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Misión de salvamento en Afganistán: Gracias

Fuentes: Rebelión

Ahora más que nunca es obligado un replanteamiento de las políticas militares de España, cara al exterior, acabando con la subordinación de las FAS a intereses políticos, económicos y geoestratégicos, que nada tienen que ver con el interés general de los españoles.

Frecuentemente se crítica -y con razón- la utilización de imágenes y la difusión por los medios de vídeos, artículos y noticias, elogiando la actuación de los militares españoles en misiones internacionales, como parte de campañas propagandísticas y de marketing institucionales, políticas, e incluso ideológicas, de origen gubernamental o promovidas por consorcios o lobbies financiero-industriales, promocionando la imagen humanitaria de las FAS españolas, intentando así justificar su intervención en políticas militares del bloque occidental dentro de la OTAN, o bien en conflictos generados por la intervención norteamericana como Afganistán, Irak, etc.

Pero independientemente de las políticas de plegamiento de nuestras FAS a intereses espurios, la actuación de nuestras unidades en Afganistán durante la evacuación de la población civil, como posible objetivo de represalias por parte de los talibanes, ha sido una operación compleja y peligrosa en la que nuestros militares se han empleado a fondo, dando lo mejor de sí para poner a salvo a tantas personas en peligro.

Tengo la suerte de tener algunos amigos y antiguos compañeros, muy bien relacionados con algunos de los expedicionarios españoles implicados en estas operaciones, que a lo largo de las últimas semanas han venido transmitiendo a círculos muy cerrados, testimonios en primera persona de lo complicado que ha resultado llevar a buen fin el dispositivo de evacuación, utilizando todas las estrategias imaginables, algunas de alto riesgo, en la que han participado militares, diplomáticos, servicios de inteligencia, unidades de los GOE’s (ET) , GEO’s (Policía Nacional) , UEI (Guardia Civil), estableciendo rutas alternativas de aproximación al aeropuerto de Kabul, sorteando controles y obstáculos de todo tipo, incluso utilizando medios poco ortodoxos de engaño y disimulo, en operaciones encubiertas y de paisano.

Muchas de estas misiones se han hecho de forma tan discreta, que no han trascendido a los medios de comunicación, para no entorpecer o poner en peligro su objetivo.

A estas personas, concretamente, a tres, una de ellas civil, debo haber tenido una excelente información (que en su momento reservé) que yo me atrevería a calificar de medianamente objetiva, de la actuación los españoles en la dramática operación de rescate de personas ligadas a la misión española en Afganistán.

No, esta vez las imágenes no han sido solo propaganda. Las imágenes de españoles ayudando a la población civil afgana, tienen un trasfondo de compromiso de solidaridad, de afecto y absoluta entrega, a una misión realmente humanitaria, que trasciende a la geoestrategia y que obliga a la implicación personal, poniendo sus vidas en riesgo más allá del obligado cumplimiento de las órdenes.

Estos rasgos de empatía con la población civil, son unas de las señas de identidad de los españoles destacados en misiones militares en conflictos, como ya lo han hecho en la guerra de Bosnia, en Kosovo y en otros lugares en donde han estado (y están) destacados. Los españoles somos así.

Como militar del Ejército del Aire que he sido y como miembro de colectivos de militares demócratas actualmente, he (hemos) cuestionado severamente la alineación de las FAS con la OTAN y con la alianza con los EE UU, en franco perjuicio de la soberanía nacional; pero en la fase final del conflicto provocado por la intervención de los USA en Afganistán, si las FAS españolas no hubieran formado parte de esta guerra, sí que tendrían que haberse desplegado allí en esta última etapa… aunque solo hubiera sido para salvar vidas.

Mi admiración no solo se extiende al personal dedicado in situ a la operación de salvamento, sino a cuantos desde España (ministerios, servicios de inteligencia, etc.) han trabajado, la mayoría de las veces de forma anónima y discreta, para que todo llegase a buen fin, a pesar de la preocupación inevitable por los cientos de afganos que no han podido ser evacuados, por la precipitación por el último atentado en el aeropuerto de Kabul.

Ahora más que nunca es obligado un replanteamiento de las políticas militares de España, cara al exterior, acabando con la subordinación de las FAS a intereses políticos, económicos y geoestratégicos, que nada tienen que ver con el interés general de los españoles, pero sin dejar de considerar el deber de nuestros militares de intervenir en cualquier conflicto en el que se ponga en peligro la población civil, al margen de los intereses geopolíticos del conflicto que se trate.

Floren Dimas es Oficial del Ejército del Aire (RT) miembro de Anemoi y ACMYR