¿Qué debería haber hecho un conseller de Interior responsable de la actuación represiva (neofranquista) del 27-M? ¿Qué debería hacer después del 15-J, después del que probablemente sea uno de los montajes políticos más evidentes de la reciente historia del país? ¿Cómo es posible seguir, como si tal cosa, después de haber dicho, al bajar triunfante […]
¿Qué debería haber hecho un conseller de Interior responsable de la actuación represiva (neofranquista) del 27-M? ¿Qué debería hacer después del 15-J, después del que probablemente sea uno de los montajes políticos más evidentes de la reciente historia del país? ¿Cómo es posible seguir, como si tal cosa, después de haber dicho, al bajar triunfante del helicóptero, aquello de que él único que había entendido bien lo sucedido el 27-M eran él y sus secuaces? ¿No oyó, está sordo y ciego, la insistente petición de miles y miles de manifestantes en la que seguramente ha sido la manifestación ciudadana no convocada por partidos ni sindicatos más importante de la historia de Catalunya?
¿Qué ha hecho entonces? Compareció el pasado jueves ante una comisión del Parlamento de Catalunya y anunció que creará una nueva unidad de los Mossos para frenar la guerrilla urbana en Catalunya. Tal cual sin añadir una coma. Más recortes y más Mossos.
No sólo eso. Volvió a hablar de los violentos que en su opinión se esconden entre la «tropa de infantería de los indignados». A ver, a ver.. ¿cómo nos ha llamado? ¡Tropa de infantería! Como han leído.
Hay más. Ha asegurado, extralimitándose en sus funciones claramente, que hay que airear el polvo que durante cuatro años ha cubierto el Código Penal para inculpar a los violentos. ¿Un conseller de interior dando instrucciones a jueves, fiscales y magistrados? ¿Y sigue en su puesto? ¿Y no pasa nada? Nada. Impasible el ademán. Irán a todas, ha asegurado con esa voz chillona y chulesca que le caracteriza, para que nadie quede impune por lo sucedido el 15-J. ¿En quiénes está pensando? ¿En sus policías infiltrados? ¿En su propio montaje? No. En los ciudadanos que convocaron la protesta. Quieren exigirles responsabilidades. La mejor defensa (policial) es un buen ataque (fascistode).
¿Pensaban ustedes que no era posible alcanzar las cumbres abismales de Ministros del Interior como Acebes o Rubalcaba? Ya tienen una refutación en toda regla: la prolongada carrera del conseller Felip Puig y sus nuevos avatares.
Por favor, súmense todos, todos a una, ¡que no dimita! Nadie como él representa mejor este gobierno de «los mejores» que recorta gastos sociales y abona contrarreformas fiscales. Con todas las de la ley. Porra en mano, por supuesto. Al servicio de los Godó, Fainé, Alemany y gentes del bien del país.
PS: ¿Qué debe pensar un hombre como Andreu Mas-Colell, antiguo dirigente del PSUC en sus años universitarios, un economista que sonó para el Nobel y que se reconoció en su momento en el magisterio de Manuel Sacristán, un profesor de talla intelectual indiscutible y reconocida, sentándose al lado de un individuo de la «altura política de miras» y de la zafiedad inconmensurable de Felip Puig? Misterios de la política profesional y de la inagotable voluntad de poder.
Nota:
[1] Brais Martínez, «Puig crea una unitat dels Mossos «per frenar la guerrilla urbana». Público, 24 de junio de 2011, pp. 1-2 (edició catalana).
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.