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«No te preocupes, que ya me los invento»

Fuentes: Rebelión

Lo que tiene de curioso al hacer una acción -en este caso tres tartazos a Yolanda Barcina- es que durante un breve periodo de tiempo los activistas comparten el espacio con la clase política. Esto es lo que le ocurrió a una de las personas que fue a Toulouse a apoyar la acción. En uno […]

Lo que tiene de curioso al hacer una acción -en este caso tres tartazos a Yolanda Barcina- es que durante un breve periodo de tiempo los activistas comparten el espacio con la clase política. Esto es lo que le ocurrió a una de las personas que fue a Toulouse a apoyar la acción. En uno de los pasillos del rencinto coincidió con nuestra presidenta del Gobierno Foral. En aquel momento, Yolanda Barcina llamaba a su -suponemos- secretaria para que ésta le proporcionase algunos datos de cara a su intervención pública minutos más tarde. Ante la dificultad que manifestó la secretaria para encontrar estos datos, nuestra presidenta optó por un recurso al que ya nos tienen acostumbrados, ella y especialmente su subalterno Alvaro Miranda. «No te preocupes, que ya me los invento», dijo.

Más allá de la anécdota, ésta es la postura habitual cuando hacen declaraciones públicas. Esto es lo que ha venido haciendo Alvaro Miranda con las cuentas del Gobierno de Navarra. Sin embargo en esta ocasión queremos centrarnos en las declaraciones que la presidenta hizo en un programa de televisión cuando fue preguntada sobre el proyecto del TAV en Navarra. Vino a contestar que los 134 millones que este año ha adelantantado el Gobierno foral y cuyos intereses ha de pagar, «vienen de Europa». ¿Mentira o ignorancia? Lo cierto es que «Europa» ha prometido financiar en un 10% o 20% aquellos proyectos de infraestructuras considerados prioritarios. Y el caso es que el TAV navarro, incluido en el corredor Atlántico-Mediterráneo, está considerado como red básica, no prioritaria. En todo caso es el Ministerio de Fomento español quien debe ir devolviendo este dinero, sin los intereses, a partir de 2013. Algo complicado si tenemos en cuenta la situación económica actual del Gobierno español y la deuda de 40.000 millones de euros que tiene este Ministerio. Más aún cuando no acaba aquí la aportación, ya que el Gobierno foral se ha comprometido a adelantar hasta 362 millones de euros en total solo para el tramo Castejón-Esquíroz. Por otra parte, el resto de tramos Zaragoza-Castejón, Cuenca de Pamplona y conexión con la «Y» vasca no tienen ningún tipo de financiación prevista. En el borrador del nuevo plan de infraestructuras con vigencia hasta 2023, presentado recientemente por la ministra Ana Pastor, estos proyectos ni siquiera aparecen.

Finalmente, tras diseñar un proyecto exclusivamente para pasajeros y enaltecer el proyecto del TAV debido a todo el tiempo que nos iba a ahorrar en los desplazamientos, resulta que «un tren de pasajeros no tendría sentido». Ahora va a ser un tren que también «va a traer mercancías del puerto de Barcelona…». O Yolanda Barcina desconoce completamente este macroproyecto o miente sin ruborizarse. Señora presidenta, de Barcelona hasta Zaragoza solo existen una línea de alta velocidad que no lleva mercancías y una línea convencional, a la cual no tendría ningún sentido conectarle una línea de alta velocidad hacia Pamplona, que tendría un ancho europeo.

Este es el conocimiento que tienen nuestra presidenta sobre un proyecto tan caro (4.000 millones de euros) y cuyas dificultades a la hora de tranportar mercancía pesada, la mayoritaria, ha sido evidenciado por diversos estudios y declaraciones, incluso oficiales.

Ante todo hay que dar la imagen de que uno sabe de lo que habla, aunque especialmente durante estos últimos años quede claro que esta clase política o bien obra de mala fe o miente más que habla. «No te preocupes, que ya me los invento».

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.