I. Don Artur Mas sigue apostando por Manuel Prat, el jefe de la policía catalana, tras la brutal detención (y posterior muerte) de Juan Andrés Benítez (cinco puñetazos en el lado izquierdo de su cabeza tras ser maniatado). Ni lo cesará ni hará que dimita, es persona de su máxima confianza. Goza de todo el […]
I.
Don Artur Mas sigue apostando por Manuel Prat, el jefe de la policía catalana, tras la brutal detención (y posterior muerte) de Juan Andrés Benítez (cinco puñetazos en el lado izquierdo de su cabeza tras ser maniatado). Ni lo cesará ni hará que dimita, es persona de su máxima confianza. Goza de todo el apoyo de su gobierno.
La ofensiva nacionalista tiene un claro objetivo: desacreditar la investigación que por orden de la juez del caso está llevando a cabo el Cuerpo Nacional de Policía, el CNP, la policía judicial «española». No es de aquí, no son de la casa, no son de los nuestros. Varios dirigentes de los Mossos se presentaron en el despacho de la juez pidiendo (exigiendo quiero decir y no de forma afable) explicaciones por su decisión. Como han leído: ¡qué se habrá creído esa magistrada «españolista»!
ERC, con creciente, marcada y monotemática arista nacionalista, no ha dejado caer al jefe policial catalán. Mas les prometió prohibir (mejor: que los Mossos dejarán de usar) las pelotas de goma, las que extirparon el ojo de Esther Quintana, a partir del 1º de Mayo de 2014. Veremos en que queda la prohibición y cuáles son las armas elegidas en sustitución.
Recuérdese: Juan Andrés Benítez se desvaneció cuando fue introducido en el coche patrulla. Murió, horas después, en el hospital. Según la autopsia preliminar: por golpes recibidos en la zona craneofacial.
II.
Era de esperar pero es imposible salir de un abismo, creciente, acelerado, de asombro y arcadas. Antía Castedo, de nuevo Antía Castedo, daba cuenta de ello el pasado viernes 1 de noviembre [1].
Recordemos el nudo de la ignominia: la dirección del CatSalut ha elaborado un plan para resarcir, a unos 50 mandos superiores e intermedios, parte del salario que han perdido al dejar de cobrar los complementos variables porque así lo establece la Ley de Presupuestos de 2012, prorrogada este año.
El director del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut), don Josep Maria Padrosa, los directores siempre exigen ese tratamiento, «ha justificado el plan para blindar a los mandos del organismo de los recortes a los trabajadores públicos«. ¿Cómo lo la justificado? Su «argumento»: estos mandos han sufrido una «minoración excesiva» en sus salarios. Sólo ellos, no los trabajadores y trabajadoras de sanidad.
Los asalariados del sector público de Catalunya han visto recortados en los últimos años sus sueldos un 5% (medida aprobada por un gobierno Zapatero de 2010) y un 7% adicional al perder una paga extra desde 2012. Recorte aplicado por el gobierno de la Generalitat, no por Madrid.
Según Padrosa, estos «trabajadores» -es decir, los mandos superiores e intermedios- han sufrido «una afectación por encima del resto, lo que justifica el plan». Eso sí, el que sigue siendo director del CatSalut con todo el apoyo de Boi Ruiz «ha explicado que el organismo valorará si el plan «tiene sentido» y es «jurídicamente posible» llevarlo a cabo.»
Por si faltara algo, falta el enroque, las cláusulas de hierro y acero. La dirección del CatSalut considera que este complemento «de los superiores» no está ligado a la productividad: «estos trabajadores no deberían estar vinculados a la Ley de Presupuestos de 2012, que prohíbe a los empleados laborales cobrar «complementos de productividad o análogos» como medida de contención del gasto público».
Metges de Cataluña, una organización moderadísima próxima en muchos momentos a CiU y grupos afines, calificó el proyecto de «indecente». UGT ha afirmado que le parece un «insulto a la ciudadanía». Comisiones Obreras cree que es un plan «inmoral».
¿Exageran? ¿Son hipercríticos radicales? No, de ningún modo. Se quedan cortos, muy cortos. Son gentes prudentes y moderadas, un término-concepto muy de moda en la cultura política catalana del momento. La Vanguardia de los Godó lo ha acuñado.
Boi Ruiz, por su parte, sigue con sus andadas neoliberales y rebajó un 5,3% el presupuesto de Salud en los presupuestos prorrogados de 2013 (una disminución del 19% desde 2010). Un nuevo tijeretazo de 466, millones: de 8.756,2 millones a 8.298,4. Y así siguiendo, sumando a los recortes de los tres años anteriores.
Por lo demás, el 98% del presupuesto de Salud lo acapara CatSalut que está en las manos insaciables y mentes desalmadas anteriormente referenciadas. El gasto por habitante se situará en 2014 a niveles inferiores a 2006 (1.095 euros, 202 menos que en 2010).
III.
La información es de Ivanna Vallespín [2]. El titular: Irene Rigau, la consellera de Educación del gobierno de la Generalitat, «ahorró 16 millones retrasando el nombramiento de profesores sustitutos». Es uno de los recortes que más han criticado los colegios, institutos y sindicatos
¿Cómo ha conseguido el ahorro doña Rigau? No enviar un profesor sustituto cuando se produce una baja de un profesor o profesora, y esperar a los 15 días que permite la ley, ha permitido a la Generalitat «ahorrar» el curso 2012-2013 15,9 millones de euros. Lo ha admitido, lo ha tenido que admitir la señora Rigau en una respuesta parlamentaria al diputado de ICV-EUiA Joan Mena.
La modificación en el nombramiento de los sustitutos es obra, otra más, del ministro de Educación, José Ignacio Wert, «mediante el decreto de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo, de abril de 2012». En este reglamento, se establecía que los suplentes eran enviados al centro «cuando hayan transcurrido diez días lectivos» desde la baja. Hasta entonces, el hueco -es decir, las clases, guardias, controles y reuniones- «deberá ser atendido con los recursos del propio centro». La consellera -¡qué curioso!- no se opuso esta vez a las directrices del ministro Wert. Aquí no hay muchas diferencias, aquí hay proximidades de fondo.
La decisión, que inicialmente la Generalitat cumplió al pie de la letra, «provocó un caos organizativo en muchos centros y es la queja más repetida por sus directores». Al «retraso», por decirlo mal o muy-mal, en la llegada de los sustitutos se añadió a la pérdida de 3.000 profesores, el mismo curso en el que hubo 30.000 alumnos más (-3.000 profesores para atender a +30.000, unos 45 nuevos institutos sin construir, que hubieran conllevado unos 3.000 profesores más. Su ecuación perfecta!). Consecuencias: «la imposibilidad de desdoblar grupos y pérdida de atención a los alumnos más vulnerables». Hay más.
Eso sí, doña Rigau explicó en la respuesta parlamentaria que durante el citado curso «los directores tenían instrucciones sobre cómo actuar mientras no se nombraba el sustituto» y que «los centros adoptaban medidas de acuerdo con su propia estructura». ¡Qué maravilla la lluvia en Núria!
En el caso de las escuelas rurales, «las bajas se cubren desde el primer día». ¿Y en las urbanas?
El curso actual sigue más o menos igual en asuntos de hachazos sociales, exceptuando el caso de profesores de educación especial y de profesores-tutores de infantil. «Si se trata de una baja de tutores de primaria y secundaria, maestros de inglés, música, educación física, o profesores de las escuelas oficiales de idiomas», el sustituto llega pasados seis días lectivos. Aproximadamente: ocho días más tarde si no hay festivos de por medio.
Han hecho cálculos y no es muy costoso. No hay razones pedagógicas en este asunto. Ni una sola.
IV
El Gobierno del Estado y el Govern catalán, ha señalado recientemente Guillem Martinez [GM] [1], «se parecen tanto que, en lo que sería una situación embarazosa, sus cónyuges podrían confundirlos». ¿Semejanzas? Las siguientes: «a) ambos están intervenidos, b) poseen una soberanía muy limitada, c) sus partidos están pendientes de juicio por expolio, d) han legislado conjuntamente la desaparición del Bienestar». Ambos, en un Régimen, el de la Constitución de 1978 que según GM implosiona, cuyas instituciones están en crisis, «mantienen su e) inquebrantable adhesión al Régimen -en el caso de la ¿secesionista? CiU, f) ofreciendo incluso el abogado [Miquel Roca] del caso/cosa Nóos.» Lo curioso, apunta GM, «es que, a pesar de este currículum, uno de estos gobiernos está, por el momento, menos sometido a crisis de representatividad». Habla del catalán por supuesto (aunque nunca se sabe). ¿Cómo lo ha conseguido? «Paradójicamente, a través de una cultura común, que comparten, la Cultura de la Transición (CT). En barrena en España y en plena Edad de Oro en Cataluña.»
El Gobierno PP ha perdido el monopolio de fijar qué es o no democracia, el concepto-palabro, señala GM, sobre el que descansa toda la CT. De hecho, recuerda agudamente GM, «esa palabra no se utiliza desde la reforma constitucional exprés. Los intentos gubernamentales de crear marcos, endebles, se realizan ahora a través de las palabras constitución y estabilidad». No son palabras moco-de-pavo, desde luego que no, «pero dejan atrás, en fin, aquellos entrañables días en los que, gestionando la palabra democracia, se podían cerrar diarios, ilegalizar partidos, reinterpretar los derechos humanos, o meter en el pack marginalidad opiniones democráticas.»
En Cataluña, en cambio, la situación es muy diferente. «El Govern -es decir, CiU y ERC aclara GM-, domina el marco cultural desde el que se fabrica la CT. Aquí, la palabra mágica, el fantasma, el concepto que crea cohesión, no es democracia -que en Cataluña, y esta es otra, se le supone-, sino el concepto civilitat, una fantasía cultural del Noucentisme, la primera cultura de Estado en Cataluña, que recogía las necesidades políticas de la Lliga». Una de estas necesidades era «situar en la barbàrie, antes que a España, a amplias zonas de la cultura catalana. Como el Modernisme, una epopeya cultural sin Estado y con cierto carácter antiautoritario. El Noucentisme/civilitat cumplió con creces».
Hasta su desaparición, es decir, de nuevo GM, hasta la desaparición política de Francesc Cambó en 1931, «la Lliga se situó en el epicentro de la civilitat, pese a haber participado de [y acaso en] barbàries sin precedentes, como la rentabilización de la Ley de Fugas, el pistolerismo, el apoyo a Primo de Rivera o, en breve, el apoyo incondicional a Franco». ¡Nada menos! ¡Un currículum envidiable! Don Cambó, por todo ello, tiene una avenida a él dedicada y una estatua al lado de la comisaría de Via Laeitana, el ex centro de torturas de la policía franquista, en la ciutat millor botiga del món.
Es curioso, en opinión de GM, «que el Noucentisme, desprestigiado, vuelva como cultura oficial con la democracia, a finales de los setenta. Junto con un max-mix de Vicens Vives, fue el elemento con el que se creó la cultura local oficial pactada». Desde los años ochenta, cuando se formaliza la CT, «cuando se desproblematiza la cultura y los Gobiernos adquieren la facultad de decidir qué es cultura, qué funciones tiene, y al servicio de qué está -no se pierdan a Pujol en 1981: «La ideología de Cataluña es la cultura catalana»», o a don Felipe Gas Natural FENOSA, un año más tarde: «El programa de la democracia española es la cultura». El Noucentisme, señala con ironía GM; «se ha ampliado desmesuradamente».
Si uno lee a los intelectuales/homenots oficiales, prosigue GM, llega intacto a 1939, «es un motor de resistencia al franquismo -lo que tiene guasa-, y une Cataluña a civilitat cada día por la mañana a primera hora. Es, vamos, Cataluña». Contradecir la narración es situarse fuera de la catalanidad, «fuera del mundo». «La percepción de la civilitat copa la emisión y recepción de política. Hasta extremos bárbaros. Es el marco».
Un marco más permisivo aún con el-lado-oscuro-de-la-fuerza que el español, va concluyendo GM, de natural muy gore: «permite integrar en la civilitat altas dosis y nombres propios de la barbàrie del catalanismo conservador de la Restauracion y del Franquismo. En esta Segunda Restauración, enmarcarse en la civilitat y tener la facultad de señalar qué es o no es barbàrie, permite además a un Govern desballestar la democracia y el bienestar, abandonar al débil a su suerte, saquear/rentabilizar el Estado vendiéndolo a amigos, no emitir nada efectivo respecto al derecho a decidir, o monitorizar, mutilar y matar -repito, mutilar y matar- personas».
Ni la ciudadanía, ni el periodismo que comparten esa cultura vertical centrada en la gestión de la civilitat, sostiene GM, «predispuestos a excusar al Govern por la presión de la barbàrie externa e interna, pueden ver ni identificar barbàrie en todas estas emisiones, del mismo modo que el ciudadano o el periodismo receptor de los marcos CT españoles solo podían ver en, pongamos, la doctrina Parot lo que le explicaba su Gobierno y sus intelectuales: democracia. Las culturas verticales y propagandísticas, en fin, son un chollo gubernamental. En una frase atribuida a Speer, «están fabricadas con trivialidades», pero tienen éxito porque «todo el mundo adapta las trivialidades en clave individual». Todas implosionan violentamente».
La CT española, sostiene GM finalmente, empezó a hacerlo el 11M de 2004. La CT catalana está implosionando ahora. ¿Cómo? A través «de la mentira vertical que supone defender la existencia de un proceso de derecho a decidir», y no, en cambio, de un proceso de postdemocracia, en el que decidir cuenta poco, muy poco. Nada más bien
V.
Gasto social en Catalunya, descontado el efecto de la inflación: 1.901. euros (regreso a la situación de 2004). Un recorte del 22% desde 2011, desde que Artur Mas volvió a asumir la presidencia de la Generalitat [4].
Incremento en la partida de Enseñanza en los presupuestos de 2014: 0,7 (reducción de la partida del departamento desde 2010: un 20%).
Intereses de la deuda catalana en 2014: 2.077 millones de euros. Departamentos con partidas menores que el importe de esos intereses: Interior, Bienestar Social, Empleo y Empresa, Territorio.
En Educación, la asignación a las guarderías baja (por tercer año consecutivo) un 5% (se sitúa en 45 millones, un 5,.5% menos que en 2012) y la de las escuelas de música un 26% (15,5 millones de euros). La escuela Superior de música, ESMUC, pierde 1,4 millones y fija su presupuesto en 7,9 millones.
Una de las pocas partidas que incrementa su dotación es la de la escuela concertada (que ha ganado alumnos de la privada sin conciertos). Sube un 5,7%. Se destinarán 868,6 millones de euros en 2014 a subvencionar estos centros privados.
La inversión en equipamientos y la construcción de escuelas está presupuestada en 45,5 millones de euros, un 65% menos. Hace dos años era de 128,8 millones (Rigau, recuerda Ivanna Vallespín, anunció en marzo de 2013 que no tenía previsto levantar nuevos colegios durante 10 años).
La educación pública ha perdido 1.076 millones en los últimos cuatro años. Un 20,6%. En 2014, el presupuesto del departamento será de 4.147 millones de euros (8 millones más que en 2013, año en que el departamento recortó su presupuesto en un 6%, 260 millones, 252 millones menos, pues, en estos dos últimos años).
Plantilla de profesores del curso 2013-2014: 68.969 docentes, 2.681 menos, el 4%, que el curso anterior. 144 trabajadores de servicios y administrativos han dejado de ser contratados. El total de las remuneraciones de los enseñantes (funcionarios y laborales) será de 2.184 millones de euros, 250 millones menos que hace dos años. En ese mismo período, 5 mil alumnos más cursan sus estudios en la enseñanza catalana.
Inversiones públicas en los presupuestos 2014: 1.196,4 millones de euros. A niveles de la década de los noventa.
Tasa de paro prevista para 2014 en Catalunya: 23,1%.
Presupuesto universitario: de los 916 millones en 2012 a 763,5 millones en 2014. Decremento del 16,6%. Caída acumulada desde el inicio de los recortes-hachazos hace cuatro años: 29%. Las universidades públicas recibirán un 8% menos para gastos corrientes (más el 6,5% de recorte en la paga al profesorado).
Aclaración, por si fuera necesaria, de Andreu Mas-Colell, consejero de Economía, el mismo que alentó el asalto privado al espacio y conquistas públicas: no es el fin, propiamente, de nuestra política de recortes». No: no es el fin de los recortes sino el fin de nuevos recortes aclaró.
Por lo demás, la partida dedicada al Servicio Catalán de Ocupación baja el 45% (de los 15,2 millones de 2012 prorrogados a los 6,2 millones).
Y la guinda de hachazos antisociales: ¡En 2008 la partida destinada a subvenciones para ONGs era de 67,4 millones de euros! y se reducen un 71% las subvenciones de cooperación al desarrollo mientras se dobla el presupuesto destinado a diplomacia (2,4 millones de euros frente a los 1,1 de 2012 y 2013).
Notas:
[1] http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/10/31/catalunya/1383232375_307998.html
[2] http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/10/30/catalunya/1383157863_948504.html
[3] Guillem Martínez, «Noucentisme». http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/11/01/catalunya/1383329339_989122.html
[4] El País, 6 de noviembre de 2013, pp. 1,2 y 3 (Edición Catalunya)
Salvador López Arnal es miembro del Front Cívic Somos Mayoría y del CEMS (Centre d’Estudis sobre els Movimients Socials de la Universitat Pompeu Fabra, director Jordi Mir Garcia)
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