Miami.- Durante los dos más recientes meses he estado un tiempo considerable en Cuba, especialmente en La Habana, indagando sobre la realidad nacional; examinando lo más posible los cambios que han estando ocurriendo en la Isla desde septiembre pasado, y escuchando, conversando y entrevistando a múltiples personas, desde amigos y gente de a pie desconocidas […]
Miami.- Durante los dos más recientes meses he estado un tiempo considerable en Cuba, especialmente en La Habana, indagando sobre la realidad nacional; examinando lo más posible los cambios que han estando ocurriendo en la Isla desde septiembre pasado, y escuchando, conversando y entrevistando a múltiples personas, desde amigos y gente de a pie desconocidas para mí, hasta funcionarios y dirigentes.
Cuba atraviesa tiempos decisivos. El asunto fundamental que incumbe a la sociedad cubana no es el cambio de los objetivos o propósitos de esa sociedad socialista sino cómo mantenerlos y continuar lográndolos en estos tiempos económica y políticamente adversos.
Aunque no es sólo la adversidad política y económica internacional -adversidad que es principalmente sostenida por la política estadounidense de agresión permanente contra el pueblo cubano– lo que ha forzado en Cuba el imperativo de estos trascendentales cambios, sino, tan importantemente también, ha sido el desgaste de modos ineficientes, decaídos y desmoralizantes de trabajo y de gobierno.
El segundo de estos factores es a mi entender el más importante de los dos mencionados. Porque los métodos y objetivos de trabajo y de gobierno diarios son los que fundamentan la razón de ser y de lucha de una sociedad revolucionaria socialista como la cubana. Son los pilares en los que se asienta la ética de la sociedad cubana.
Las discusiones y las decisiones que han aflorado al terreno público desde septiembre pasado que conformaron las decisiones tomadas como guías en este profundo proceso de rectificación por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba reflejan la necesidad de los cambios.
Ya que la forma que los cubanos y cubanas se habían acostumbrado a obrar -que es responsabilidad principalísima de su dirigencia política e ideológica- fueron paulatinamente anquilosando y desvirtuando su proceso revolucionario. A eso también se han debido las múltiples e imprescindibles reuniones partidistas de autocrítica de los últimos largos meses.
Atestiguo a la presencia incuestionable de un espíritu renovador en la sociedad cubana actualmente, especialmente en la esfera económica. Hay estabilidad social.
Hay fundamentada esperanza de que los cambios acordados han conllevado y conllevarán a potenciar las posibilidades de una vida más holgada, con más posibilidades de tener más recursos económicos para vivir mejor.
Hay confianza en la alta dirección política para conducir este proceso de rectificación favorablemente. Aunque subsiste aprensión sobre las implicaciones sociales y económicas de estos cambios en la sociedad. Incuestionablemente queda mucho por hacer.
La situación que atraviesa el país es difícil, repito, y es difícil porque este proceso de rectificación ocurre en tiempos de mucho peligro para aquellos Estados que se oponen a las políticas de control imperial de los gobiernos de Estados Unidos y los de sus aliados europeos, enemigos obsesos de la revolución cubana.
Estas rectificaciones ocurren también en tiempos, no de holgura financiera y económica del Estado cubano, sino muy al contrario en tiempos de grandes estrecheses económicas que importantemente afectan las posibilidades del gobierno cubano para poder implementar los cambios económicos adecuadamente.
Muchos peligros asechan a la voluntad de la nación cubana de afianzar y profundizar su sociedad socialista y su independencia. Pero, ¿cuándo no ha sido así desde el advenimiento al poder de la revolución? Sabemos que siempre ha sido así.
Es así como se ha fraguado la nación cubana durante este más de medio siglo. Y así seguirá siendo, al menos, por ahora. Por eso Cuba es ejemplo de constancia y heroísmo sin par.
* El autor es director de Areito digital
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.