La última ocurrencia de este sucio y represor Gobierno en torno a las personas que se encuentran en situación de desempleo no tiene desperdicio. Con ese afán de criminalizar a las personas que no encuentran trabajo, se les ha ocurrido que, cuando haya incendios y catástrofes naturales por el estilo, se les puede «colocar» durante […]
La última ocurrencia de este sucio y represor Gobierno en torno a las personas que se encuentran en situación de desempleo no tiene desperdicio. Con ese afán de criminalizar a las personas que no encuentran trabajo, se les ha ocurrido que, cuando haya incendios y catástrofes naturales por el estilo, se les puede «colocar» durante un tiempo ayudando en las tareas de limpieza y reconstrucción de los lugares afectados… ¿inteligente, no? Habrán razonado más o menos de la siguiente forma: ¿cómo podemos quitarnos de enmedio durante un tiempo a estos vagos pelmazos que no trabajan, y encima tenemos que pagarles? Pues que limpien los montes, a ver si así les quedan ganas de seguir parados.
A este respecto, quisiera hacerle al Gobierno las siguientes puntualizaciones, a saber:
1.- Las personas que se encuentran en situación de paro laboral forzoso no están así por su gusto, sino porque esta Administración y este Gobierno no sólo son incapaces de reactivar la economía para que la actividad y el consumo se recuperen, y por tanto existan más posibilidades de trabajar, sino que además insisten en la misma receta de recortes y ajustes, que nos lleva a un callejón sin salida.
2.- La prestación por desempleo no es ningún «beneficio» que otorga el Estado, sino una situación de justicia social, pues han cotizado para ello durante su vida laboral, así como los pensionistas tampoco son beneficiados por el sistema, pues han contribuido durante sus años de trabajo al mismo para poder vivir después con una mínima dignidad.
3.- Con todo ello, una persona en situación de paro es tan digna como cualquier otra, y no dedica su tiempo a ser un parásito del sistema, sino a formarse y a buscar trabajo acorde a sus conocimientos y su experiencia. Rompamos con la imagen que quiere transmitir este Gobierno, de los molestos parados que viven a costa del sistema, que ha de subsidiarlos porque no quieren trabajar.
4.- Una persona en paro sigue teniendo sus estudios, sus conocimientos, sus habilidades y su experiencia, según su profesión, incluso aunque nunca haya trabajado. No se trata por tanto de una persona que esté ociosa, esperando que el Gobierno diseñe un «trabajo social» para el/ella, sino una persona a la que el sistema le debe una oportunidad de realizarse profesionalmente, y de contribuir y ser útil a la sociedad, acorde a su valía y perfil profesional.
Luego por todo ello, más valiera que el Gobierno se esforzara en cambiar las condiciones de nuestra economía para que los parados lo tuvieran más fácil a la hora de encontrar un empleo adecuado, en vez de utilizar a los parados como si fueran una especie de ejército de reservistas, para tenerlos preparados y usarlos ante cualquier situación de emergencia social. Para dichas situaciones, ya tenemos personal de varios cuerpos especializados, que sí que han estudiado y se han preparado para ello, además del tercer sector social, el del voluntariado y las ONG’s que también prestan sus labores de apoyo. Reclamo por tanto a este indigno Gobierno que trate a los parados como lo que son, unos profesionales a los que el sistema no les deja oportunidad laboral, y deje ya de criminalizarlos y de utilizarlos como los chivos expiatorios de la sociedad, pues no tienen porqué pagar los platos rotos de una situación económica que ellos/as no han creado, sino de la cual son sus primeras víctimas.
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