Cerca de dos mil mujeres de Via Campesina ocuparon en la mañana de este miércoles el huerto florestal de Aracruz Celulosa, en Barra do Ribeiro (ES). La movilización tiene el objetivo de denunciar las consecuencias sociales y ambientales del avance de la invasión del desierto verde creado por el monocultivo de eucaliptos. La hacienda Barba […]
Cerca de dos mil mujeres de Via Campesina ocuparon en la mañana de este miércoles el huerto florestal de Aracruz Celulosa, en Barra do Ribeiro (ES). La movilización tiene el objetivo de denunciar las consecuencias sociales y ambientales del avance de la invasión del desierto verde creado por el monocultivo de eucaliptos. La hacienda Barba Negra concentra la principal unidad de viveros de eucalipto y pinos de Aracruz, teniendo inclusive un laboratorio de clonación de los retoños.
Estamos contra los desiertos verdes, las enormes plantaciones de eucaliptos, acacias y pinos para celulosa, que cubren millares de hectáreas en Brasil y en América Latina. Donde el desierto verde avanza la biodiversidad es desnutrida, los suelos se deterioran, los ríos se secan, sin contar la enorme contaminación generada por las fábricas de celulosa que envenena el aire, las aguas y amenaza a la salud humana»,afirman las mujeres en el manifiesto de la Vía Campesina.
La Aracruz Celulosa es la empresa que posee el mayor desierto verde del país. Son más de 250 mil hectáreas plantadas en tierras propias y 50 mil sólo en Río Grande do Sul. Sus fábricas producen 2.4 millones de toneladas de celulosa blanca por año, produciendo contaminación en el aire y en el agua, además de perjudicar la salud humana.
Las mujeres de Vía Campesina también protestan en solidaridad con los pueblos indígenas cuyas tierras fueron invadidas por la Aracruz Celulosa en el estado de Espíritu Santo. En enero de este año, las familias indígenas fueron expulsadas violentamente por la Policía Federal, que utilizó máquinas de la propia empresa para realizar el desalojo.
La Aracruz es la empresa de agronegocio que recibió más dinero público. Son casi R$ 2 mil millones que ha recibido en los últimos tres años. Sin embargo, una empresa como Aracruz genera apenas un empleo cada 185 hectáreas plantadas, mientras las pequeña propiedad genera un empleo por hectárea. «Si el desierto verde continúa creciendo en poco tiempo va a faltar agua para beber y tierra para producir alimentos. No logramos entender como un gobierno que quiere acabar con el hambre patrocina el desierto verde en lugar de invertir en la reforma agraria y en la agricultura campesina», afirma el manifiesto.
La movilización de Vía Campesina también se da para denunciar los impactos ambientales de la monocultura de eucalipto, que está avanzando en Río Grande do Sul con tres grandes empresas: la Votorantim, la Stora Enso y la Aracruz. Los desiertos de eucalipto desgastan el suelo y consumen mucha agua: cada pie de eucalipto es capaz de consumir 30 litros de agua por día.
La movilización de las mujeres de Vía Campesina marca el Día Internacional de la Mujer. «Este 8 de marzo, nos solidarizamos con las mujeres campesinas y con las trabajadoras urbanas de todo el mundo, que sufren con las varias formas de violencia impuesta por esta sociedad capitalista y patriarcal», concluye el texto.
Después de la movilización en Aracruz, las mujeres de Vía Campesina se unen a la marcha del Día Internacional de la Mujer, que comienza a las 10h00, en Porto Alegre.