Ante la charanga preparada ayer en Madrid por parte de grupos neoconservadores y apoyada por la Conferencia Episcopal, y el PP del Sr. Rajoy, con José María Aznar a la cabeza, contra del Proyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva, y de Interrupción Voluntaria del Embarazo, un servidor, mas en calidad de creyente y […]
Ante la charanga preparada ayer en Madrid por parte de grupos neoconservadores y apoyada por la Conferencia Episcopal, y el PP del Sr. Rajoy, con José María Aznar a la cabeza, contra del Proyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva, y de Interrupción Voluntaria del Embarazo, un servidor, mas en calidad de creyente y ciudadano, que de político en ejercicio, quiero manifestar lo siguiente:
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Mi total divergencia con los planteamientos expresados por estos grupos que se dicen Pro-Vida y que lo único que defienden es en todo caso la vida del embrión, y no la de la madre ni, por extensión, la salud de las mujeres.
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Mi convicción, junto a la de miles de creyentes que, por nuestra libertad de conciencia, queremos disfrutar de una sexualidad que no siempre tenga unos fines exclusivamente reproductivos, como prohíbe la santa madre Iglesia Católica, que cuando lo desea utiliza anticonceptivos, que reconocemos el uso del preservativo como un método de prevención de infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados, y que podemos usar la IVE o de las técnicas de reproducción asistida e in-vitro, cuando sea necesario.
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Mi denuncia a la manipulación que hacen de la nueva ley, cuando afirman en su manifiesto que «la ley privará a las mujeres su derecho a la maternidad». Esto no es verdad ya que la nueva la nueva ley lo que garantiza son los derechos fundamentales de salud sexual y reproductiva de las mujeres, en un entorno libre de coerción, discriminación y violencia.
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El cinismo y su intento de manipulación política cuando proponen como lema «Cada vida importa«. Lo único que defienden es la vida del feto y de las mujeres que desean ser madres no considerando para nada la decisión de la mujer que no desea una maternidad, ni piensa que su vida se limita a ello.
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Que, como ya he apoyado personal y públicamente, mañana lo que sí celebraré es el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza que además de todos los fines ampliamente divulgados, debería reconocer lo que hace mas de 15 años en el Cairo, se confesó como un aspecto esencial para el desarrollo humano, como es la promoción de los derechos a la salud sexual y reproductiva de la mujer.
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Y, finalmente, que me produce una profunda tristeza comprobar estas ostentaciones de fuerza, tanto por el segundo partido de este país como de los grupos que deberíamos estar juntos en la defensa de la verdadera vida de todas las personas, ya que en la actualidad mas de 800 millones de personas no tienen acceso a comida para alimentarse, mas de 1000 millones de personas mueren de hambre, el 70% de las personas pobres del planeta son mujeres y que mas de 50 millones de personas en el mundo padecen el Sida.
Luis Ángel Aguilar Montero es miembro de las Comunidades Cristianas Populares y Coordinador Provincial de IU en Albacete
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.