Recomiendo:
0

Entrevista a Fabiana Tuñez del espacio feminista "La Casa del Encuentro", de Buenos Aires

«Nosotras cuestionamos, nos enfrentamos y nos oponemos a este sistema patriarcal, capitalista, consumista y heterosexista»

Fuentes: ANRED

ANRed entrevistó a Fabiana Tuñez del espacio feminista La Casa del Encuentro. «Yo lucho por una sociedad que no este dividida en mayorías y minorías, por una sociedad que no plantee la norma heterosexual como ‘la norma’ y que todo aquello que se sale de esa norma sea reprimido, violentado, invisivilizado», afirmó.  La creación de […]

ANRed entrevistó a Fabiana Tuñez del espacio feminista La Casa del Encuentro. «Yo lucho por una sociedad que no este dividida en mayorías y minorías, por una sociedad que no plantee la norma heterosexual como ‘la norma’ y que todo aquello que se sale de esa norma sea reprimido, violentado, invisivilizado», afirmó. 

La creación de la Casa del Encuentro es la continuidad de un sueño truncado de la musa inspiradora, la Casa de las Lunas, que fue el primer espacio feminista en la Argentina. Lugar donde se reúnen lesbianas, o peor… ¡¡donde se reúnen mujeres!!  

 

Retomando el camino de Las Lunas

AnRed: ¿Cómo fueron los comienzos?

 

Fabiana Tuñez: La Casa del Encuentro empezó como un sueño de un grupo de mujeres con muchas ganas de construir un espacio político, un espacio que estuviera abierto a todas las mujeres, donde tener más de 40 años no implique imposibilidad de acercarse. En el ámbito lésbico, en general todos los formatos y las estéticas están armados para un estilo joven, una edad que tiene que ver con la juventud, y cuando pasas los 40 es como el sistema, que te recicla y te confina al closet. Entonces consideramos que teníamos que retomar la trayectoria de Las Lunas y recrear un espacio de encuentro, de reflexión y debate de ideas, un espacio de trabajo político y que también sea un espacio para compartir, para sociabilizar, un espacio cultural a través del lenguaje de las mujeres. Al principio pasamos toda una etapa de acomodamiento del proyecto, de conocernos. Tomamos cosas de la Casa de las Lunas, como en el aspecto cultural, y fuimos generando muchas actividades artísticas y exposiciones. Nos sostenemos con los bailes o fiestas que hacemos los fines de semana, toda una serie de actividades para lograr una autogestión. Pero igual no es fácil, cuesta mucho sostener un espacio de mujeres, como les pasó a las compañeras de la Librería de las Mujeres. Lo bueno de todo esto fue que en esa etapa quienes no querían el cierre de la casa formaron la figura de la mujer solidaria, y entonces cada una aportaba todos los meses lo que podía.

Todas las actividades tienen un bono contribución, pero si alguna no tiene dinero, participa de las actividades de todas formas y no paga. Esta no es una asociación con fines de lucro, sino que lo único que busca es sostenerse y todas las integrantes de la Casa del Encuentro no vivimos de esto, tenemos nuestros trabajos particulares de los cuales sí vivimos, incluso terminamos poniendo plata para la Casa. La realidad es que no somos profesionales del activismo, sino mujeres que hacemos activismo pero que no vivimos de esto.

 

ANRed: ¿Por qué un espacio sólo para mujeres?

 

FT: Porque a las mujeres durante muchos años nos negaron el deseo, la palabra, la educación, el cuerpo… nuestros cuerpos. Considerábamos que tener un espacio donde cada mujer pudiera reencontrar su cuerpo, sus ideas sin la presencia del sistema o el varón al lado que la condiciona o que de alguna manera genera el mismo rol que la sociedad impone o la cultura le impone, que es la de ir un paso atrás. Nuestro espacio lucha contra eso y no es que luche contra los hombres, sino que lucha por la igualdad de hombres y mujeres. Pero para llegar a la igualdad primero hay que hacer un trabajo con las mujeres y con los varones y con la sociedad. Cambiar la cultura no es algo fácil. Las mujeres antes no tenían derecho a estudiar; entonces hay todo un camino que debemos transitar y nos parecía importante que estuviera también este espacio como una opción. Tenemos un trabajo constante y, a partir del 2005, empezamos a abrir las puertas a las mujeres del barrio, pero también empezamos a salir a los barrios, comunicando el feminismo desde otro lugar a través de performances artístico-culturales, donde decimos por qué luchamos, contra quién luchamos, pero desde una perspectiva más artística, que nos permite comunicar nuestras ideas desde otro lugar, más colorido, que llama la atención, donde los hombres y mujeres se paran y nos miran, y nos hablan. Así nosotras interactuamos no desde el lugar físico de una esquina y pararme a repartir un volante «cuadrado» que no lo lee nadie, sino que decimos «acá estamos, somos mujeres feministas» y tenemos los mismos dramas que todo mundo, no nos comemos a nadie y trabajamos por un mundo diferente. Nos sentimos muy felices de poder hacerlo así, porque nuestra crítica al feminismo era que estaba encerrado entre cuatro paredes, con un discurso de un nivel intelectual muy alto, imposible de entender para muchas.

La profundización teórica es necesaria para entender por donde pasa la opresión, pero también creemos que el feminismo tiene que tener un lenguaje distinto, una forma de comunicar distinta y hay toda una generación de feministas y de lesbianas feministas que está trabajando en esa dirección. La Lesbianbanda es un ejemplo, las Mujeres Públicas es otro, las Fugitivas en Neuquén también. Es decir que hay toda una corriente feminista o lésbico feminista que entiende que el feminismo tiene que trabajar desde otro lugar, desde el cuerpo, desde el compromiso corporal.

 

ANRed: ¿Qué entiende La Casa del Encuentro por feminismo?

 

FT: El feminismo es la herramienta por excelencia que cuestiona al sistema de opresión, violencia y discriminación hacia las mujeres. Nosotras cuestionamos, nos enfrentamos y nos oponemos a este sistema patriarcal capitalista consumista y heterosexista. Vemos al feminismo como una herramienta teórica que debe estar acompañada necesariamente de una lucha cuerpo a cuerpo, ya que la lucha del sistema hacia nosotras también es cuerpo a cuerpo. Nosotras entendemos el feminismo como una línea de pensamiento y de cuestionamiento al sistema además como una forma de trabajar con la sociedad, por un sistema más justa, por los derechos humanos, por el derecho a decidir por nuestros cuerpos. Adherimos a la corriente autónoma del feminismo, que tiene que ver con la autonomía con respecto a las instituciones. Somos autónomas de pensamientos y acciones, de los partidos políticos, de los gobiernos. Desde ahí nos definimos como feministas desde la autonomía política. Así vamos armando este espacio donde conviven mujeres de 18 a 80 años, donde se trabaja con las mujeres desde una óptica feminista. Cuando nosotras decimos que este es un espacio de mujeres lesbianas feministas, abierto a todas las mujeres, es verdaderamente abierto. Acá para venir a la casa no es necesario ser feminista. Vos podes venir a la casa y ser gay. El eje de la casa pasa por el respeto al deseo de cada mujer, el deseo que tanto nos negaron no puede ser no aceptado en este espacio de lesbianas. Entonces acá todas las mujeres pueden hacer propuestas de trabajo, que nosotras tratamos de ir adecuándolo para manifestarlo.

 

ANRed: ¿Y cuál es la tarea del feminismo, según la Casa?

 

FT: Trabajar para lograr una toma de conciencia. El abuso, la violencia, discriminación, el acoso laboral psicológico contra las mujeres, tratamos estos temas siempre que haya una marcha, una lucha, un pedido siempre estamos, además de las otras luchas, pero le damos prioridad a este tema y trabajamos fuerte y articuladamente con el movimiento de mujeres en general, por eso vamos a los encuentros nacionales de mujeres y nos juntamos y nos peleamos con las mujeres de la iglesia. Porque a veces se entiende mal qué es ser feminista. Las feministas no luchamos porque queremos que todas las mujeres aborten, en realidad luchamos para que no haya abortos clandestinos. Para que no mueran nuestras mujeres pobres, porque esas cifras que hay de mujeres que mueren por abortos clandestinos, son de mujeres que no tienen acceso al aborto aséptico. Queremos que esas mujeres puedan elegir en qué momento ser madres, que cada una pueda elegir y que no tenga que llegar a un aborto, y si de última llega a un aborto que lo pueda hacer en condiciones realmente humanas. Hay una cuestión de clase, las mujeres de clase media y alta, ¿por qué tienen 2 hijos? Porque tienen acceso a métodos anticonceptivos y de última hacen un aborto clandestino, pero lo pagan muy bien y lo pueden hacer en buenas condiciones. Entonces las feministas luchamos por eso, por la reivindicación del deseo de cada mujer a vivir su vida como quiera y como desee, pero no porque el sistema le imponga que debe lavar los platos o ser mamá. ¡Ninguna imposición! Las mujeres pueden desear ser madres, lavar los platos, ser hija, ser profesional, ser estudiantes, pero que parta de un deseo propio, porque nuestro cuerpo y nuestra vida son nuestros, no le pertenece a nadie, esto es por lo que lucha el feminismo, porque hombres y mujeres entendamos que el cuerpo y la vida de las mujeres nos pertenece a cada una de nosotras. Nos apropiamos de nuestro cuerpo y de nuestra vida. Tampoco luchamos contra los hombres. Al contrario, la sociedad nos divide en hombres y mujeres y esta sociedad que nos divide y dicotomiza permanentemente hace creer que ser feminista es la contraparte del machismo y no es así. Nuestro enemigo no es el hombre, nuestro enemigo es el sistema hetero-patriarcal y sexista que son cosas muy distintas, el enemigo no es mi hermano, no es mi padre, el compañero de facultad, no es mi compañero de la fábrica, el enemigo está mucho mas arriba.

 

ANRed: Con respecto a la salida a los barrios, ¿cuáles son esas actividades?

 

FT: El año pasado durante la campaña «Conjugar Decisiones» salimos por los barrios de la Capital, pegando nuestros humildes afiches que nos costaron muchísimo esfuerzo hacerlo por la campaña del aborto. Íbamos a las esquinas de los barrios, donde pasan realmente los hombres, mujeres, jóvenes, con una afiche donde explicábamos por qué estábamos a favor del derecho de decidir sobre nuestros cuerpos, sobre nuestras vidas. A partir de ahí articulamos trabajos con centros culturales, asambleas barriales. Participamos de actividades con ellos, como mesas debate, culturales de la asamblea de La Paternal de varios eventos de profundización y debates, talleres. Y a partir de ahí muchas mujeres se fueron acercando a nuestro espacio, mujeres de este barrio. Es más, en mayo comienza un taller de violencia y de yoga a pedido de las mujeres del barrio.