2013, p. 11.

Salvador López Arnal es miembro del Front Cívic Somos Mayoría y del CEMS (Centre d’Estudis sobre els Movimients Socials de la Universitat Pompeu Fabra, director Jordi Mir Garcia)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.