1. Daños al medio ambiente. Desde que el proyecto salió a la luz y sobre todo tras la exposición a información pública del primer estudio de impacto ambiental, las organizaciones ecologistas y otras organizaciones ciudadanas de la región hicieron hincapié en la incorrecta e inadecuada elección del lugar para la ubicación del aeropuerto, entre otras […]
1. Daños al medio ambiente. Desde que el proyecto salió a la luz y sobre todo tras la exposición a información pública del primer estudio de impacto ambiental, las organizaciones ecologistas y otras organizaciones ciudadanas de la región hicieron hincapié en la incorrecta e inadecuada elección del lugar para la ubicación del aeropuerto, entre otras razones importantes por la lógica incompatibilidad de este tipo de instalaciones con una zona de protección natural.
La ubicación que se ha escogido para esta instalación afecta a una Zona de especial protección para las aves (ZEPA) y a una zona de importancia para las aves (IBA), concretamente a la ZEPA denominada «Campo de Calatrava» y a la IBA 206 dentro de la cual se encuentra dicha ZEPA. Dentro de los límites de estas zonas de protección para las aves es donde se decide instalar el aeropuerto.
Especies esteparias que habitan este entorno en peligro de extinción o amenazadas, como la avutarda, el sisón, la ganga, la ortega o también el cernícalo primilla están siendo ya seriamente afectados por dicha infraestructura.
Pero además del impacto directo sobre las aves hay otras afecciones muy importantes que se pueden producir y se están produciendo, como es el daño al patrimonio volcánico de la zona (el Campo de Calatrava reúne el conjunto volcánico más importante de la Península y, paradójicamente, sin apenas regulación y protección ambiental ni cultural). Y, lo que consideramos muy grave, la pérdida definitiva de las posibilidades de un desarrollo socioeconómico integrado y sostenible, para el cual esta comarca tiene un enorme potencial, aunque muchos se nieguen a reconocerlo.
2. Peligro para el tráfico aéreo. SEO/BirdLife ha sacado a la luz pública un estudio basado en informes de expertos internacionales en navegación aérea (incluido un informe del Colegio de Pilotos de España), en el que constatan la alta peligrosidad de los aeropuerto cercanos a hábitats de poblaciones de aves de medio y gran tamaño como las que aquí se encuentran. SEO/BirdLife concluye que el aeropuerto de Cuidad Real, en caso de abrirse, sería uno de los más peligrosos de Europa.
3. Vulneración de la legalidad vigente, estatal y europea. Este proyecto ha salido adelante contra toda racionalidad política, administrativa, legal y ambiental, gracias a las durísimas presiones que sobre los organismos institucionales competentes han volcado promotores y responsables políticos. Frecuentemente se han oído afirmaciones como «el aeropuerto se hará pese a quien pese». Estas presiones han ido acompañadas habitualmente de una implacable censura en muchos medios de comunicación que ha impedido que la ciudadanía esté debidamente informada.
Todo ello cuando la Comisión Europea, después de abrir expediente por este proyecto, ha enviado un dictamen motivado al Reino de España por considerar que el proyecto vulnera la directiva comunitaria sobre impacto ambiental así como la directiva sobre aves silvestres. La intención de la Comisión de ejecutar el siguiente paso, que es denunciar al Reino de España ante el tribunal de justicia europeo por las infracciones antes mencionadas, llevó al Ministerio de Medio Ambiente español a sacar a exposición pública un tercer informe de impacto ambiental, al considerar que en el segundo el estudio de alternativas que se exigía no quedaba lo suficientemente justificado. Esto fue acompañado de la paralización de las obras.
Queremos denunciar que la situación actual es consecuencia directa de no haber querido contemplar otras alternativas al emplazamiento del aeropuerto, requisito obligado tanto por la legislación nacional como europea. Si los promotores hubiesen antepuesto el interés social del proyecto a los suyos propios, ante los problemas medioambientales suscitados, hubiesen buscado otra ubicación al aeropuerto, en vez de obstinarse en realizarlo sobre un espacio protegido. Así mismo, no alcanzamos a entender cómo la administración regional no ha defendido un espacio protegido impulsado por ella misma y no disuadió, desde un primer momento, a los promotores para que buscasen otro emplazamiento. En lugar de eso se han convertido en cómplices de las irregularidades cometidas.
Si, fruto de las presiones ejercidas por promotores y políticos demagogos, se dictamina una declaración de impacto positiva, entendemos que se habrá sentado un peligroso precedente, pues vendrá a significar, que se puede pasar por encima de la normativa medioambiental por la vía de los hechos consumados. Si esto ocurre habremos asestado un duro golpe al estado de derecho y abierto la puerta a que impere la ley del más fuerte.
Por todas estas razones queremos expresar nuestra disconformidad con el actual emplazamiento del aeropuerto y pedir que se busquen otras alternativas respetuosas con la legalidad y el medio ambiente y que no pongan en peligro la seguridad de las personas.