De nuevo, las costas patagónicas se tiñeron de asco y dolor al recibir una mancha de 4 kilómetros de diámetro de petróleo.En la población de Caleta Córdoba, en la provincia de Chubut, sus playas se convirtieron en una lengua de chapapote. Ya encontraron colonias de cormoranes agonizando dentro de una capa de aceite. Miles de […]
De nuevo, las costas patagónicas se tiñeron de asco y dolor al recibir una mancha de 4 kilómetros de diámetro de petróleo.En la población de Caleta Córdoba, en la provincia de Chubut, sus playas se convirtieron en una lengua de chapapote. Ya encontraron colonias de cormoranes agonizando dentro de una capa de aceite. Miles de aves y mamíferos marinos pueden estar afectados. Y se espera a llegada de una mancha todavía mayor.
De momento sólo 100 personas agarraron cubo y pala para limpiar el vertido. Pero:
¿Y los responsables? Se sabe que el derrame fue en la boia de la terminal marítima patagónica (Termap) donde los buques de Repsol YPf y otras empresas que operan en la zona, exportan diariamente millones de barriles , pagando un miserable 12% de lo que declaran sacar del país: condiciones fantásticas que permiten el contrabando.
Ninguna compañía informó del accidente, que ocurrió hace días, para evitar los costes de reparación y contingencia. Un corrosivo regalo de navidad para los habitantes de Chubut y del mundo, con remitente anónimo.
¿Y las autoridades? De momento enviaron efectivos para contener la mancha que sigue salpicando hidrocarburos, benzeno y metales pesados en cada ola del Atlántico. Informaron que investigarán para determinar al culpable.
Desde la Campaña Internacional de Afectad@s por Repsol YPF informamos:
1. Que los derrames petroleros son implícitos a la actividad. Basta con contar los 447 derrames que sufrió Comodoro en un año.
2. Que las corporaciones petroleras son delincuentes adiestrados en un mundo de piratas. La corrupción, falsificación y contrabando son su modus operandi.
3. Que las autoridades gubernamentales, provinciales y municipales son los destinatarios habituales de las prácticas corruptas en la trama petrolera.
Por todo eso, afirmamos que la impunidad petrolera existe y nos afecta a todos los habitantes de la Tie rra. En este momento de alarma ambiental global, donde el clima del planeta, así como todos sus ecosistemas, han sido intervenidos por la actividad industrial, es nuestro deber, por instinto de supervivencia:
1. Crear y fortalecer lazos de solidaridad con los afectados de la industria petrolera.
2. Vigilar y apuntar, a través de redes de control social al poder corporativo que opera impunemente deteriorando las condiciones de vida del planeta. Exigimos a todas las empresas que operan en la Terminal TERMAP que declaren su culpabilidad y de paso, aclaren la sospecha (que es vox populi) de que realizan contrabando.
3. Presionar a las autoridades argentinas para que encuentren y castiguen a los culpables del CRIMEN DE TERMAP, obligándoles a suspender todas sus exportaciones en el país, a recoger cada una de las gotas de petróleo derramado y acudir a la justicia penal por crimen ambiental y a la seguridad ciudadana.
Patagonia recuperará su dignidad, cuando todos los buques petroleros se vayan vacíos a sus casas matrices. Y no vuelvan.
CAMPAÑA INTERNACIONAL DE AFECTADOS POR REPSOL YPF