Hay que remontarse casi 40 años para encontrar tantos presos políticos vascos como en la actualidad. Según datos recabados por GARA, su número supera los 750 en los dos estados, de los que sólo dieciséis se encuentran cumpliendo la condena en Euskal Herria. Etxerat reivindicó ayer en Etxarri-Aranatz la liberación de quienes están enfermos o […]
Hay que remontarse casi 40 años para encontrar tantos presos políticos vascos como en la actualidad. Según datos recabados por GARA, su número supera los 750 en los dos estados, de los que sólo dieciséis se encuentran cumpliendo la condena en Euskal Herria. Etxerat reivindicó ayer en Etxarri-Aranatz la liberación de quienes están enfermos o han cumplido la condena impuesta.
A principios de este mes, el número de ciudadanos vascos encarcelados en prisiones españolas y francesas superaba la cifra de 750. Concretamente, el último balance realizado por del movimiento pro-amnistía, cerrado el 29 de octubre, arrojaba el dato de 755 presos políticos vascos dispersados en 82 prisiones de la geografía española y francesa. Sólo 16 de ellos se encuentran cumpliendo la condena en Euskal Herria.
Hay que remontarse hasta 1969, en la recta final del franquismo, para encontrar una situación parecida; al final de aquel año, el conjunto de los ciudadanos vascos encarcelados por motivos políticos rondaba los 860.
La diferencia más llamativa en torno a la evolución de este número se puede observar en el gráfico de la siguiente página. Unos dientes de sierra representan los últimos diez años del franquismo. La media de ciudadanos vascos presos por motivos políticos rondaba en aquellos tiempos los 300, pero esa regularidad se rompía en momento de especial convulsión política, como es el caso de 1969 o de 1975. En esas etapas los encarcelamientos se contaban en centenares, pero el gráfico demuestra que su estancia en prisión no era dilatado.
Por contra, casi cuatro décadas después se constata que esos «picos» desaparecen y los dientes de sierra se convierten en una línea continua ascendente que año a año rompe límites históricos.
Por los derechos humanos
En este contexto celebró Etxerat ayer su VIII Asamblea, en Etxarri-Aranatz. En un frontón en el que se llenaron las 750 sillas dispuestas para los familiares, el colectivo trazó las líneas a seguir, poniendo énfasis en el derecho a la libertad de los ciudadanos vascos que han cumplido condena o que se hallan gravemente enfermos. Por ello, desde Etxerat solicitaron la implicación de toda la sociedad en defensa de los derechos humanos, que en el caso de los presos son vulnerados hasta el extremo.
«Se les olvida [a los gobernantes] que estamos aquí, que exigimos la libertad de nuestros familiares. No se trata de política, exigimos que se cumplan sus derechos», aseguraron desde Etxerat.
Así las cosas, se dirigieron a toda la sociedad declarando que «queremos una masa social para conseguirlo. Queremos hacer ver la realidad que se quiere ocultar, y para romper con eso llamamos a participar en la manifestación nacional que convocamos para el próximo 3 de enero en Bilbo».