En Nicaragua, joven madre llegó con un embarazo de alto riesgo y los médicos le dijeron que tenía que esperar a expulsar el feto «porque las leyes han cambiado»
«Las leyes han cambiado en el país», esa fue la causa para que Francis Zamora, de 22 años, dejara huérfanos a sus tres hijos. Sin embargo sus pequeños no entienden de leyes, lo único que saben es que su mamá no regresará. Francis falleció producto de un aborto espontáneo, debido al rompimiento de las membranas que protegían al feto.
Zamora llegó al Centro de Salud de Tipitapa con fuertes dolores en el vientre. Los médicos de esta unidad la trasladaron de emergencia al Hospital Alemán Nicaragüense. En este centro asistencial le practicaron dos legrados, pero debido al estado infeccioso en que se encontraba, la trasladaron al Hospital «Berta Calderón», donde falleció el 30 de enero.
Su madre, María Mora Valle, lamentó el calvario que le tocó sufrir a su hija, quien tenía el temor de morir y dejar desprotegidos a sus tres hijos. Francis había procreado tres niños: Bryan, de seis años; Mariela, de cinco y Wilmer, su tierno de año y medio.
«A mi hija la dejaron morir, los médicos en el Alemán me dijeron que no podían practicarle el legrado hasta que ella expulsara el feto. Pasó sufriendo desde el 25 de enero que llegamos en la mañana, hasta las cuatro de la tarde del día siguiente que expulsó el producto», relató María.
«Me dijeron que no podían hacer nada, que las leyes en el país habían cambiado y que tenían que esperar a que el feto saliera solo. Tal vez si le hubieran hecho el legrado antes, ella no habría muerto», nos dijo su madre, mientras cargaba al tierno en brazos. Sus nietos mayores observaban los ramos fúnebres y las lágrimas recorrían sus rostros.
A los pequeños sólo les quedó el recuerdo a través de las fotografías donde aparecen con su mamá. La contemplan y nos muestran donde aparece embarazada de su hermano menor. No saben que la derogación de un artículo les cambió la vida
Confirman infección
El subdirector del «Berta Calderón», Víctor Mantilla, confirmó que Francis llegó en un estado crítico, «pues estaba en un estado de choque séptico, producto de la infección. Se le habían practicado dos legrados en el Hospital Alemán y se le extrajo la matriz en el Hospital «Berta Calderón».
Comentó que Zamora tuvo un proceso infeccioso, cuya causa básica fue el rompimiento de las bolsas de las aguas, lo que provocó que el feto quedara indefenso. Esto desembocó un ascenso de gérmenes que llegó hasta el útero y causó la muerte materna. Olga María Chávez, Directora del Hospital «Berta Calderón», lamentó que Francis no se realizara un chequeo ginecológico, pues así se hubiese evitado esta tragedia.
«Toda mujer embarazada debe acudir al Centro de Salud para hacerse un chequeo y así saber si la gestación marcha bien. Con Francis tratamos de hacer todo lo que estuvo en nuestra disposición, pero el estado en que ingresó era crítico», refirió Chávez
Católicas con derecho a decidir
El movimiento «Católicas con derecho a decidir», sentó su posición sobre el derecho a la vida, y lamentaron que la jerarquía católica les haya arrebatado el derecho de decidir sobre sus propias vidas. «Nos preocupa el hecho de que la Iglesia se preocupa de los no nacidos y no defienden a los infantes que quedan huérfanos, y a los miles de niños que mueren de hambre», dijo Mirna Blandón.
Agregó que las católicas no piensan en el aborto como un método de planificación familiar, sino que están en favor del aborto terapéutico para salvar la vida de la mujer cuando se enfrenta a embarazos de alto riesgo. «Estamos defendiendo la vida de un ser humano, además, que nadie más que la mujer sabe cuánto cuesta decidir por la realización de un aborto terapéutico», afirmó Blandón.
María José Argüello, también integrante de «Católicas por el derecho a decidir», señaló que éste es un tema de conciencia, una decisión que sólo le compete a la mujer y a su espiritualidad. Criticaron a la jerarquía religiosa por violentar el Estado laico y volver a un Estado confesional. «Nuestra constitución reafirma que las religiones no tienen que expresar sus opiniones en torno a las decisiones del país»
Aborto masculino
«Queremos que las personas religiosas respeten el Estado laico y las leyes constitucionales del país. La Iglesia debería preocuparse más por el aborto masculino, el cual consiste en que los hombres no asuman su paternidad responsable. La mujer es la que siempre carga con la responsabilidad de los niños, y si llegamos a morir, ellos quedan en total indefensión», dijo Blandón.