La ciudad de Madrid va a poner en marcha un sistema para lograr la separación selectiva de los residuos orgánicos en 2020. A pesar de que el proceso se encuentra en su inicio, es un paso en la buena dirección para mejorar la gestión de residuos e incrementar la fabricación de compost de calidad. Los […]
La ciudad de Madrid va a poner en marcha un sistema para lograr la separación selectiva de los residuos orgánicos en 2020. A pesar de que el proceso se encuentra en su inicio, es un paso en la buena dirección para mejorar la gestión de residuos e incrementar la fabricación de compost de calidad.
Los residuos orgánicos suponen el 42% de la bolsa de basura, una fracción nada desdeñable que el ayuntamiento de Madrid pretende recoger selectivamente de una manera progresiva, y con el objetivo de alcanzar a toda la ciudadanía madrileña en 2020. El consistorio busca alcanzar de esta forma el 50% de reciclaje exigido por la Unión Europea para 2020, y reducir el problema de los residuos en el municipio.
«El compostaje de la fracción orgánica es indispensable para gestionar adecuadamente los residuos y alcanzar (y superar) el 50% de reciclaje y compostaje exigido por la UE. Supone casi la mitad de la bolsa de basura doméstica, y su tratamiento mediante compostaje de calidad aporta una enmienda natural que solucionaría parte del grave problema de desertificación de muchos suelos españoles. Por ello, desde Amigos de la Tierra felicitamos al ayuntamiento por la iniciativa, esperando que la materia orgánica separada se aproveche mediante compostaje en plantas adecuadas para ello», ha señalado Alodia Pérez, responsable del área de recursos naturales y residuos.
La separación de la materia orgánica se puede hacer con diferentes sistemas. Uno de ellos, el Puerta a Puerta, logra porcentajes más elevados de separación y porcentajes más bajos de impropios. Es un modelo que funciona en ciudades como Treviso, Milán o Liubliana. Con este sistema cada persona o familia deposita sus residuos en una bolsa, contenedor individual o comunitario, siguiendo el calendario y horario establecido de recogida. Otro de los sistemas es el Quinto Contenedor, que consiste en incluir un cubo más a los ya existentes, en el que solo se puedan depositar residuos biodegradables. El actual contenedor gris se utilizaría para los residuos «resto», todos aquellos desechos que no se pueden reciclar, ni compostar. En una economía circular, este contenedor debería ser minoritario.
A finales de noviembre el Ayuntamiento de Madrid participó en un viaje para conocer experiencias residuo cero, organizado por Amigos de la Tierra y Cero Waste. En la visita pudieron comprobar de primera mano el modelo de gestión de residuos de Treviso y Milán, una gestión con resultados óptimos [1].
El sistema Puerta a Puerta alcanza porcentajes de recogida de hasta el 80%, con menos de un 5% de impropios, y permite una tarificación de residuos más justa, basada en el pago por generación. El Quinto Contenedor ronda el 40-50% de recogida selectiva, y presenta impropios de entre el 10 y el 20%, limitando así el proceso de compostaje. La separación de la materia orgánica solo tiene sentido si se puede compostar, obteniendo un producto de calidad de este proceso. El sistema seleccionado de separación tiene que asegurar la utilidad de la materia orgánica para la fabricación de compost.
Amigos de la Tierra celebra la iniciativa del Ayuntamiento de Madrid, e insta a los responsables municipales a que se planteen en un futuro próximo implantar un sistema de recogida Puerta a Puerta que incluya más flujos de residuos El ejemplo de Madrid puede ser un buen aliciente para otras grandes ciudades o municipios más pequeños que quieran incorporar la materia orgánica entre las separaciones de flujo de residuos, y avanzar así hacia el Residuo Cero.
Notas
[1] Visita municipios residu http://www.tierra.org/spip/
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