Miguel Palacín, activista peruano contra la minería en las zonas andinas, denuncia que el Gobierno de su país «persigue, criminaliza y mata a la gente; gobierna con balas y con estados de emergencia». Su discurso es directo y contundente. «No hemos venido ni a quejarnos ni a llorar», dijo voz en grito cuando le tocó […]
Miguel Palacín, activista peruano contra la minería en las zonas andinas, denuncia que el Gobierno de su país «persigue, criminaliza y mata a la gente; gobierna con balas y con estados de emergencia».
Su discurso es directo y contundente. «No hemos venido ni a quejarnos ni a llorar», dijo voz en grito cuando le tocó su turno de palabra en la presentación de una campaña global en contra de las transnacionales en el seno de la Cúpula dos Povos. El peruano Miguel Palacín, presidente de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, agarró el micrófono para resumir, en pocos segundos, su postura: «Hemos venido a dar batalla y a decirles que tienen que retirarse de nuestros territorios». Su imagen, sombrero calado y bufanda multicolor, es un resumen gráfico de su postura.
La Cúpula dos Povos ha presentado la campaña global para desmantelar el poder corporativo y parar la impunidad transnacional, en la que participan más de un centenar de organizaciones, ¿qué significa esta campaña para los pueblos andinos?
Es un acontecimiento muy importante para la lucha de los pueblos porque se desarrolla a la vez en diversos espacios del mundo. Articular tantas luchas juntas es algo grandioso que nos va a permitir compartir experiencias, unificar luchas y visibilizar claramente a los enemigos, que son las corporaciones transnacionales. Podremos ver sus estrategias e intentar así cambiar su forma de actuar y sus procedimientos y retirarlas de muchos lados. Estas corporaciones realizan acciones en distintas partes del mundo, y no siempre se comportan igual: en sus países de origen respetan, pero en los países pobres hacen lo que se les antoja.
¿Qué salidas o soluciones propone la campaña?
Se busca poner el freno. Sigilosamente, Naciones Unidas está aprobando políticas a favor de las transnacionales; nunca las fiscalizan ni tienen mecanismos para denunciarlas ante un tribunal. Y ése es el camino: presionar para que la ONU cree un tribunal. También queremos crear un mecanismo de fiscalización de los fondos que están utilizando, porque en muchos casos son fondos de los trabajadores y de los estados. Y es que, están haciendo las políticas de los estados. Otra razón es actuar contra los estados y políticos corruptos que son financiados por estas compañías. Todo esto se va a visibilizar con la campaña.
Las transnacionales tienen cada vez más terrenos de actuación, ¿qué espacios les quedan a los pueblos?
Estar en las calles, hacer campañas, crear unidad. Hemos realizado campañas exitosas contra transnacionales, como las de no consumir sus productos. Hay que avergonzarlas, visibilizar los problemas y lo que hacen para lograr que se retiren los fondos que las apoyan. Si logramos que una o dos empresas quiebren significará que el resto cambiará de actitud y que incluso los estados se planteen fiscalizarlas y controlarlas.
El poder de las transnacionales es muy visible en América Latina. Sí, el 70 por ciento de las 50 grandes compañías del mundo están operando en territorio latinoamericano.
En el caso de Perú, tu país, ¿qué ha supuesto en este sentido la llegada de Ollanta Humala al poder?
Humala ganó con los votos del descontento de la población que buscaba un cambio y ha traicionado su palabra. El Gobierno de Perú ha sido secuestrado por las corporaciones y por el poder económico. Ahora la situación es mucho peor que con anteriores Gobiernos de derecha. El Gobierno peruano persigue, criminaliza y mata a la gente; gobierna con balas y con estados de emergencia. Lo que está pasando ahora en América Latina es que incluso los gobiernos alternativos creen que el único mecanismo de desarrollo está basado en la extracción primaria de recursos, sea minería, gas, petróleo o megaproyectos hidroeléctricos.
¿Qué esperas de la Cumbre Río+20?
A partir de aquí la política de economía verde va a transformar el mundo. Por ejemplo, dicen que la minería es importante para la economía verde…. ¡imagínate, cuando la minería es insostenible y ellos hablan de sostenibilidad! Lo otro que quieren hacer es ponerle precio a todo, hasta a la belleza del mar y a la selva amazónica. Están legitimando falsas soluciones. www.ecoportal.net