Es lamentable la situación de Bolivia, ante la diatriba entre el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) quien se desgasta en una interna entre el presidente Luis Arce y su líder histórico, Evo Morales, que lleva más de dos años.
La crisis es de tal magnitud que se solicitó la mediación de Cuba, y se produjo un encuentro entre los dos políticos recientemente en La Habana, que no arrojó resultados positivos.
Esta mediación de Cuba, tiene antecedentes históricos invaluables y de envergadura, además de tino diplomático y revolucionario que intuiremos en este artículo.
En el sitio del Ministerio de Justicia de la República de Cuba, se señala que, la nueva Constitución de la República de Cuba, proclamada en sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el 10 de abril de 2019 en el Palacio de las Convenciones de La Habana, reconoce y se le da legitimación jurídica a los «métodos alternos de solución de conflictos con el fin de que estos puedan ser utilizados con el propósito de gestionar la conflictividad en la vida de los actores sociales en sus ámbitos privado o colectivo«.
Señalando explícitamente la Constitución cubana en su artículo 93 que, «el Estado reconoce el derecho de las personas a resolver sus controversias utilizando métodos alternos de solución de conflictos, de conformidad con la Constitución y las normas jurídicas que se establezcan a tales efectos«.
En este sentido, el Dr. Armando Castanedo Abay, en su artículo: » Mediación y solución de conflictos, perspectiva cubana«, en Cubadebate enfatiza, en términos generales, «el procedimiento de Mediación consta de cinco fases:
- La Fase de Remisión. (se remite el caso a mediación, a este tipo de controversias).
- La Fase de Admisión (se identifica si el asunto es mediable).
- La Fase de Apertura. (reglas y acuerdos primarios entre los mediados y su o sus mediadores).
- La Fase de Confluencia. (facilitación de la negociación entre los mediados y aparición de las alternativas de solución).
- La Fase de Clausura (construcción conjunta de los acuerdos)».
La experiencia cubana a nivel nacional, la ha trasladado como experiencia vivencial al ámbito internacional, desde hace muchos años, y últimamente en varias experiencias en Latinoamérica, África y otros continentes.
Esta experiencia cubana, que reiteramos tiene una base histórica exitosa, (de acuerdo a las situaciones específicas de cada una) se viene llevando a cabo hace mucho tiempo atrás, (teniendo a su vez, una resistencia imperial) y que tiene tres etapas: el apoyo a movimientos, las misiones y las mediaciones, que, al fin y al cabo, representan resolución de conflictos diversos, siendo parte de todo el proceso de Cuba como revolución en América Latina.
El apoyo a movimientos afines
Según el sitio, Política Exterior, en su artículo: «Política exterior cubana: de la revolución a la mediación«, «ante la arremetida imperial hostil y su carácter incondicional contra Cuba, en los inicios de la revolución, se inicia un proceso de apoyo y de búsqueda de aliados, por ejemplo, en Bolivia en 1967, que concluyó con la muerte de Ernesto «Che» Guevara, aunque ya antes en 1959 y 1960, ya se habían hecho contactos buscando la unidad y una sociedad de alianza revolucionaria.
No olvidemos, que, durante el proceso de descolonización, Cuba apoyó a África. Envió instructores militares a Argelia (1962), la República Democrática del Congo (1965, (también con «Che» Guevara al frente), el Congo (1965) y Guinea-Bissau (1966).
Siria y Yemen del Sur también recibieron apoyo militar cubano. Las misiones las integraban pequeños grupos de expertos en guerra de guerrillas, médicos y personal educativo.
Aunque algunas de estas misiones fueron exitosas, otras colapsaron debido a una gestión improvisada y temeraria, además del acoso de EEUU.
Recordemos igualmente que, en Etiopía (1978), Fidel Castro llegó a enviar 16.000 soldados para apoyar al país durante la Guerra de Ogadén.
El mayor apoyo cubano, tuvo lugar en Angola. Tras el desmantelamiento del Imperio portugués, Cuba envió asesores militares para entrenar al MPLA, El Movimiento Popular de Liberación de Angola, de Agostinho Neto, enfrentado con otros dos grupos rebeldes: la UNITA de Jonás Savimbi (apoyada por EE UU y Suráfrica) y el FNLA de Holden Roberto (apoyado por China y Mobutu Sese Seko).
Aunque el MPLA, era el movimiento mejor organizado del país, Cuba necesitó enviar hasta 30,000 soldados para defender Luanda ante los ataques de UNITA, el FNLA y el ejército surafricano. Durante la batalla de Quifangondo (1975), tropas de élite cubanas recién aterrizadas en Luanda rechazaron el principal ataque del FNLA, apoyado por tropas de Mobutu.
«El apoyo de las tropas cubanas fue una sorpresa absoluta”, admitiría el entonces secretario de Estado Henry Kissinger, que había apostado por derrocar al MPLA y vio sus planes frustrados por una isla de menos de diez millones de habitantes.
Cuba mantuvo su presencia militar en Angola durante más de una década. El punto culminante de la intervención tuvo lugar en 1988, cuando el ejército cubano y las fuerzas del MPLA repelieron el ataque definitivo de Suráfrica y UNITA en Cuito Cuanavale, al sureste del país. La batalla impactó decisivamente la política exterior de Suráfrica, que terminó por abandonar su intervención en Angola y la ocupación de Namibia.
Tras la caída de la URSS, Cuba, dejó el soporte a todos los movimientos afines y socios aliados».
Las misiones cubanas
La historia de las misiones cubanas en América Latina y en el mundo, es extensa y variada. Según el portal de noticias TeleSurtv.net, a través de diversos convenios en materia de salud, educación, deporte, audiovisual y otros, Cuba ha brindado ayuda y capacitación para el beneficio de la población.
En el área de salud, por ejemplo: «como parte del incremento de profesionales de la medicina, el Gobierno de Cuba, en cooperación con Venezuela, se propuso como meta en el 2005 la formación de médicos para satisfacer la demanda sanitaria, no enfocada al territorio nacional, sino en países pobres que lo necesitaran.
En total, 14 mil 140 estudiantes de 20 naciones han cursado estudios de medicina en la isla.
Países como Bolivia, El Salvador, Venezuela, Argentina, Perú, Brasil, México, Colombia, Nicaragua, Ecuador, Paraguay, Guatemala, Timor Leste, Honduras, Pakistán y Guyana cuentan ahora con profesionales de la salud bajo el sistema de educación cubano.
No obstante, el país también posee un gran número de médicos cubanos en misiones permanentes o semipermanentes en diversos continentes: Por ejemplo, en América Latina, en países como Guatemala, Haití, Uruguay. En África están presentes en Argelia, Angola, Gambia, Guinea-Bissau, Namibia, Sudáfrica, Cabo Verde.
Por su parte, en el continente oceánico los médicos cubanos están presentes en Kiribati y Timor Leste.
La Misión Milagro, el mayor proyecto de salud de Cuba ha operado gracias al desarrollo alcanzado en la medicina, a millares de latinoamericanos de países como El Salvador, Guatemala, Ecuador, Colombia, Costa Rica, Venezuela, Bolivia, Argentina y República Dominicana.
Como parte de su ampliación han surgido Centros de Oftalmología en Venezuela y Bolivia con personal, equipos y recursos cubanos.
En los centros donde se alojan los pacientes en Cuba son atendidos por médicos, trabajadores sociales o estudiantes universitarios que brindan parte de sus vacaciones para dedicarlas a esta labor de solidaridad».
Así mismo, Cuba, ha apoyado en convenios educativos, capacitación deportiva internacional, formación cinematográfica y muchísimas otras áreas en América Latina y el mundo.
Mediaciones
En los últimos años (década de los años 90) Cuba ha adoptado la mediación en conflictos específicos, como el colombiano, manteniendo su proceso histórico de mediación en América Latina.
En el sitio IPS Internacional, recientemente, «La Habana vuelve a desempeñar un papel mediador en la resolución de conflictos armados en Colombia, el 9 de junio 2023, el presidente colombiano, Gustavo Petro, Antonio García, primer comandante del Ejército de Liberación Nacional (ELN), y el presidente cubano Miguel Diaz-Canel, se reúnen tras la firma de los acuerdos de cese al fuego bilateral, nacional y temporal con el guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El tercer ciclo de la mesa de diálogo finalizó el viernes 9 de junio 2023, con el anuncio de dos acuerdos de inmediato cumplimiento.
El primero especifica los preparativos para la participación de la sociedad en la construcción de la paz, que incluyen la conformación de un Comité Nacional, que se instalará públicamente el 25 de julio.
El segundo acuerdo precisa fases y fechas del proceso de alistamiento del Cese al Fuego Bilateral, Nacional y Temporal (CFBNT). Hasta el 5 de julio se desarrolla un proceso que incluye la preparación para la puesta en marcha del Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV).
Las órdenes de cese de operaciones ofensivas por las partes se harán vigentes el 6 de julio, el 10 del mismo mes, se prevé una reunión plenaria y presencial de la Mesa de Diálogos de Paz, para aprobar los protocolos elaborados y a partir del 3 de agosto comienzan a contar los 180 días de vigencia del CFBNT.
Recordemos también que, la capital cubana fue sede de las conversaciones de paz, de casi cuatro años entre el gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que culminaron con un acuerdo refrendado en un plebiscito en octubre de 2016.
En fin, Cuba ha mantenido, y mantiene esta política de mediación, al margen que EEUU y Donald Trump (2017-2021), haya reinstaurado la calificación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo, el 12 de enero de 2021″.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.