A cada época le toca enfrentarse a un problema, a nosotros nos ha tocado vivir una época en la que tenemos la posibilidad de decidir sobre el futuro del planeta. Todo lo que somos se lo debemos a los combustibles fósiles, pero hemos llegado al limite, ya no podemos seguir destruyendo los recursos naturales, el […]
A cada época le toca enfrentarse a un problema, a nosotros nos ha tocado vivir una época en la que tenemos la posibilidad de decidir sobre el futuro del planeta.
Todo lo que somos se lo debemos a los combustibles fósiles, pero hemos llegado al limite, ya no podemos seguir destruyendo los recursos naturales, el petróleo se esta acabando, el gas tiene los días contados, el carbón es el combustible mas sucio que existe y la energía nuclear no es la solución al problema, no la necesitamos. Así que nos quedan las energías alternativas, eólica, solar y poco más. No podemos seguir manteniendo este nivel de vida basado en el derroche, en el consumismo sin freno y en el crecimiento económico constante. ¿Quiere esto decir que debemos renunciar a todo y volver a la edad de piedra? La respuesta es no, podemos seguir viviendo mas o menos como lo hacemos, solo tenemos que cambiar algunas pautas de comportamiento que el modelo económico actual nos ha impuesto, debemos consumir menos, usar el coche sólo lo imprescindible, exigir un transporte publico sostenible de calidad y barato, exigir que las viviendas sean lo más eficientes posibles, (modelo casa bioclimatica alemana mantiene la temperatura interior sin ayuda de aparatos eléctricos en 19º C)* y tenemos que dejar de volar. Estos son los sacrificios que tenemos que hacer para evitar que dejemos de existir.
¿Lo consideran un precio muy alto? Si es así, puede que sea mejor que desaparezcamos de la faz de la Tierra lo antes posible ya que de lo contrario acabaremos con el planeta antes de acabar con nosotros mismos. Así de grave es el problema al que nos ha tocado enfrentarnos, o creamos un movimiento de masas, como nunca se ha conocido, o lo dejamos en manos de los que dominan el mundo para que se sigan enriqueciendo. Si elegimos la segunda opción ya nos podemos imaginar los resultados y aunque parezca que los gobiernos están empezando a tomar medidas para combatir el cambio climático, estas son insuficientes, y son insuficientes porque los partidos políticos con aspiraciones a gobernar no se atreven a tomar las medidas necesarias, piensan que esto les restará votos y que perderán competitividad con otros países que no estén dispuestos a tomar las mismas medidas. O quizás, su problema sea que el poder que los ciudadanos les hemos prestado para que representen nuestros intereses, lo hayan transferido a las grandes multinacionales y ahora se encuentren atados de pies y manos sin poder de decisión, esto ultimo seria aun mas grave que lo primero, ya que si lo hacen por el primer motivo este se podría considerar como un acto de cobardía y de irresponsabilidad pero el segundo motivo significaría un acto de traición hacia la ciudadanía y hacia el sistema democrático en su conjunto.
Así que solo nos queda la primera opción, salir a las calles, decir a los políticos que nos preocupa el cambio climático y exigirles que tomen las medidas que la ciencia nos reclama.
Pero no podemos pedir a los gobiernos a que legislen si nosotros no estamos dispuestos a alterar el modo en que vivimos, tampoco tenemos que ser complacientes con los que pretenden mostrarse como salvadores del planeta, estilo Al Gore, ya que aunque este haciendo una buena labor poniendo el cambio climático en el candelero, esta ganando mucho dinero, además su estilo de vida no es un modelo a seguir.
La historia nos enseña a desconfiar de los que tienen intereses creados.
También debemos desconfiar de los que nos dicen que la ciencia (tipo Bush) o los biocombustibles solucionaran el problema, si se apuesta firmemente por estos últimos, como parece que es el caso, la solución propuesta tendría posiblemente consecuencias mas graves para nuestra subsistencia, ya que se necesitarían varios planetas para alimentar a nuestros coches y eso entraría en confrontación con el alimento para las personas. ¿Cual ganaría? Apostaría a que el vencedor seria el que más beneficios produjera y permitidme no ser optimista en esto pero creo adivinar la respuesta.
* passive house info en ingles
http://en.wikipedia.org/wiki/Passive_house