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Medicina y solidaridad bajo persecución a Palestina y Cuba (y II)

Fuentes: Rebelión

Trabajemos todos juntos en función del bien común, del bienestar de la Patria, donde se respete por sobre todas las cosas, la dignidad plena del hombre. Esa es nuestra responsabilidad con las nuevas generaciones. La invitación está hecha hace más de un siglo por el propio Martí y es la premisa que hoy nos convoca en este encuentro. Luchemos todos unidos por Cuba, que es nuestra casa, pero también por el mundo, que es la casa mayor y por la supervivencia del hombre, que son en definitiva los objetivos de la Bioética; con la participación de todos y para el bien de todos. Muchas gracias.

De la exposición del Doctor en Ciencias Médicas, Profesor Titular de la Universidad de  de La Habana Domingo Pérez González, en la 2ª Conferencia Internacional Con todos y para bien de todos. Palacio de las Convenciones, La Habana, Cuba 2016. 

La medicina solidaria e internacionalista, el derecho a la salud, esta bajo ataque imperial. Si en la primera parte observábamos lo ocurrido en Palestina a este respecto, y teníamos en cuenta declaraciones de organizaciones médicas que hacían su trabajo bajo los bombardeos sionazis, en condiciones que deberían avergonzar a los gobiernos que se dicen democráticos, en este caso vamos a prestar atención a los guerreros cubanos de la salud, que han puesto el corazón de la gente trabajadora allí donde los recibe a palpitar emocionadamente, que les aplaude y les da vivas a Cuba por su ejemplo de humanidad.

Pero también han recibido un ataque imperial acusando su trabajo como tráfico de personas, lo que explica el concepto del núcleo de poder estadounidense sobre la gran capacidad humana de los profesionales de la salud cubanos que acuden a salvar vidas y dar esperanza a quienes nunca han encontrado en el poderoso imperio ni una sola cura. Es, sin separarnos del artículo anterior, el caso del pueblo palestino: el imperio apuntala su base militar y respalda con armas, dinero, aprobaciones públicas y normativas contrarias al Derecho en todos los niveles, la colonización, los bombardeos, el bloqueo, el etnocidio, el genocidio… el pueblo palestino no ha recibido más que el terrorismo practicado por la entidad sionazi, creada por los imperios europeos y por el que los conduce a todos actualmente. Dos pueblos bloqueados que esquivan los golpes y se defienden exponiendo lo que tienen: humanidad, gente buena y amante de la justicia que está dispuesta a defenderla, y en los ataques bárbaros, continuación del nazismo, que semejante enemigo les descarga, vencer y sin haber dejado un solo momento de solidarizarse con quienes les piden su comprensión y ayuda.

En Cuba la salud, el cuidado, la atención médica, es un derecho de toda la población desde antes de nacer. En el imperio no existe tal cosa. El reconocimiento del nivel sanitario de la isla libre de imperialismo es aplaudido en los aeropuertos por donde pasan sus médicos, en las calles de las ciudades a las que llegan con sus equipos, en las aldeas y pueblos más recónditos, pero también en todos los organismos del mundo relacionados con la salud, todos afirman que la situación médica en Cuba es envidiable. En todos ellos la referencia determinante es el esfuerzo del Comandante Fidel Castro para insuflar la mayor humanidad en el pueblo cubano y en particular en todo su cuerpo médico. El imperio nunca ha tenido ni puede tener, por su propia concepción de los pueblos, nada parecido. 

https://www.facebook.com/cubadebate/videos/lo-dijo-fidel-castro-m%C3%A9dicos-y-no-bombas-m%C3%A9dicos-y-no-armas-inteligentes-de-cert/224096348801934/

Si hay algo que represente la raíz de la Revolución es la salud del pueblo, de ahí la preocupación por quienes desde todas las latitudes llaman a las puertas de Cuba. En esta pandemia se ha visto al cuerpo médico cubano cruzar el mundo para atender a quienes nadie atiende, pero también dentro de Cuba se ha visto a todos los estudiantes de Medicina ir casa por casa, localizando a quienes tienen algún malestar o tienen síntomas de la Covid, para procurar a los habitantes tantos cuidados como se les puedan dar y sirvan de prevención a los demás. Junto esa tarea hay otra en marcha, es una campaña de participación popular que crea organización para colaborar con quienes no pueden salir a la calle y atenderles en sus necesidades. Jamás el imperio ha tenido ninguno de estos dos comportamientos. Sin embargo en Cuba es un hecho, por eso la profesión médica siempre se pone delante, así es como en la circunstancia por la que se pasa, bajo el bloqueo, bajo las 243 medidas sancionadoras, bajo la catalogación imperial de que Cuba exporta terrorismo, -¿ironía?, el terrorista no sabe lo que es humanidad– el cuerpo médico cubano ha recibido el reconocimiento que su Ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda: A todos, donde quiera que estén, nuestra admiración y respeto; seguimos confiando en ustedes.

.Con la urgencia que requiere la situación, aun en medio de las dificultades que plantea la crisis por la Covid aumentada por el bloqueo, la profesión médica en su conjunto con los escasos medios de que se dispone se ha movilizado las 24 horas del día, y allí donde se ha hecho más urgente su servicio allí han ido cientos de voluntarios hasta que no se les necesite, esa es su declaración, de ello pueden hablar los habitantes de Ciego de Ávila, Matanzas, Guantánamo, Mayabeque y Cienfuegos.

La urgencia de medicamentos contra la Covid ha llevado a dedicar esfuerzos muy especiales a su producción, y hasta los barcos dedicados al buceo turístico se han dispuesto para la fabricación y llenado de bombonas de oxígeno medicinal con el fin de llevarlas a quienes sufren la pandemia. El esfuerzo es de tal calibre que causa admiración en la solidaridad internacional y en los pueblos, pues ya se advierte que Cuba completará su plan de inmunidad contra la Covid-19 en octubre, y será el primer país del mundo en hacerlo integramente con sus propias vacunas.

El bloqueo estadounidense, una guerra económica financiera sin precedentes, un crimen propio de los continuadores y perfeccionamiento de los sistemas de tortura de los nazis, se planteó siempre como una guerra que rindiese por agotamiento y hambre al pueblo cubano; así lo escribió el miembro del gobierno de Kennedy encargado de ello. El fin era conseguir la caída del gobierno y la entronación del que dispusiese el imperio. Pero no dejaron la intención ahí, también en la que titularon Ley Torricelli el imperio manifiesta la misma intención, y en la Helms Burton se hace mención del mismo objetivo en el Título 2, detallando con minuciosidad que tipo de gobierno imperial quiere instalar el régimen yanqui. A estas alturas, el que no quiere saber es que hace esfuerzos por vaciarse la cabeza o simplemente es un mercenario y se dedica a difundir fake news, mentiras al servicio de la CIA, y demás organizaciones fascistas.

¿Pero de dónde le viene a Cuba la fuerza para resistir? De la acción y las ideas revolucionarias, las que condujeron la transformación de su existencia. Antes del triunfo, y después ha continuado siendo así, la dirección política representada en Fidel se puso como uno de sus objetivos principales el acceso al conocimiento: Ser cultos para ser libres, y con semejante bagaje Cuba es una gran fortaleza de liberación, ejemplo, y capaz de prestar ayuda hasta a los gobiernos más alejados de su propósito revolucionario. El mundo entero, a la vista del ejemplo, se mantiene unido en la ONU contra el bloqueo. En las reflexiones de Fidel encontramos las líneas que hoy hacen a Cuba una potencia mundial de la solidaridad, del conocimiento y la resistencia a la dominación imperial. Para que no se olvide: el primer ejemplo de solidaridad médica internacionalista lo dio Cuba el 23 de mayo de 1963, fecha en que partió la primera misión médica cubana al exterior fue a Argelia, allí llegaron 29 médicos, 4, estomatólogos, 14 enfermeros y 7 técnicos en salud. Se había decidido el día que Fidel se reunió con el presidente Ben Bella, de Argelia, cuando se inauguró la Escuela de Medicina Playa Girón de La Habana, entonces pidió voluntarios para ir a ayudar a los médicos argelinos que quedaron tras la conquista de la independencia y la marcha de los franceses: La mayoría de los médicos de Argelia eran franceses y muchos han abandonado el país. Hay cuatro millones más de argelinos que de cubanos y el colonialismo les ha dejado muchas enfermedades, pero tienen solo un tercio –e incluso menos- de los médicos que nosotros tenemos… Por eso les dije a los estudiantes que necesitábamos 50 médicos como voluntarios para Argelia. Hoy podemos enviar solo 50, pero dentro de 8 o 10 años, quién sabe cuántos, y estaremos ayudando a nuestros hermanos. Hoy son más de 450.000 médicos los que han salido de Cuba al mundo. Sobre la Covid-19, los médicos tiene una página informativa que debe conocerse: https://salud.msp.gob.cu/category/cooperacion/

Sobre la solidaridad de Cuba, algunos datos, algunas declaraciones y el capitalismo en la salud:

La ELAM (Escuela Latinoamericana de Medicina) es el centro de enseñanza internacionalista , reúne a estudiantes de medicina de más de 100 países que conviven con el espíritu más fraterno conocido. La ELAM fue fundada por el Comandante Fidel. El exsecretario general de Naciones Unidas, señor Ban Ki-moon, ha declarado que es la escuela médica más avanzada del mundo.

Pierre La Ramée, director del Centro de Cooperación en Educación Médica con Cuba de Oakland (EEUU), declara: Si la gente supiera de sus tratamientos avanzados, (se refiere a la medicina que se practica en la isla antiimperialista) todos querrían tenerlos.

Cuba dispone de la vacuna para cáncer de pulmón, llamada CimaVax, creada por el Centro de Inmunología Molecular (CIM) de La Habana, y se puede utilizar contra la leucemia y los tumores del cáncer de pulmón, de mama, de próstata y de colon. La medicina cubana tiene un medicamento para la úlcera de pie diabético. Cuba puso en marcha diferentes programas de asistencia en más de 100 países aunque el más conocido, quizás hasta la lucha contra la Covid-19, haya sido la Operación Milagro, que comenzó en 2004 con pacientes de Venezuela. Son millones de personas de todo el mundo quienes han recuperado la vista gracias a la medicina solidaria cubana. En la Operación Milagro participan 165 instituciones de Cuba, se cuenta con 49 centros oftalmológicos y con 82 posiciones quirúrgicas en 14 países de Latinoamérica y el Caribe: Venezuela, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Haití, Honduras, Panamá… y, aun bajo la guerra declarada por el imperio, en las condiciones de pobreza provocada en que se encuentra, Cuba no tiene ni un solo niño durmiendo o abandonado en las calles, no tiene ningún muerto por falta de atención médica, cuenta con el índice más bajo de mortalidad infantil, Cuba no tiene ningún endeudamiento por educación. Podríamos seguir aportando datos, pero valga esta muestra para manifestar la diferencia abismal con los países dominados por el imperio, países bajo el capitalismo. ¿Y qué ha demostrado la pandemia?: que los Estados capitalistas y sus laboratorios practican la explotación de los enfermos y del conjunto de su ciudadanía. Ninguna institución capitalista ha renunciado ni ha atenuado siquiera su maquinaria explotadora para sacar riquezas a los pueblos. El ejemplo del mecanismo COVAX les ha servido para imponer medidas opresivas a los países que quieren someter aún más. Se robaban las mascarillas unos a otros hasta al pie de los aviones de transporte, se robaban las jeringas, se han robado las pruebas vacunales, las farmacéuticas multiplicaron los precios por 5 veces, de 4 a 20 dólares, dejaron a miles de millones de personas sin ninguna atención. El caso de Palestina es escandaloso, los sionazis no dejaron pasar vacunas, y cuando abrieron la puerta entregaban al pueblo palestino un producto caducado y en malas condiciones.

El imperialismo, el capitalismo ha demostrado inhumanidad, racismo, explotación de la enfermedad como negocio con la imposición de su comercio en los canales sanitario públicos. Ninguna compañía farmacéutica ha puesto su experimento a disposición de los pueblos, se niegan a entregar su fórmula a quienes están necesitados. Con la presión que han ejercido han probado que las gentes de los países bajo su dominio son fácilmente influenciables y no replican ninguna de las medidas que van añadiendo, aun sabiendo que les faltan pruebas por hacer y del incumplimiento de obligaciones de las instituciones sanitarias y el consiguiente retiro de derechos y garantías ciudadanas. Y bien, si no hay el debido control ni antes ni durante, ni después del experimento, ¿en qué se sustenta el valor de semejante producto? Lo público ha sido demolido se ha entregado en su labor diaria a la cuenta de resultados de las multinacionales, a lo privado, al gran capital. Nada de esto ocurre en Cuba, y más presión que Cuba no aguanta ningún país. Su pueblo y gobierno es respetuoso con la vida, por eso, por ser ejemplo de que otro mundo es posible, es perseguido.

Un ejemplo ilustra lo dicho: en España, el coordinador de la OMS, organismo bajo la influencia de Bill Gates como mayor accionista y dueño de otras fuerzas cotizantes, Federico Martinón, responsable de la seguridad vacunal y jefe de pediatría del Hospital Universitario de Santiago de Compostela, recibió de la farmacéutica Janssen un premio por su entrega personal para vacunar a los infantes. No se ha declarado la cuantía del dinero, aunque como miembro del Comité Asesor de Vacunas de la OMS se supo en 2019 que Federico Martinón y María Garcés recibieron de Pfizer y Glaxo 100.000 y 36.000 euros en 2018. Así decía la noticia, pero este año con la Covid, en que la presión a la gente ha sido declaradamente descarada y aprovechando los canales públicos para las multinacionales, no han querido decir de que cantidad constaba el susodicho premio.

No, Cuba no hace nada de eso. A 40 días del primer caso en el mundo, Cuba estableció un grupo de ciencia, un órgano para hacer frente y derrotar a la Covid-19. Su trabajo ha conseguido que el  indicador de fallecidos no supere el 0,77%, muy inferior a la media del mundo. Cuba se ha mantenido vigilante, respondiendo con profesionales y medios altamente preparados y en constante formación, con más de 200 instituciones participando en el combate a la Covid. Así ha conseguido una vacuna completamente efectiva preventiva, el único país del tercer mundo con una vacuna propia, al margen de las multinacionales, y con otros 4 candidatos vacunales que próximamente se terminarán. A pesar de la guerra imperialista contra Cuba, Cuba no abandona a nadie, hoy tiene 57 brigadas médicas en 40 países, lo que suponen 2.000 médicos. Cumplen con la palabra de Martí: el deber de un hombre es estar donde sea útil.

No hay mejor ejemplo a seguir que la unidad cubana ante el imperialismo.

                                      Cuba en la lucha contra la Covid-19 en el mundo.

https://www.telesurtv.net/news/Por-que-la-medicina-cubana-es-famosa-en-el-mundo-20180112-0041.html
https://www.facebook.com/cubadebate/videos/lo-dijo-fidel-castro-m%C3%A9dicos-y-no-bombas-m%C3%A9dicos-y-no-armas-inteligentes-de-cert/224096348801934/

Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de AMANE. Miembro de la Asociación Europea de Apoyo a los Detenidos Palestinos. Miembro del Frente Antiimperialista Internacionalista