En América latina son 36.000 las defunciones anuales debido a la contaminación. Otros 14.500 menores fallecen debido a la contaminación causada por el uso de combustibles sólidos. Afirman que en la Argentina la situación es «graveAgua insalubre, falta de servicios sanitarios básicos y uso de combustibles sólidos dentro del hogar son algunos de los peligros […]
En América latina son 36.000 las defunciones anuales debido a la contaminación. Otros 14.500 menores fallecen debido a la contaminación causada por el uso de combustibles sólidos. Afirman que en la Argentina la situación es «grave
Agua insalubre, falta de servicios sanitarios básicos y uso de combustibles sólidos dentro del hogar son algunos de los peligros del medio ambiente que acechan a la niñez y que, según un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), causan cada año la muerte de más de tres millones de niños menores de cinco años.
«La cifra de defunciones infantiles es alarmante y refleja una funesta imagen de desatención. Tenemos que afrontar la realidad y actuar de inmediato», declaró la doctora Kerstin Leitner, subdirectora general de Desarrollo Sostenible y Ambientes Saludables de la OMS, durante la presentación del primer atlas sobre salud infantil y medio ambiente.
El atlas -difundido en la IV Conferencia Ministerial Europea sobre Salud y Medio Ambiente, que se realizó en Budapest, Hungría- revela que sólo en América latina y el Caribe la falta de acceso al agua potable y a servicios sanitarios ocasiona 36.000 muertes de menores de cinco años anuales, y que otros 14.500 mueren como resultado del alto grado de contaminación ambiental hogareña que deviene del uso de combustibles sólidos para cocinar.
«Los niños son quienes más sufren los peligros medioambientales. Es inaceptable desde todos los puntos de vista que los miembros más vulnerables de la sociedad sean quienes paguen el precio de la incapacidad para proteger la salud frente a los peligros medioambientales», dijo el doctor Lee Jong-Wook, director general de la OMS.
La llamada Declaración del Milenio de las Naciones Unidas pide a los gobiernos que reduzcan en dos terceras partes la mortalidad de los niños menores de cinco años antes del final de 2015. «Aunque sólo el 10% de la población del mundo son niños menores de cinco años, ese grupo de edad sufre el 40% de la carga de enfermedad relacionada con el medio ambiente», informó la OMS.
«Lo que describe este informe no son sino las condiciones del mundo capitalista subdesarrollado, las condiciones de pobreza que afectan principalmente a los niños y a las mujeres», comentó la socióloga María Alicia Gutiérrez, del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes).
Catálogo de amenazas
«Actualmente, las amenazas ambientales para la salud son clasificadas en tres grupos: las tradicionales, las modernas y las globales», explicó a LA NACION el doctor Daniel Beltramino, presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
Las tradicionales, sostuvo el pediatra, son la falta de servicios sanitarios básicos, de agua potable, los alimentos inseguros y el manejo inadecuado de la basura, entre otros. El atlas de la OMS aporta ejemplos más que ilustrativos: el 86% de las aguas residuales urbanas de América latina y el Caribe y el 65% de las de Asia se vierten sin tratar en ríos, lagos y mares.
«Dentro de las amenazas modernas puede mencionarse la contaminación del aire, de la tierra y del agua como resultado de productos químicos», explicó el doctor Beltramino. En cuanto a los peligros globales «se encuentran la reducción de la capa de ozono, la quema de combustibles, que causa el efecto invernadero, la deforestación y la desertificación».
«El problema en la Argentina es realmente grave por el aumento de la pobreza que ha ocurrido en los últimos años. Un ejemplo son los asentamientos sobre urbanizaciones no programadas, que generalmente se producen cerca de basurales, carecen de servicios sanitarios básicos y enfrentan grandes problemas de salud relacionados con el medio ambiente», señaló el doctor Beltramino.
El atlas elaborado por la OMS aporta estadísticas argentinas sobre factores clave del vínculo medio ambiente-salud. Según ese informe, elaborado a partir de datos de hace cuatro años, el 95% de los hogares argentinos tiene acceso a una red de agua potable, sólo el 18% carece de servicios sanitarios básicos y menos del 5% emplea combustibles sólidos (carbón, leña) para cocinar dentro de los hogares.
Para Beltramino, esas cifras son demasiado «generosas» con la situación que se vive en nuestro país. «El porcentaje de hogares sin servicios básicos es mucho más alto, y en lo que respecta al uso de combustibles sólidos, la escasez y el aumento del gas deben de haber incrementado sensiblemente el uso de esos combustibles, que ocasionan una gran contaminación dentro de los hogares», concluyó.