Los movimientos indígenas y sociales se reunieron con los representantes de los países integrantes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (ALBA),va quienes les expresaron sus preocupaciones en torno a los temas en debate en la COP17 que se realiza en Durban: la continuidad del Protocolo de Kioto, las falsas soluciones sustentadas […]
Los movimientos indígenas y sociales se reunieron con los representantes de los países integrantes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (ALBA),va quienes les expresaron sus preocupaciones en torno a los temas en debate en la COP17 que se realiza en Durban: la continuidad del Protocolo de Kioto, las falsas soluciones sustentadas en la mercantilización de la Madre Tierra, la administración del Fondo Verde y REDD.
En la reunión participaron los representantes de los Estados de Bolivia, Nicaragua, Venezuela, Ecuador y Cuba. Con respecto a la continuidad del Protocolo de Kioto, estos manifestaron que el ALBA apuesta por un segundo período de compromisos, para lo cual están aliados con los países africanos y el Grupo 77.
El Caucus Indígena insistió en el tema porque está clara la intención de los países desarrollados de bloquear un nuevo período del Protocolo de Kioto. Canadá ya ha anunciado su intención de retirarse de este instrumento internacional y en la Unión Europea se han escuchado voces acerca de un posible apoyo a un acuerdo vinculante que contemple solo la cooperación a largo plazo.
Fondo Verde
Las principales preocupaciones de los pueblos indígenas y sus organizaciones presentes en Durban en torno al Fondo Verde emanan de la propuesta presentadas por el Comité Transicional. Por ejemplo, que los recursos financieros se presentarán contra resultados. Esto es particularmente preocupante si la administración del Fondo está en manos del Banco Mundial, porque esta institución planea aprobar un Programa por Resultados, conocido como P4R por sus siglas en inglés, que eliminaría las salvaguardas indígenas.
Tanto el movimiento indígena como los movimientos sociales en general, han expresado reiteradamente que el Banco Mundial debe estar fuera del manejo de todo fondo económico vinculado al cambio climático, debido al conflicto de intereses que representa su financiamiento a proyectos que contribuyen de manera significativa al calentamiento global, como la construcción de represas hidroeléctricas en países pobres.
Otro punto preocupante es la personalidad legal del Fondo Verde, el cual actualmente carece de una asamblea, funcionaría como una entidad privada y transferiría directamente los recursos a sectores privados sin pasar por las instituciones del Estado. La propuesta es que funcione bajo la guía y autoridad de la Conferencia de Partes.
Al respecto, los representantes de los países del ALBA indicaron que el proceso de construcción de la propuesta sobre el Fondo Verde ha carecido de la transparencia necesaria y varias de sus propuestas no han sido tomadas en cuenta. Lo concreto es que, en la práctica, el Fondo todavía no existe y ni siquiera hay definiciones acerca de sus fuentes de financiamiento.
Tanto los representantes de los movimientos indígenas y sociales como de los países del ALBA expresaron su confianza en que el espacio de diálogo abierto continúe a lo largo de las negociaciones de la COP17.