Hay personas que hemos esperado en vano que la prensa o la televisión, diesen a conocer la noticia de que en Suecia, después de haber conseguido la casi paridad en el número de mujeres y hombres en el arco parlamentario, un sector de mujeres de él, ya experimentadas en andar por la arena política, han […]
Hay personas que hemos esperado en vano que la prensa o la televisión, diesen a conocer la noticia de que en Suecia, después de haber conseguido la casi paridad en el número de mujeres y hombres en el arco parlamentario, un sector de mujeres de él, ya experimentadas en andar por la arena política, han decidido crear un Partido Feminista, que se presente a las elecciones como tal.
Es llamativo que el país de mayor nivel de infraestructuras sociales, en el que las mujeres han conseguido el porcentaje más elevado de participación en un Gobierno europeo, donde mayor número de mujeres han superado el rol femenino tradicional, etc. hayan visto necesario crear un partido «feminista», que de verdad represente sus intereses y tenga voluntad política de transformar su situación colectiva.
Situación que describen textualmente así: «Las mujeres son diariamente sometidas a la violencia de un hombre… Las mujeres que sobrepasan los límites dados por la sociedad en cuanto a sexo y sexualidad son molestadas y discriminadas… Cada día encontramos imágenes de mujeres como objeto sexual… Muchas madres solas viven bajo una difícil presión económica. El comercio con las mujeres ocurre diariamente en Suecia y en el resto del mundo. El mercado global de trabajo expone a la mujer a la pobreza. En Suecia aumenta la diferencia de salario entre el hombre y la mujer. En el sector de trabajo donde la mayoría son mujeres los sueldos son inferiores. Mucho del trabajo hecho por la mujer no es reconocido y no es retribuido… Tenemos más bajas jubilaciones que los hombres. Las mujeres somos desfavorecidas en la investigación médica y en la asistencia médica. A las mujeres que no encajan en la norma occidental se les ubica en una identidad étnica divergente y se les margina… Los tribunales y la justicia absuelven a hombres culpables de violación y ataque, mientras mujeres y jóvenes ven sus vidas destruidas. El espacio y la posibilidad de las mujeres a hacer oír sus voces y ser tomadas en serio es considerablemente menor a la de los hombres, ya sea dentro de la escuela, vida profesional, la cultura, la prensa y la política».
No pensaban ellas, cuando ya trabajaban activamente por superar estos datos en los años 70, que todavía en el siglo XXI, tendrían que describir así su realidad colectiva.
Su experiencia de trabajar en partidos mixtos para acabar con esta injustificable desigualdad, no la consideran hoy una vía eficaz. Consideran que es una lucha que han llevado como mujeres feministas, en partidos cuyos objetivos no eran feministas y cuyas reivindicaciones específicas nunca pasaron de ser un añadido al final, a modo de «IVA» de sus programas. Es cierto, que han posibilitado la llegada de algunas mujeres a los marcos de gestión política, elegidas sobre todo en función de su adaptación a los objetivos patriarcales de los actuales partidos y en función de su entregado trabajo por la consecución de estos objetivos. Pero incluso este paso, ha sido tan dificultoso para las mujeres de estos partidos mixtos, que algunas, una vez de llegar a esta meta se olvidan de representar también los intereses de las mujeres y otras, nunca habían manifestado su compromiso por la transformación de las condiciones de vida de las mujeres.
Parece ser que las mujeres políticas suecas, cansadas de andar por estos caminos, han visto necesario crear un partido feminista, como camino propio.
Este nuevo partido político sueco «Iniciativa Feminista» se presentará a las elecciones generales de septiembre de 2006. Según algunas encuestas realizadas ya se les augura un 7% de los votos, según otras hasta un 15%. Quizá sea éste un dato más, que ha influido en que el primer ministro sueco, Goeran Per- sson haya hablado de esta nueva opción como de «una amenaza» para la reelección de su gobierno.
Su promotora Gudrum Schyman, fue elegida en el año 2002 la segunda mujer más admirada del país por detrás de la reina Silvia. En diciembre de 2004 abandonó el Partido de Izquierda Socialista, del que fue presidenta, y al crear un Partido Feminista dice que el objetivo es «ensanchar las fronteras de la política y la democracia».
La información de esta noticia tiene su importancia para toda la ciudadanía, porque iniciativas como éstas, son imprescindibles para completar la democracia actual.
* Presidenta de Alderdi Feminista