Los países más cercanos a la línea del Ecuador serán los que más padecerán el cambio climático, según el analista geopolítico canadiense Gwynne Dyer, autor de un libro que explora las calamidades que causará el incremento de las temperaturas en el mundo. «Climate Wars: The Fight for Survival as the World Overheats» («Las guerras del […]
Los países más cercanos a la línea del Ecuador serán los que más padecerán el cambio climático, según el analista geopolítico canadiense Gwynne Dyer, autor de un libro que explora las calamidades que causará el incremento de las temperaturas en el mundo.
«Climate Wars: The Fight for Survival as the World Overheats» («Las guerras del clima: La lucha por la supervivencia mientras el mundo se recalienta») evalúa el impacto que tendrá ese aumento en los suministros alimentarios, sistemas de salud y patrones migratorios, entre otros aspectos.
África será la más perjudicada, dijo Dyer a IPS, agregando que ese continente puede perder la mitad de su producción alimentaria en los próximos 25 años.
La teoría de Dyer, que se basa en entrevistas con científicos de renombre mundial, retrata un funesto panorama de hambrunas, pandemias y guerras si no se pone un freno a las emisiones de gases de efecto invernadero.
«Unos pocos grados hacen una gran diferencia. Pensemos en esa diferencia como en tener y no tener fiebre. Unos pocos grados de más pueden ser mortales para nuestro organismo», explicó a IPS.
Dyer dialogó con IPS sobre cómo el cambio climático amenaza al planeta.
IPS: Buena parte de su libro hace énfasis en la escasez de alimentos. ¿Cómo afectará la pérdida de cultivos a los países en desarrollo?
GWYNNE DYER: Hay dos regiones afectadas en términos de suministro alimentario: el trópico y el subtrópico. En el trópico llueve mucho. El cambio climático no acarreará falta de agua, pero causará más calor.
Los principales cultivos alimentarios (arroz, trigo, maíz), que no son nativos de esa zona, se perderán si la temperatura aumenta entre dos y tres grados por encima de 35, incluso por pocas horas durante su periodo de crecimiento, que insume tres semanas.
Los cultivos nativos (boniato, sorgo) pueden sobrevivir, pero no alimentarán a tanta gente.
IPS: ¿Qué ocurrirá con los cultivos alimentarios en los subtrópicos?
GD: Estas grandes áreas de cultivo de granos en este momento son semidesérticas. Si sacamos el agua, el suelo estará demasiado seco para la agricultura.
IPS: El derretimiento de los glaciares, ¿no compensará la pérdida de agua?
GD: A los glaciares les llevará por lo menos 100 años derretirse.
IPS: En su libro, usted plantea que las personas que padecen hambre emigrarán a otros países.
GD: Eso ya está ocurriendo. La cuarta parte de la población de Zimbabwe ha emigrado a Sudáfrica debido a la escasez de alimentos. Hay disturbios porque se considera que les quitan el trabajo a los sudafricanos. ¿Qué ocurre cuando todos estos países envían a personas a otras partes para que se alimenten? La respuesta es que los países cierran sus fronteras como mecanismo de supervivencia.
IPS: ¿Cómo obstaculiza el cambio climático la atención a la salud?
GD: Generalmente las nuevas enfermedades surgen de los trópicos y los subtrópicos, donde las sociedades de campesinos viven con sus animales. La escasez de alimentos conducirá a Estados fallidos. Donde no hay gobierno, no hay infraestructura sanitaria, no hay un sistema de salud que recoja las primeras señales de advertencia de que se está incubando una pandemia.
Si una enfermedad se propaga, puede introducirse en la población y ser imparable antes de que sepamos su nombre.
IPS: ¿Hay algún país que esté seguro ante los efectos del cambio climático?
GD: Los países muy distantes del Ecuador, como los norteños Estados Unidos, Canadá y Rusia, tendrán un mejor desempeño.
IPS: ¿Qué opina de los resultados de la 15 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se realizó en diciembre en Copenhague?
GD: Eso fue (como) un descarrilamiento de trenes: 192 países estuvieron presentes, pero eso no es útil a la hora de negociar. Hay que elegir a 20 países que tienen la mayor parte de los alimentos y la mayor parte del consumo, hacerlos firmar un acuerdo y hacer que los otros países se sumen.
IPS: ¿Qué países deberían tomar la delantera?
GD: Los «viejos países ricos» (Estados Unidos, Rusia, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Canadá, Japón) y los países que ahora están en rápido desarrollo (China, India, Brasil). Pero ellos no se ponen de acuerdo sobre cómo compartir la carga. Ochenta por ciento del dióxido de carbono que emiten las actividades humanas y que está causando el problema, fue generado por los «viejos países ricos».
IPS: ¿Cuál es la solución?
GD: Los «viejos países ricos» deben frenar sus emisiones y ayudar a los países emergentes a aumentar su producción energética con energías limpias, como la eólica y la solar, con plantas no alimentadas a carbón. Es la deuda que tenemos que pagar por lo que hicimos.