Las organizaciones abajo firmantes, reunidas en Madrid el día 21 de marzo de 2009, solicitamos la no renovación del Permiso de Explotación de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), que expira el día 5 de julio del presente año. Las razones para esta solicitud son las siguientes: Se trata de una central […]
Las organizaciones abajo firmantes, reunidas en Madrid el día 21 de marzo de 2009, solicitamos la no renovación del Permiso de Explotación de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), que expira el día 5 de julio del presente año.
Las razones para esta solicitud son las siguientes:
Se trata de una central que va a cumplir 38 años y se encuentra en muy mal estado. Destacan como problemas principales la corrosión de su circuito primario, que afecta a elementos tan vitales para la seguridad como el barrilete (pieza que sirve para garantizar la estabilidad estructural del núcleo) o las penetraciones de las barras de control. Ambos elementos han sido reparados de forma insatisfactoria, puesto que no se ha conseguido atajar el problema de la corrosión y podrían volver a aparecer nuevas grietas, fisuras y elementos afectados. Además de la corrosión, existen un gran número de elementos degradados, por lo que la seguridad de la planta no está a niveles admisibles.
Se trata de una tecnología muy antigua, diseñada antes de los accidentes de Harrisburg (EEUU, 1979) y de Chernobil (Ucrania, 1986) y por tanto no ha podido incorporar las enseñanzas de aquellos dos graves sucesos.
El estado deleznable de la planta obliga a continuas y caras inspecciones en cada parada de recarga que, además, hacen que los trabajadores reciban innecesarias dosis radiactivas que ponen en peligro su salud.
Las inversiones realizadas y comprometidas por Nuclenor, la empresa explotadora de la central, no son suficientes para garantizar unos mínimos de seguridad, ya que sería necesaria prácticamente la construcción de una nueva planta, dada la extensión de los problemas.
Durante su funcionamiento la central sigue generando residuos radiactivos cuya gestión es un grave problema técnico y social. En particular, ningún país del mundo ha encontrado una solución definitiva para la gestión de los residuos de alta actividad. Al contrario, algunos nuevos datos muestran la aparición de problemas técnicos que no estaban previstos, como la insuficiente resistencia de las cerámicas de circonio, que se habían pensado como primera pared de los contenedores, o los nefastos resultados de la experiencia del almacén de Yucca Mountain (EEUU), recientemente clausurado por el Presidente Obama.
La central ya está amortizada y es perfectamente prescindible, pues supone menos del 1,5% de la electricidad consumida en España.
La central no ha traído riqueza a la zona sino que, más bien, ha tenido una influencia funesta sobre el desarrollo de ésta al frenar otras actividades que distribuyen mejor la riqueza entre las poblaciones y que son más respetuosas con el medio ambiente.
Solicitamos que se elabore un plan de desarrollo alternativo de la zona que se ponga en marcha tras el cierre de la central y que cuente con apoyo financiero institucional. En la elaboración de este plan deberán participar todos los agentes sociales y políticos de la zona.
Con independencia de los informes que emita el consejo de Seguridad Nuclear (CSN), solicitamos del Gobierno que no renueve el permiso de explotación, además de por las razones expuestas anteriormente, porque figura en su Programa Electoral la reducción progresiva de la aportación de la energía nuclear a nuestro suministro energético.
Además, solicitamos se interrumpa cualquier plan para la gestión de los residuos de alta actividad en tanto no se ponga sobre la mesa un calendario de cierre de centrales nucleares. No existe solución satisfactoria para estas peligrosas sustancias y todas las formas de gestión actuales tienen graves inconvenientes, por lo que lo más sensato es reducir el problema a su mínima expresión y dejar de producir residuos. Tras el establecimiento de este calendario de cierre nuclear, solicitamos se abra un debate con participación de técnicos, agentes sociales y políticos para encontrar una solución de consenso, aunque por fuerza imperfecta.
Firman este manifiesto: Adenex, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, Jóvenes Verdes, Plataforma Cerrar Almaraz, Plataforma Garoña cierre ya, Plataforma contra el Cementerio nuclear de Guadalajara y Coordinadora Tanquem les nucleares.
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Más información:
Verónica Juzgado, Coordinadora de Jóvenes Verdes
[email protected] – 653 568 433
Daniel Hernández Coordinador de Jóvenes Verdes
[email protected] – 627 20 94 34
Sobre Jóvenes Verdes:
Jóvenes Verdes es una asociación juvenil ecologista, autónoma e independiente, que defiende la ecología política y social y su juventud