El mayor consumo eléctrico durante este mes de enero, que se ha disparado un 7,4 % interanual por la ola de frío, se ha tenido que cubrir con pocas renovables, lo que supone una de las peores combinaciones para los precios de la luz y el bolsillo de los consumidores. En este convulso mes de […]
El mayor consumo eléctrico durante este mes de enero, que se ha disparado un 7,4 % interanual por la ola de frío, se ha tenido que cubrir con pocas renovables, lo que supone una de las peores combinaciones para los precios de la luz y el bolsillo de los consumidores.
En este convulso mes de enero para el sector eléctrico se han conjugado algunos de los factores que, tal y como está diseñado el sistema, elevan los precios que pagan los consumidores en sus recibos.
Para empezar, enero ha sido un mes de gran consumo, tanto en energía eléctrica como en gas. En electricidad se ha cerrado con un alza de la demanda del 7,4 % mientras que en gas el aumento ronda el 24 %.
Este mayor consumo empieza por obligar a contar con más centrales para producir. Y ahí comienzan a influir otros factores meteorológicos. Las centrales que se necesitan para producir toda la energía eléctrica que se consume cada día entran en el juego de la oferta y la demanda del mercado eléctrico mayorista o pool.
Primero van entrando las de menores costes variables: nucleares y renovables (hidráulica y eólica), fundamentalmente. Luego, conforme se necesita más energía, entran los de mayores costes, habitualmente, carbón y ciclos combinados de gas en ese orden.
Esta mecánica se rige por criterios marginalistas, es decir, que el precio de la última central en entrar en funcionamiento es la que marca la retribución que van a recibir todas las demás.
La falta de agua y viento de estos días, unida a otros factores como los elevados precios de los combustibles en los mercados internacionales o el parón de varias nucleares en Francia, ha obligado a usar mucho más de lo habitual las centrales más caras.
Según los datos facilitados este martes por Red Eléctrica, un 67,3 % de toda la energía se generó con fuentes no renovables frente a un 32,7 % de renovables.
La mayor aportación fue de la nuclear, con un 22,2 %, seguida del carbón, con un 21,8 % y de la eólica, con un 20,1 %. Los ciclos combinados aportaron el 12,3 % de la demanda.
Hace un año estos porcentajes distaban bastante: el 45,8 % se cubrió con renovables frente a un 54,2 % que no. Los ciclos combinados aportaron un 8,9 % y el carbón, un 12,2 %, mientras que la eólica supuso el 26,7 %.
Esta combinación, con esos picos de consumo elevados por la ola de frío, ha llevado al mercado eléctrico mayorista a cerrar enero con un precio medio de 71,5 euros de media, el doble que hace un año, y tocando niveles que no se veían desde diciembre 2013, con horas por encima de los 110 euros.
Y, para cerrar el círculo de esta «tormenta perfecta» de enero, estos precios del mercado mayorista se trasladarán a los recibos de los consumidores acogidos a la tarifa regulada o PVPC, donde están unos 12 millones de hogares.
Según datos del simulador de factura de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el recibo eléctrico para un doméstico «tipo» subirá este mes alrededor de un 26 %.