Cinco organizaciones ecologistas celebraron hoy, en Madrid, un acto festivo con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente para denunciar «el impacto ambiental, social y cultural que el urbanismo brutal y descontrolado está provocando en España», dijo a Efe el director de campañas de Greenpeace, Mario Rodríguez. Las organizaciones ecologistas WWWF/Adena, SEO/Birdlife, Greenpeace, Ecologistas en […]
Cinco organizaciones ecologistas celebraron hoy, en Madrid, un acto festivo con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente para denunciar «el impacto ambiental, social y cultural que el urbanismo brutal y descontrolado está provocando en España», dijo a Efe el director de campañas de Greenpeace, Mario Rodríguez.
Las organizaciones ecologistas WWWF/Adena, SEO/Birdlife, Greenpeace, Ecologistas en Acción y Amigos de la Tierra, convocantes del acto de Madrid, bajo el lema «¡No cementéis nuestro futuro!», realizaron convocatorias equivalentes en A Coruña, Valencia, Murcia y Bilbao, que tuvieron lugar durante todo el fin de semana.
En Madrid, en la Plaza de España y frente a la Consejería de Medio Ambiente, decenas de madrileños se sumaron a lo largo de la mañana a las actividades festivas programadas por los ecologistas entre las que destacaba una tela que recorría la plaza y donde adultos y niños plasmaron, con lemas y dibujos, sus impresiones en torno al medio ambiente y al urbanismo.
Según el portavoz de Greenpeace, mañana los ecologistas harán entrega de esa tela en la sede del Gobierno regional en la Puerta del Sol, junto a las decenas de ladrillos de papel que hoy también construyeron los madrileños y que simbólicamente «tendieron al sol» de unas cuerdas que recorrían la Plaza de España.
El acto festivo, plagado de breves representaciones teatrales criticando las obras de la M-30, finalizó con la lectura de un manifiesto, redactado y leído, por un niño de 10 años, hijo de uno de los responsables de la organización, en el que se pidió a la presidenta regional, Esperanza Aguirre, y al consejero de Medio Ambiente, Mariano Z abía, «que no se destruyan los parques naturales y los bosques, y que se conserven los campos abiertos».
En el manifiesto, también se criticó la construcción «sin control de la M-30, la M-50 y la M-501» y se demandó al alcalde de Madrid, Alberto Ruíz Galardón, «que sea respetuoso con los vecinos, con el río Manzanares y con los árboles de la ciudad».
El portavoz de Greenpeace explicó que el mensaje básico del manifiesto es, al igual que el lema, «que no se cemente el futuro y ya que los efectos de la especulación urbanística son a medio y largo plazo, se optó por que el mensaje fuese leído por un niño, una vez que las consecuencias de esta especulación están relacionadas con las futuras generaciones».
Durante el acto también se repartió una carta, remitida ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Z apatero, en la que se denuncia el crecimiento urbanístico «explosivo, desordenado e injustificado» que está «aniquilando la costa mediterránea» pero que también está invadiendo el interior y la costa atlántica.
Así, se recuerda en la carta que en el año 2005 en España se batieron todos los récords de construcción con casi 800.000 nuevas viviendas, «tantas como en Alemania, Reino Unido y Francia juntas».
Asimismo, la misiva denuncia como «la fiebre urbanizadora ha llegado incluso a los lugares más lejanos y mejor conservados desde el Pirineo a Fuerteventura, y ni siquiera la figura del espacio protegido representa una garantía eficaz».
Finalmente en la carta enviada a Z apatero se recuerda el caso de Marbella y se insta al Gobierno a que promueva las reformas legislativas pertinentes «aprovechando la oportunidad que la anunciada reforma de la Ley del Suelo proporciona».