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El sábado del libro presentó tres volúmenes sobre el Socialismo, el Mayo Francés y la Revolución Cubana

Nada debe escapar al rasero de la reflexión comprometida

Fuentes: Rebelión

El Sábado del Libro vuelve a ser hoy, como costumbre ya es, una reunión de amigos. La presentación de tres libros-cuadernos, frutos del esfuerzo de tres editoriales: Editorial de Ciencias Sociales, Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello y Ruth Casa Editorial, nos permite tal afirmación. Nos (re)encontramos aquí autores, editores, correctores, traductores, diseñadores, funcionarios, […]

El Sábado del Libro vuelve a ser hoy, como costumbre ya es, una reunión de amigos. La presentación de tres libros-cuadernos, frutos del esfuerzo de tres editoriales: Editorial de Ciencias Sociales, Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello y Ruth Casa Editorial, nos permite tal afirmación. Nos (re)encontramos aquí autores, editores, correctores, traductores, diseñadores, funcionarios, lectores y colaboradores varios, responsables todos – y aquí una mención especial a los trabajadores de las imprentas que reprodujeron estos libros- de que estos textos sean, se presenten, se difundan, se lean y contribuyan a la construcción de ese otro mundo; otro, mejor y posible pero difícil en su concepción y aún más difícil en su materialización.

Hablar por y desde ellos -personas y textos- es la responsabilidad que se me encomienda; propósito ambicioso, sobre todo, porque cada cuaderno merece y necesita individualizarse dentro de la serie que los aúna y clasifica. Más allá de la extensión, de la novedad y hondura de los artículos incluidos, los temas centrales que los organizan despiertan dudas, análisis y propuestas infinitas y valen, de seguro, varias mañanas y tardes para pensarlos y actuarlos. Prefiero entonces dejarles con un repaso breve, un probarlos de pasada que impulse -y ojalá compulse- a su lectura.

El primero de estos libros -y no vean en este orden brida que obligue a los lectores- discute sobre socialismo, la pluralidad de los paradigmas socialistas y su posibilidad cierta en el siglo xxi . Ya desde su introducción se nos revela el espíritu propio del cuaderno y se nos recuerda que «el socialismo ha de afirmarse no solo como alternativa al capitalismo sino como alternativa a sí mismo», pues la incapacidad probada del orden capitalista -incapaz incluso de cumplir sus promesas fundacionales, para qué pensar siquiera en garantizar la sostenibilidad de la vida y el planeta- no exime, sino que obliga a la crítica a las ideas y a las formas de la política y la acción alternativas, revolucionarias y socialistas. Esta invitación es la que ofrece Autocríticas. Un diálogo al interior de la tradición socialista, cuaderno que procura alejarse de tonos quejosos y que prefiere debatir sobre proyectos socialistas, diversos en su procedencia y propuestas y unánimes en el objetivo de un presente y futuro socialistas, emancipatorios, libertarios. Este número primero, que recoge las urgencias críticas de los años que siguieron la frustración de las esperanzas nacidas con la Revolución de Octubre y la consolidación imperialista bajo el liderazgo más absoluto de los Estados Unidos, se asoma a las complejidades, la irracionalidad, los peligros y los desafíos de nuestro tiempo. Desafíos para el pensamiento crítico y para la praxis. Retos para reinventar el socialismo, continuamente.

El segundo cuaderno conmemora sucesos -por algunos convenientemente olvidados-. Su misión: rescatarlos, no solo para la memoria, sino para la acción transformadora. 68 francés, 40 mayos después nos coloca ante la incógnita de una revolución frustrada o inconclusa. Tal interrogante, que asalta desde las primeras páginas, es seguida -oportunamente- por un útil consejo. Se nos advierte no intentar evaluaciones definitivas: no es esto lo más importante, no en lo fundamental. Mejor resulta colocarnos ante la necesidad histórica que acompañó la inesperada explosión social que generó aquella revuelta estudiantil y la magnitud con que trascendió sus propuestas iniciales. Lo que sucedió en Francia y otros lugares, cuatro décadas atrás, no es ajeno a lo que vivimos hoy. La ola de reclamos de los explotados mantiene las mismas causas, por distante que se nos haga su manifestación en el espacio y el tiempo.

Mayo del 68 no es solamente francés. Los hacedores del número decidieron, sin embargo, dedicarlo a Francia pues consideraron más efectivo concentrarse en el escenario en el cual el movimiento mostró una progresión más orgánica, con una participación más decidida de los trabajadores. Lo que sucedió en Francia ofrece el escenario más acabado. Desde allí es posible estudiar los elementos más relevantes del ascenso, y los del fracaso. Obligados a regresar sobre los acontecimientos de aquel año, una saludable fórmula para comenzar la relectura resulta hacerlo desde el Mayo francés. Es esta la sugerencia que lanza este segundo cuaderno, que asoma a un período convulso y rico en experiencias y propuestas del pensamiento y la acción.

La tercera entrega, también de conmemoraciones, se dedicó al cincuenta aniversario de la Revolución Cubana. 1959: Una rebelión contra las oligarquías y los dogmas revolucionarios nace como homenaje a los sucesos que desembocaron en el triunfo revolucionario. Este cuaderno compila textos enfocados en la reconstrucción histórica de las fuerzas e ideas políticas que intervinieron en el proceso insurreccional. Aspira a contribuir a recolocar al socialismo cubano ante su tradición nacional: intento que se antoja paradoja pero que no es más que otra manera de contar la Revolución: una historia de las ideas y las prácticas que la hicieron posible y de las vidas de los seres humanos que vivieron, lucharon y -en muchos casos- murieron por ella.

En el contexto de 1959, la polémica sobre el carácter de la ideología revolucionaria no era una cuestión teórica: buscaba interpretar el margen de lo aceptable dentro de esa Revolución. Dos años antes de declararse su carácter socialista el anticomunismo en Cuba tenía gran fuerza, aunque desde los años 30 diversas ideas del socialismo aparecieran en las formulaciones de casi todos los programas partidistas. Reconstruir el mapa ideológico previo a 1959 nos descubre la genealogía del socialismo cubano, de sus fuentes y de las condiciones en que se fue dibujando su perfil hasta hoy. Este interés no es solo historiográfico. Recuperar cuerpos de pensamiento, desarrollos que no llegaron a completarse, retomar la diversidad propia del pensamiento cubano cumple también funciones hacia el futuro. Vale para reconocer cómo las opciones posibles cuentan con tradición, pensadores y experiencias de lucha para así vincular estas herencias con las necesidades de hoy.

El hecho revolucionario de 1959 encarnó un movimiento de liberación nacional orientado a la justicia social y fue una de las primeras revoluciones que fusionó el anticolonialismo con el socialismo. La Revolución cubana, que ya consiguió expresar la «viabilidad del Tercer Mundo», ha de estar a la vanguardia en la refundación del socialismo, esfuerzo que necesita contar con las historias vividas, las tragedias y las hazañas. La Revolución contribuyó de modo decisivo a que la historia del siglo xx fuese mucho menos oprobiosa. Es responsable de continuar ese legado, de seguirlo desde la construcción socialista en el siglo xxi .

Sobre los tres cuadernos que hoy se presentan -y los próximos a aparecer- solo algunas palabras más. Se reconocen publicaciones bajo el signo de la radicalidad revolucionaria, diferente de la radicalidad doctrinal. Rechazan exclusiones que marginen la experiencia social, la memoria de las luchas, la reflexión teórica y el espíritu de búsqueda en los caminos hacia el socialismo, del mismo modo que no ceden a propuestas que distancien de la ruta hacia un mundo signado por la seguridad, la justicia, la libertad y la equidad para todos los pueblos. Esta guía, en el pensamiento y la acción, identifica a su amplia red de colaboradores, la que esperamos mantener y aumentar.+

Es así que los cuadernos, plurales y diversos, no son una empresa imparcial o exenta de compromisos sociales. Proclaman desde su comienzo su sentido de amplitud, sin fronteras, pero sin ambigüedades Surgidos en un momento muy especial -en el umbral del desastre total o del parto de una nueva civilización- no tienen la intención de andar anunciando catastrofismos de tipo alguno, mas reconocer los desafíos nos reafirman en la urgencia de ser y hacer, muchos y a la vez. Y es que tan universal debe aspirar a ser el proyecto en el que trabajamos como universal se ha tornado el mundo del capital que luchamos por superar. Nada de lo que ocurre puede sernos ajeno. Nada debe escapar al rasero de la reflexión comprometida, reflexión útil para la acción, para la construcción, para la actividad de transformación revolucionaria. Los cuadernos asocian su proyección, muy especialmente, a los movimientos sociales, y es su aspiración mayor servir a un futuro donde todos tengan cabida. El desafío es enorme pues ese mundo, otro y posible, ha de pasar y vencer la nueva ofensiva imperialista. Las fuerzas reaccionarias tienen vasta experiencia en el ejercicio de poder y bien claros los esquemas de lo que quieren hacer con él, y montan sus estrategias con rapidez envidiable. El mérito tampoco es tanto pues son sus estrategias fáciles de armar: barrer con todo lo que se les oponga. Y su reinstalación, después del conteo de los muertos, pocos o muchos, acaba por realizarse.

Para superar este presente, para vivir diferente, para hacer socialismo y para ser en socialismo está Ruth. Cuadernos de Pensamiento Crítico , que al igual que Ruth Casa Editorial se inspira en aquel pasaje bíblico que invita a apreciar el significado de la solidaridad como virtud y el núcleo de valores que obliga a creer y a crear con coherencia, a decidir con lealtad y valentía, y a restituir al ser humano toda su dignidad. Por supuesto, la empresa que nos compromete necesita empeños muchos, múltiples y mayores. Pero es nuestra intención contribuir, estar, participar. Y queremos que ustedes lo hagan con nosotros, y les agradecemos que estén hoy aquí. Desde ya les suponemos cómplices y les esperamos para subversiones por venir. Siéntanse invitados permanentes, siempre que sueñen y hagan por ese mundo socialista, otro, y -por supuesto- posible.