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Campaña de Earthworks/Mineral Policy Center y Oxfam

«No al oro sucio»

Fuentes: Interfazamazonica

En términos generales, resulta que la producción de un solo anillo de oro de 18 quilates, que pesa menos de una onza, genera como mínimo 20 toneladas de desecho minero. La minería de metales emplea menos del 0,1% de la fuerza laboral mundial pero consume entre el 7 y el 10% de la energía del […]

En términos generales, resulta que la producción de un solo anillo de oro de 18 quilates, que pesa menos de una onza, genera como mínimo 20 toneladas de desecho minero. La minería de metales emplea menos del 0,1% de la fuerza
laboral mundial pero consume entre el 7 y el 10% de la energía del planeta.

El 80% del oro se utiliza en joyería. La mayoría de los consumidores no se dan cuenta de que en los países del sur la minería de oro se asocia con la
violación de los derechos humanos y la devastación ambiental.

Como parte de la campaña, se publicó el informe «Metales sucios: minería, comunidades y medio ambiente», que describe en detalle la contaminación masiva, las enormes minas a cielo abierto, los efectos devastadores sobre la salud humana, los peligros para los trabajadores, y en muchos casos, las violaciones a los derechos humanos que se han convertido en distintivos de
la minería de oro y metales en varios países. El informe muestra además que la minería no produce riqueza para los pueblos sino que más bien se convierte en la llamada «maldición de los recursos» para países del Sur como Guinea, Níger, Zambia o Togo.

Por otra parte, la minería se desarrolla incluso en sitios considerados patrimonio de la humanidad. Tal es el caso de la extracción de oro en la
Reserva de Vida Silvestre de Okapi en la República Democrática del Congo, el parque nacional Tai en Costa de Marfil, el parque nacional impenetrable Bwindi en Uganda y el parque nacional Kahuzi-Biega en la República Democrática del Congo, así como la minería de hierro en la reserva natural estricta Monte Nimba en Guinea y Costa de Marfil.