Ataque con drones, explosiones e interferencia de las comunicaciones; son algunas de las agresiones denunciadas el 24 de septiembre por la Flotilla Global Sumud -integrada por más de 500 voluntarios civiles- frente al litoral griego; califican los hechos de “operaciones psicológicas” e intimidación, que pretenden interrumpir el recorrido hasta Gaza de la flotilla humanitaria; los activistas tienen como objetivo romper el bloqueo a la Franja impuesto por el Estado de Israel.
Se da la circunstancia que Israel ha incumplido, de modo sistemático, las resoluciones de Naciones Unidas respecto a Palestina; por ejemplo, la Resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU (noviembre de 1967), que establecía la retirada del ejército israelí de los territorios que ocuparon durante la Guerra de los seis días (entre otros Gaza y Cisjordania, incluida Jerusalén Este).
“No podemos esperar nada de los gobiernos, la lucha por Palestina es cosa de los pueblos; ahora lo principal es parar la masacre y que entre en Gaza la ayuda humanitaria: estamos asistiendo a un genocidio televisado”, afirma la activista y militante del Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE), Teresa Pantoja.
La también miembro del Movimiento Estatal de Solidaridad con Cuba realizó estas afirmaciones en un acto celebrado el 20 de septiembre en la sede de Intersindical Valenciana, titulado Marxa a Gaza. Solidaritat o barbàrie.
Organizaron el acto público el PCPE y la Juventud Comunista de los Pueblos de España (JCPE), en colaboración con el BDS-País Valencià; Intersindical Valenciana; Voces X Palestina; Al-Yudur Juventud Palestina y el Comité Revolucionari de València.
¿Se está produciendo un genocidio en Gaza desde el 7 de octubre de 2023? Teresa Pantoja recuerda que, a mediados de septiembre, la relatora de la ONU sobre los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, estimó que las víctimas mortales palestinas en la Franja podrían alcanzar las 680.000 (diez veces superior a la cifra habitualmente mencionada); más del 75% son mujeres y niños.
En el acto de Valencia, la militante internacionalista ha hecho referencia a masacres anteriores; como la perpetrada por miembros de la falange libanesa y el ejército de Israel en dos campos de refugiados de Beirut -Sabra y Shatila-, en septiembre de 1982; murieron varios miles de civiles palestinos; en diciembre, la Asamblea General de la ONU calificó los hechos de genocidio.
¿Cómo se construye un genocidio? Además de los asesinatos de civiles gazatíes, en la conferencia se destacó la importancia de la destrucción de hospitales (la OMS alertó a, mediados de septiembre, que los centros hospitalarios de Ciudad de Gaza se hallan “al borde del colapso” por los bombardeos israelíes).
Un objetivo paralelo del Estado de Israel es “golpear a los médicos”, subraya Teresa Pantoja; por ejemplo, el 16 de septiembre murió como consecuencia de las heridas de metralla, Hussein Alnajjar, enfermero de Médicos Sin Fronteras (MSF); trece trabajadores humanitarios de esta ONG han sido asesinados desde el inicio del genocidio en Gaza.
A ello se suman los ataques a periodistas, “quienes pueden contar lo que ocurre”; así, el Estado de Israel ha eliminado a más de 200 periodistas palestinos desde octubre de 2023, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, siglas en inglés); la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos elevaba a finales de agosto la cifra a 247.
Tal vez podría resumirse lo que está ocurriendo en Gaza con la declaración de Hambruna emitida por Naciones Unidas el pasado 22 de agosto; se calculaba entonces que más de 500.000 gazatíes permanecían “atrapados” en la inanición y la indigencia; “se trata de una hambruna provocada por Israel”, afirmaba la ONU.
Frente a esta situación se moviliza la sociedad civil; en el estado español la militante comunista menciona el “gran referente” de las protestas -sobre todo en Madrid- durante la Vuelta Ciclista a España-2025; se manifestaron cerca de 100.000 personas a favor de Palestina (cifra de la Delegación del Gobierno) que impidieron la finalización de la etapa en la capital española; el Gobierno socialista desplegó a 1.100 policías nacionales y 400 guardias civiles.
“Sufriremos la represión siempre que pretendamos cambiar algo, la lucha palestina contra el colonialismo es la lucha hoy de todos los pueblos; actualmente, el gran proyecto del sionismo es la construcción del Gran Israel con el apoyo de Estados Unidos”, afirma Teresa Pantoja en la sede de Intersindical Valenciana.
La activista fue una de las 170 personas detenidas en Egipto, el pasado 12 de junio, que iban a participar en la Marcha global a Gaza; arrestada de madrugada en El Cairo, se le retiró el pasaporte y el teléfono, por lo que quedó incomunicada; en algunos casos las capturas se produjeron en hoteles de la capital egipcia, a lo que siguieron las deportaciones al país de origen.
La Marcha global a Gaza convocó en El Cairo a 3.000 activistas de 50 países, para una movilización prevista a partir del 13 de junio; el objetivo de la Marcha era llegar a Rafah, ciudad palestina en la frontera con Egipto y clave en el bloqueo -por parte de Israel- de la ayuda humanitaria a Gaza.
Durante los dos meses anteriores, los organizadores de la iniciativa colaboraron -entre otros interlocutores- con las embajadas de Egipto en los países europeos, Estados Unidos, México, Canadá y Turquía, con el fin de solicitar los permisos y facilitar a las autoridades la información de cada etapa.
Pero el Estado egipcio respondió con la represión: fueron capturados participantes de países como Argelia, Túnez, Alemania, Marruecos, Australia, Francia o Turquía, que pretendían -de modo pacífico- reivindicar el fin del bloqueo y de la crisis humanitaria en la Franja.
La Marcha a Gaza surgió como un movimiento popular global, cívico, independiente y al margen de ONG o partidos políticos; “no hace falta ser experto o activista”, declararon.
En un comunicado del 13 de junio Sobre la detención de la compañera Teresa Pantoja por parte de los servicios secretos egipcios, la Alternativa Sindical de Clase (ASC) destacó cómo “solidarios de otros países, especialmente los provenientes de Libia, Túnez, Argelia y Marruecos, han sido deportados directamente, maltratados y vejados”; asimismo se resaltó “la solidaridad mostrada por el pueblo egipcio con los manifestantes que apoyan el eslogan Palestina Libre”.
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